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2021

13 de Enero
« Cumpleaños de Alex »


M A T E O

Me levanté rápido de la cama pero a la vez con cuidado de no despertar a Alex ni a Emi.

Si, los tres dormíamos en la pieza de Alex.

Estábamos en Bolivia porque ella quería pasar su cumpleaños con su familia y entonces le cumplimos el deseo, lo único malo era que nos iríamos después de su fiesta ya que no había boletos disponibles para después.

— ¿A donde vas Matu? -mierda, se despertó el enano.

— Hoy es el cumple de Alex y quería prepararle algo -respondí- ¿me ayudas?

— Dale, yo quiero hacerle un jugo -sonrió bajando de la cama y dándole un beso en la frente de Alex, que lindo.

Nos vestimos en un toque y bajamos a la cocina.

— ¿Que podemos hacerle? -me crucé de brazos mientras miraba las cosas que usaría.

— Vos apenas sabes fritar las milanesas -se burló Emi.

— Callate enano -reí removiendo los rulos de su cabeza- vení, que vamos a hacer el mejor desayuno del mundo.






(...)

A L E S S I A

Estiré mi brazo para poder abrazar a Mateo pero no lo sentí, estiré el otro y tampoco estaba Emi en la cama. Abrí mis ojos lo más rápido al percibir un fuerte olor a quemado, era más que obvio que ellos eran los causantes del olor.

Quité las sábanas y fui corriendo descalza hasta la cocina.

— ¡¿Que mierda?!

Los dos Palacios voltearon a verme y el mayor tiró el balde de agua a la estufa para apagar lo que sea que quemaron.

— ¡Feliz cumpleaños Alex! -Emi sonrió y vino a abrazarme.

Salí de mi trance y le agradecí mientras lo abrazaba de vuelta.

— Fue su culpa -susurró en mi oído para después salir corriendo escaleras arriba.

Reí y me acerqué a Mateo que estaba al lado de la estufa que echaba humo.

— ¿Que hiciste Mateo? -pasé mi mano por mi cara en señal de frustración y escuché como él suspiraba.

— Quisimos hacerte algo lindo -sonrió- y se fue todo al carajo.

— Mi amor... -agarré su cara entre mis manos- que lindo de tu parte, pero en serio que no tenías porqué. La última vez casi quemaste tu cocina y ahora la mía -reí.

— Daaaa, uno quiere ser un toque cariñoso y lo manda a la mierda -levantó los brazos mientras negaba.

— Mejor vamos a desayunar juntos ¿si? -le di un piquito y lo abracé por la cintura.

Relámpago |Trueno|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora