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— ¡Mauro! -grité desde las escaleras.

Estábamos en la casa de Dani alistándonos para ir a la jornada 8 de la fms que sería en corrientes y Mauro era el único que faltaba.

— ¿Todavía no baja? -Dani entró comiendo de la bolsa de papas fritas.

— No -rodé los ojos- ¿podes ir a traerlo? -lo miré suplicante.

— Anda encendiendo el carro que ya voy -me tiró las llaves y fui al garaje.

Subí al auto y lo encendí, conecté el auxiliar y me pasé al asiento del copiloto a esperar a los chicos.

— Sos peor que una nena -reté a Mauro cuando ya entraron al auto.

— Y boluda, ya no me dejan hacerme una japa en paz -se encogió de hombros.

— Que cerdo que sos -rió Dani mientras manejaba.





(...)

Llegamos al evento y ya estábamos adentro en los camarines. Veía a los chicos jugando en la play y algunos simplemente jodiendose.

— Hola Pedro -lo saludé con un abrazo cuando lo ví.

— Alex -sonrió- Matu no me dijo que venías -me miró confundido.

— Vine con Mauro y Dani, no le dije nada a Mateo.

— Por eso anda de cagon entonces -rió.

Tendría sentido, desde que salió con esa chica lo he estado evitando. No quería ilusionarme más de lo que estaba.

— Lo dudo -solté una risita- ¿sabes dónde esta?

— Alla está el Truenito -apuntó la mesa de aperitivos.

Vi que Mateo estaba de espaldas, se veía muy fachero con campera y gorrito blanco.

— Gracias, voy a saludarlo.

— Dale anda que sos la única que lo pone de humor -movió ambas cejas, reí y negué.

Me posicioné detrás de él y le toqué el hombro a lo que se asustó y después sonrió al ver que era yo.

— Hola

— ¿Que haces acá, gorda? -se dió la vuelta y me abrazó- no me dijiste que venías.

— Vine con los chicos a ver la competencia -sonreí a medias.

— Que bueno -me devolvió la sonrisa- ¿te parece si después de esto hablamos?

— ¿Hablar de qué? -pregunté confundida.

— Sobre algo importante.




(...)

El meet&great terminó hace media hora y ahora ya se estaban preparando para las batallas.

Junto con Mateo estábamos sentados en los sillones mientras que abríamos los regalos de sus fans.

— Mira que lindo -agarré una cajita que tenía varios dibujos de él dentro.

— Fuaaa se mandaron alto regalo -abrió una bolsa llena de golosinas y muchos chucherios.

Sacó unos chocolates kisses y los abrió.

— ¿Queres un beso? -me mostró el chocolate.

— Obvio que si -sonreí, intenté agarrar el chocolate pero lo corrió.

— Toma entonces -estiró sus labios.

— Anda pediselo a la rubia de la otra vez -reí y le quité el chocolate de la mano.

Relámpago |Trueno|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora