The young royalty and you

Recuerdos del pasado parte 2

Hacia días que la pequeña peliazul se comportaba extraña, últimamente no se quejaba por los estudios ni por el duro entrenamiento que su padre la hacía llevar, de hecho a dejado boquiabiertos a sus cuidadores con lo fuerte que en tan poco tiempo se había hecho, sin lugar a duda una prodigio entre los miembros de la familia real.

-¿Sara... como le fue a T/N hoy?. -le preguntaba ese bello hombre a su esposa.

-Decir que le fue bien es poco Cariño, ella puso en aprietos a Nix.

-No lo creo... -dijo incrédulo. -Nix seguro se quería dejar ganar. -*pensando en todas las cosas lindas que le dice el de su hija nervioso.

-Yo la ví, algo cambio en ella, creo que esta vez se está tomando enserio todo lo que le dijiste, aún que ella no sabe la razón.

-Ella está en la primera línea de sucesión al trono de clover después de mi, tiene que ser fuerte para que la reconozcan y no la critiquen por qué es nuestra hija. -dijo con algo de frustración.

-Me gustaría que mi hija supiera que tú eres el príncipe de clover. -decía muy triste y melancólica.

-Sara... cuando me vuelva Rey voy a cambiar esa estupida ley, así podremos casarnos y T/N no tendrá que vivir oculta del mundo nunca más.

-Sé que cumplirás tu promesa Cariño. -decía esperanzada mientras le daba un abrazo.

-Te amo Sara y amo a nuestra hija. -le dio un beso.

-Yo los amo más a ustedes mi príncipe y princesa de cabello azul. -correspondió a ese tierno beso mientras una lágrima caía de esos bellos ojos azules.

Por otro lado...

-¿Ama a dónde vas?. -preguntaba el espíritu a la pequeña.

-A distraerme un poco Nix.

-¿Ya no soy tu príncipe congelado?. -decía muy triste.

-Lo eres. -le sonrió.

-¿Puedo saber a dónde vas después de terminar de entrenar?, últimamente te estás perdiendo mucho y tengo que hacer maravillas para que no sepan que no estás, lo mismo para Ross y Arturo.

-Es solo que me gusta mirar la belleza que me rodea, no hay que pensarlo mucho. -dijo felizmente, pero el espíritu no le creyó.

-No puedo decirte que no te vayas nuevamente, pero vuelve pronto ¿de acuerdo?.

-Lo haré. -abrazó al espíritu. -Te prometo que te diré a dónde voy la próxima vez. -se despidió y fue en dirección al bosque.

En el lugar...

-Aún no ha llegado... -decía la pequeña peliazul impaciente. -El es muy puntual.

-Y lo soy... -ella miró en dirección a esa voz.

-¡N-Nozel!. -Dijo sorprendida y sonrojada.

-Un realeza nunca llega tarde. -dijo con actitud.

-Déjeme decirle que SI llegó tarde Niño lindo realeza. -infló sus mejillas.

-Llegamos al mismo tiempo. -hizo presión en una de sus mejillas infladas y ella se dio la vuelta avergonzada por la acción del mayor.

-N-No hagas e-eso... -*nerviosa. -Enséñame esa magia en la que estabas entrenando.

-Estás algo impaciente Hoy. -dijo el mayor sorprendido de su actitud.