capitulo 7 "pastelillo"

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Las aves cantaban en la ventana, y como una mala costumbre el águila se posó sobre la cabeza de la fina cama y dio un fuerte chillido, despertando al de ojos olivas

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Las aves cantaban en la ventana, y como una mala costumbre el águila se posó sobre la cabeza de la fina cama y dio un fuerte chillido, despertando al de ojos olivas.

- basta, despertarás a Soren...- se acuruco buscando al rubio en la cama, pero al percatarse de que su compañero era un almohada se levantó asustado.

Reviso bajo la cama, su armario, levantó sus cobijas pero no había rastro del rubio. Normalmente siendo alguna otra persona le daría igual e incluso se molestaría, ni su hermano pequeño duerme con el.

- ¿¡Soren!? - se asomó por la ventana al oir la escandalosa risa del rubio en su patio de entrenamiento.

Corrió todo lo que sus piernas le dieron y cuando llegó vio a Soren con una espada de madera "atacando" a un chico vestido de dragon.

- yo el grandioso Soren te destruire bestia. - cuando estaba a punto de dar "el golpe final" se detuvo y abrazo al chico. - no puedo, he caído bajo tus encantos magnífica bestia. -

- Soren... - el rubio lo miro y soltó al chico, corrió con la espada de madera asta ponerse enfrente de Kasef.

- estas despierto, lo ciento si te asuste, normal me te me levanto temprano para entrenar con mi maestro. - rasco su nuca nervioso.- pero te veías cómodo durmiendo así que no quise despertarte.-

- y ¿a quien encontraste para enrrmtrenar Soren? - el chico atrás de ellos miraba el suelo y cuando sintió la pesada mirada de Kasef, se quedó quieto cono estatua.

- o la verdad no lo sé.- al darse cuenta de que no sabía en nombre de su acompañante se sintió un poco mal. - el dijo que su mamá le hizo el traje para el entrenamiento de hoy, pero se burlaban de el, así que Yo entrene con el mientras los demás entrenaba en el otro patio. Es un buen chico, me agrada. -

- si... apuesto que va a querer mandarte cartas después de que regresas a casa.- al ver la triste expresión de Soren, decidió callar. - b..bueno puedes decirle en que reino vives o mandar tu una carta...- el rubio sujeto con fuerza la espada en su mano.

- y...yo no estoy seguro de querer regresar a casa...- Kasef se sorprendió  por las palabras de su amigo. - ¡a...Aquí puedo buscar un lugar donde quedar me! puedo seguir con mis entrenamientos y puedo estar con tigo, seré tu guardia de la corona, te servirle a ti y sólo a ti. - se dejó caer sobre su rodilla derecha.- déjame quedarme a tu lado, seré un guerrero de Neolandia y servirle a tu familia lealmente.- las lágrimas valieron de sus ojos y sin fuerza alguna se dejó caer quedando arrodillado frente a Kasef.- en casa ni Cloudia ni mi padre necesitan de mi... Opelli no me toma como un guerrero por no tener una edad adecuada para un guerrero y decidió dejarme con mi maestro para seguir en el entrenamiento aunque soy el mejor de todos. - con cólera estrelló su puño en el suelo. - ¡ella lo sabe! Mi maestro me dijo que sería el guerrero más joven y con el mejor entrenamiento de Katolis y ¡Opelli sólo lo niega! diciendo que no puede darme el título oficial de un guardia ¡aún así lo de todo! -

Lágrimas bajaron por sus mejillas asta llegar al suelo, todo lo que su maestro decía era "falta poco Soren" "serás el mejor" pero con Opelli parecía no poder avanzar, era como una muralla que no podía atravesar, su frustración estalló en tan sólo recordar su hogar y eso no estaba bien, se supone que su hogar le traería buenos recuerdos.

- Soren, como amigo me encantaría darte un lugar en mi casa, pero como principe de una nación te digo no... - la triste mirada que le dedicó el rubio le partió el alma. - no puedes cambiar tu hogar por un mal rato, no puedes huir de un simple "eres muy pequeño" ¡tu eras un mocoso de 5 años cuando te conoci! Y aún asi pusiste alma, cuerpo y corazón en ser un guardia de la corona de Katolis, tu madre y padre te apoyaron a pesar de tu corta edad, te dejaron entrenar con espada cuando tenías 8, ¡yo estuve ahi! Y cree me yo jamás vi tanto orgullo en la mirada de mis padres al verme luchar con una espada... - tomo la mano herida de Soren y lo ayudó a levantarse. - voy a mostrarte algo, que espero te haga cambiar de pareser...-

Lo guío asta el establo, montaron sus caballos, lo guío asta una casita a las afueras del Reino.

- Nana... - la casita sacaba humo por la chimenea, un olor dulce llegó a la nariz de Soren deteniendo su andar, las lágrimas inundaron sus ojos, miro a Kasef quien también se detuvo al sentir un jalón en su manga.

Como si los pies de Soren se hubieran quedado anclados en la tierra no logró moverse de su lugar. En la casa voces se empezaron a escuchar, "creo que alguien esta afuera". Una mujer castaña abrió la puerta dejando salir el aroma a pastelillos.

- o Kasef eres tu, ¡Olivia! ¡Kasef esta en la puerta! - grito aquella mujer y antes de entrar revolvió el cabello del principe.

Los ojos azules de Soren estaban más que asustados en un impulso quiso correr a montar su caballo, pero Kasef lo impidió abrazandole sin oportunidad de moverse.

- ¡K...Kasef no! No me des más razones para no regresar, déjame ir... - sus intentos de soltarse fueron impedidos al escuchar la vos de su madre.

- Soren...- se acercó con lentitud al ver la situación, no quería verla...- suelta lo Kasef...-

Dejo de aplicar fuerza, soltó al rubio, quien no se atrevía a subir la mirada, Olivia se arrodilló frente a Soren, las lágrimas del niño no paraban y aumentaron al verla de rodillas.

- no... No madre levanta te, no te arrodilles vas a ensuciarte. - aún con las lágrimas corriendo por sus mejillas levantó a su madre. - e...estas aquí, ¿no estabas con la tía Ami? -

estas aquí, ¿no estabas con la tía Ami? -

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