Relámpago |Trueno|

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A L E S S I A

— Que detallista que sos -reí ayudándolo a poner la comida en el mantel improvisado.

— Ya me moría de hambre -dijo Emi y abrió una de las cajas, era un asado.

— Espero que te guste el asado -Mateo me miró.

— En Bolivia le decimos churrasco -sonreí- y ya lo estaba deseando -dí una mordida a la carne.

— Me gustaría saber más de tu país -imitó mi acción y mordió un pedazo de carne.

— A mi me encantaría que me enseñes como es todo aquí en Argentina -levanté mis cejas.

— Es piola, si queres te puedo llevar a la feria después de comer -propuso.

— ¡Si! -festejó Emi.

— También podemos ir al museo de River -hablé- me contaron que es bueno.

— No me digas que sos hincha de river -Mateo se tapó la cara.

— Uhm no -reí- ¿sos de boca?

— Obvio que si -habló como si fuera obvio- mejor te llevo a la Bombonera.

— Dale, entonces ahora soy de Boca -dije mientras le daba de comer a Emi.

El picnic improvisado fue muy hermoso, nada mejor que comer un asado con semejante vista a Buenos Aires y de compañía a las personas más lindas.

Puede que los conozca hace casi dos dias, pero en poco tiempo me cayeron muy bien.

(...)

3:10 pm

Después del almuerzo, volvimos a la ciudad y ahora estábamos en el estadio de La Bombonera, o como Mateo lo llamaba, el estadio sagrado.

— Mira eso -apuntó Mateo a unos estantes con trofeos, parecía un nene emocionado.

— Matu, ya vinimos una banda de veces aquí -Emi rodó los ojos y Mateo lo ignoró.

— Dejalo, después de esto ¿te parece si vamos por un helado? -me agaché hasta su altura.

— ¿Puedo pedir un helado de vainilla? -preguntó entusiasmado.

— Podes pedir lo que querrás, pero por ahora, démosle contento a tu hermano -miré a Mateo que estaba concentrado viendo los trofeos.

— Dale -rió Emi.

Iba de la mano con Emi para evitar que se pierda x2 y Mateo estaba delante de nosotros, unas chicas se le acercaron y le pidieron una foto.

¿Me perdí de algo?

— Eu Alex, ¿nos sacas la foto? -preguntó Mateo, asentí y agarré el teléfono.

— ¿Conoces a Alessia Caccini? -una de las chicas me miró de pies a cabeza.

— Es mi amiga -respondió.