Relámpago |Trueno|

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A L E S S I A

Lunes había llegado y trajo consigo demasiados exámenes y trabajos prácticos.

#Matenme

Lo único bueno del fin de semana, fue que Mateo se abrió conmigo y me contó sobre su pasado y lo que sucedió con su ex, esa fue la razón por la que no quiso que yo supiera que él era conocido, tenía miedo de que me aprovechara de él, cosa que no estaba en mi planes.

Por otra parte, ayer subí un nuevo video a YouTube ya que estuve sin semanas de subir contenido, expliqué todo lo que había pasado y dónde me encontraba.

Puede que haga un ft con Mateo en el próximo video.

En fin, hoy iría a un tipo de cita con Facu después de clases, después de tanta insistencia por fin acepté.

— ¿Nos vamos? -llegó Facu a mi lado.

— Si, ya muero de hambre -reí.

— Hay un restaurante piola aquí cerca

— Facu, donde sea que vayamos esta bien -sonreí mientras caminábamos.

Caminamos hasta aquel restaurante y una vez que encontramos una mesa, ordenamos la comida.

— Esto es nuevo para mí -se movió inquieto en su sitio.

— ¿Porque lo decis? -reí.

— Nunca traje a ninguna chica a una cita y menos a un restaurante -rascó su nuca claramente nervioso.

— Todo va a salir bien, también es mi primera cita -me encogí de hombros.

— Ufff, al menos no soy el único -rió bajito.

La cita estaba yendo genial, no parábamos de reír y Facundo hacia que me sienta cómoda.

— ¡No puedo creer que hayas hecho eso! -carcajeé ante su anécdota.

— Posta, lo peor fue que...

Facu fue interrumpido por el sonido de mi teléfono, era una llamada.

— Dale, conesta -señaló el teléfono.

Llamada de voz
"Mateo cara de culo"

— Alex -habló feliz.

— Hola!

— Quería invitarte a una de las batallas que tengo hoy -avisó- ¿te pinta?

— No se -dije nerviosa. Hace tiempo que no iba a una.

— Dale, hacelo por mi -puedo jurar a que estaba haciendo puchero.

— Bueno, te acompaño

— Sos la mejor -rió- te espero en mi casa a las 2 pm.

— Voy a estar ahí, nos vemos

— Gracias, sos la mejor. Chau.

Corté la llamada y miré a Facu.

— Perdón por eso -me disculpe.

— No, está bien -sonrió.

(...)

Ya eran casi las 2pm y ya me encontraba en camino a la casa de Mateo junto con Facu, él se había ofrecido a traerme para que no me pasara nada.