⚡️ 40 ⚡️ Final ⚡️

1K 48 15
                                        


🦋🦋🦋

Valió la espera bbtos
Que lo disfruten

🦋🦋🦋







Desperté por los leves ronquidos que salían de la boca de Mateo y sonreí al verlo dormir.

Lo miré detalladamente, sus ojitos chinos, las pestañas envidiables que llevaba, su fina naricita con su piercing, sus labios gruesos, las cejas tupidas y lindas. Algunos granitos y pecas que tenía en la cara que para mí eran arte.

Amaba todo de él.

Pasé mi mano por sus rulitos y comencé a peinarlos mientras lo seguía mirando.

Yo estaba más que enamorada de mi novio.

Le di un par de besitos y por último dejé un beso en su frente, sentí que se movía y vi su sonrisita haciendo que se le achinaran sus ojitos.

— Buenos días

Teo sonrió y me dió un pico.

— ¿Que hora es? -preguntó sin abrir los ojos.

Su voz de recién levantado me daba mil años de vida.

— Ya es hora del almuerzo -respondí- ¿bajamos?

— Dale -asintió- besito -estiró sus labios, reí y le di un piquito.

Nos levantamos y entramos al baño para darnos una ducha juntos.

— Te ves hermosa mi amor -sonrió.

Llevaba puesto uno de sus buzos grandes y un short debajo que no se notaba, era algo sencillo pero Mateo siempre me decía que estaba linda.

— Vos sos hermoso -lo agarré de sus cachetes y lo besé.

— Muero de hambre -rió al separarnos.

— Entonces vamos

Bajamos ya listos y en la cocina estaban la mayoría de los chicos.

— Buenos días -saludamos.

Vi como Duko se daba la vuelta y nos mostraba la carne asada que ya estaba lista.

— Uy, sos un jefazo -sonreí.

— Obvio mami

Nos sentamos en la mesa y esperamos a que los demás bajaran para comer todos juntos.





(...)

Ya estábamos camino al aeropuerto con los Palacios.

Si despedirme de todos mis amigos fue difícil y una lloradera, no me imagino ahora.

Bajé mis maletas con ayuda de Mauro (el igual volvería a Miami) y nos adentramos en el aeropuerto.

Nadie emitía una palabra y eso me ponía ansiosa.

— Todavía me queda un rato -miré a Mateo.

Me destrozó el alma verlo derramar unas cuantas lágrimas.

— No amor... -susurré limpiándolas- me vas a hacer llorar -reí haciendo un puchero.

Relámpago |Trueno|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora