Relámpago |Trueno|

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— ¡Chicos, apúrense! -grité desde las escaleras.

Iríamos al parque que queda a unas cuantas calles de aquí, Mauro no dejaba de joder porque quería usar el skateboard, entonces acepté y ahora estaba esperándolo a él y a Santi.

— Pará loca -rió Mau bajando seguido de Santi.

— Vamos de una vez -rodé los ojos.

Salimos de la casa y caminamos hasta el parque.

Yo estaba siendo totalmente ignorada por los dos, ellos hablaban de las batallas de free y yo no dejaba de pensar en Mateo.

Mi teléfono sonó indicando que tenía un mensaje de él, parecía que lo llamé con el pensamiento.

Sonreí y respondí.

WhatsApp
"Mateo cara de culo"

Hola, te extraño :(
2:53 pm

Holaaaa
Yo también te extraño
Listo para la red bull?
2:54 pm

Algo, no me siento tan cómodo si
Igual voy a intentar romperla
2:54 pm

OBVIO la vas a romper Mateo
Sos buenísimo y sabes que soy tu fan #1
2:55 pm

Hace unos meses ni me conocías jajajaj
2:55 pm

Eso es otra historia relampaguito😠
El punto es que lo vas a hacer muy bien
2:55 pm

Jajaja gracias hermosa
Ojalá estuvieras aquí
2:56 pm

No pude responder más porque Lit me había quitado el teléfono.

— Alcanzalo -sonrió. Antes de que lo atrapé, se subió a su skate y se alejó de mí.

Lo ví hacer unos cuantos trucos en la pista, era bueno y había que reconocerlo.

Fui a sentarme en un banco y me dispuse a ver a Santi y Mau mientras patinaban.

— Alta cara de orto que tenes -llegó Mauro minutos después.

— Dame mi teléfono -extendí mi mano.

— Vos queres hablar con tu wachin eh -bromeó. Lo miré más seria y dejó de reír- mejor veni y te enseño a patinar.

Hizo que me levantara y fuimos hasta la pista.

— Te aviso que no tengo idea de como hacer esto -avisé antes de subirme al skate.

— Tranca, yo te voy a agarrar -rió.

Mauro me agarró de ambas manos y fue jalando de ellas haciendo que patinara lentamente.

— No me vayas a soltar -hablé nerviosa.

— Dale que sino no aprendes

Ahora se dió la vuelta y me empujó por la espalda haciendo que el skate avanzara más rápido.

— Mauro... -lo reté.

— Estas bien -rió. Su teléfono sonó y lo sacó de su bolsillo para responder- esperame un ratito -se alejó.

— ¡Te voy a matar! -grité al ver como se alejaba.

Intenté bajar pero perdí el equilibrio y eso hizo que el skate fuera bajando por una rampa y agarrara más impulso, ya valí.