-¡padre cuenta la historia! - el rubio pidió con su dragón de peluche en brazos.
El hechicero soltó un suspiro, Cloudia ya dormía en sus brazos, pero Soren seguía despierto.
- Sólo una ves mas y espero y esta ves estés dormido cuando acabe. - El ech...
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- ¡Soren ten cuidado! - un empujón acompañado de un fuerte rugido, todo pasaba tan rápido, pensar que hace unos minutos trataba de ayudar a la elfo a liberar del dragón.
- Soren...- el moreno vio como su compañero no se levantaba, el dragón lo miraba fijamente al verlo herido.
- t-tienes que irte ya, vendrán por ti...- los gritos de los guardias no se hicieron esperar, traían nuevas lanzas buscando atar al dragón nuevamente.- los dos, tienen que irse.- de reojo vio al moreno, el dragón se alzó en vuelo cuando la elfo se acercó a amenazarlo.
- tenemos que irnos.- miro a los soldados que al ver al dragón volar la mitad fue tras el y la otra a buscar al rubio.
- ¡no podemos dejarlo aqui!- el moreno trato de levantar al caído, pero apenas tocarlo soltó un grito.
- déjame aquí, estaré bien, necesito que cuides a nuestro rey... vete.- una ves el moreno desapareció de su vista, cerró sus ojos.
Mientras el grupo de guardias llevaba al inconsciente guerrero, pasaron días, talves semanas, los príncipes estaban de camino a Xaidia protegidos por la elfo y el rastreador, Soren y Cloudia no se movieron del pequeño pueblito, ya que el rubio no podía moverse más.
- no puedo continuar, Katolis me necesita.- el pequeño rey entregó al dragón a su hermanastro.- llevarlo a casa Callum.- tomó a su mascota luminosa y miro al moreno.
- no voy a dejarte regresar sólo, es mi deber cuidar del rey de Katolis.- se arrodilló ante al pequeño, dejando horrorizados a los dos adolecentes.
- lo sé, por eso quiero que me acompañes, Callum no hagas travesuras mientras no estoy.- la cara del castaño no podía estar más roja al mal interpretar las palabras.
- s...Si, claro...- carspeo al sentir un codazo en sus costillas.- yo... ¡n...nosotros! estaremos bien no te preocupes...- ambos morenos se retiraron dejando a la parejita a solas.
- así que... ¿travesuras no?- la elfo miro acusadoramente al castaño, quien se escondió tras el dragón.
- mira zym estamos cerca de tu hogar.- aceleró su paso al sentir la pesada aura detrás suyo.
- ¡Callum!- un grito se escuchó por todo el bosque, haciendo reír al par de morenos quienes montaban extrañas bestias negras de regreso a Katolis.
- así que... ¿Ahora soy el nuevo rey?- miro al mayor quien miraba el pueblito, sabiendo que el rubio quien le hizo jurar no volver a Katolis estaba aún dormido.
- si, el rey no dio resistencia a la hora de la batalla, Soren esta de verdad destrozado al saber que falló como guerrero.- miro como el rey lo miraba atento.- pero si el se siente así, usted su Majestad debe estar aún peor.-
- lo es, estoy asustado...- miro los árboles verdes, todos fuertes, grandes y sabios.- yo no se nada sobre los deberes de un rey, sólo soy un niño.-
- no debes preocuparte, escuche que la corte de Katolis es de las mejores estarás en buenas manos.- siguieron su camino, tardaron días, pero las bestias sólo paraban a comer y descansar.
- ¿como crees que está tu familia?- saco el pequeño de repente.
- pues a decir verdad, yo no conozco a mi familia, Amaya me protegió en su manto y esa es mi única familia, ella y Green claro.- corto un trazo de mango y se lo entregó.
- pareces muy unido a Soren, ¿puedo preguntar?- comió el fruto y miro a su contrario.
- claro, eres mi rey después de todo.- las bestias se acostaron a descansar, lo que les daba algo de tiempo.
- ¿como lo conociste?- una suave brisa salió de sus labios y miro al heredero de Katolis.
- esa es una muy larga y triste historia, lo recuerdo como si fuera ayer cuando aquel revoltoso rubio se atravesará en mi camino.- mientras las bestias dormían, el moreno hablo sin parar de los días de entrenamiento en la brecha.
- entonces, ¿Soren no es el chico malo?- vio al moreno negar lentamente.
- es una fachada que el mismo creo para cmhacer sentir orgulloso a su padre.- el pequeño vio a su acompañante fruncir el ceño.
- hay algo que estas ocultando, no le diré a nadie lo juro.- la luna se puso en lo alto del cielo, brillando como si también quisiera saber, porque el moreno la miraba con dolor.
- tal ves deberías ir a dormir pequeño rey.- con algo de brusquedad se dio la vuelta, dándole la espalda.
- s...si.- se acomodo cerca de una de las bestias para tener calor. Cuando el sol volvió a salir, estaban a unos pasos del castillo, pero aún así lo detuvo.
- ¿seguro que quieres ir?- lo tomó de ambos hombros, al parecer el rubio le pegó aquella maña.- todo hay esta echo un desastre, pero lo que me preocupa en realidad es Viren.-
- ¿hizo algo malo?- el otro lo soltó y dio vueltas en círculos.
- si, el hizo muchas cosas malas, pero la principal es atentar contra... contra ti y tu familia.- se detuvo y miro seriamente al pequeño.- no debería contarte esto, pero estoy preocupado, tendrás que fingir que no lo escuchaste, para tenerte a salvo.-
Pasaron una hora debatiendo que hacer, pero al final la conclusión era la misma, entrar y enfrentar lo que venga, porque hago es como lo haría su padre, si el pudo aceptar su muerte por todo el mal que hizo, el guiará a el pueblo que una ves fue su hogar.
- estoy listo.- montaron las bestias nuevamente, así no los detendrían en la puerta. - yo estoy aquí, para dirigir el pueblo de mi padre...-
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