capítulo 34 "cambio"

81 6 0
                                    

La noche fue tranquila, todos se concentraron en guardar energía y preparar sus armas, el rubio permanecía al pie de la montaña, intranquilo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La noche fue tranquila, todos se concentraron en guardar energía y preparar sus armas, el rubio permanecía al pie de la montaña, intranquilo.

- debe ser dificil.- una conocida voz se escuchó a sus espaldas.

- lo es.- sin voltear a ver a su primcipe siguió mirando al horizonte.- esta guerra no tiene sentido.- cuando el castaño se puso a su lado, lo miro de reojo, la elfo no estaba con el, como era costumbre ya.

- ¿puedes hacerme un favor?- jugeteo con sus pulgares, ellos no tenían una relación tan estrecha como la que conservaba con su hermano menor.

- eres mi primcipe, cumplir tu favor ser a un honor.- le sonrió, tratando de que el castaño fuera más abierto con el, no lo culpaba por ser tímido con el, su padre lo hizo tratarlo muy mal en si tiempo.

- bueno yo...- las palabras se quedaron atrapadas en su garganta, nunca vio al rubio tan pasivo, sin contar su comportamiento a lado de su hermano y la hermana del mismo.- ¿Porque estas aqui?- su ceja se levantó, se supone que el rubio seguía a su padre cual cachorro.

- tu y Ezran son mi prioridad.- soltó una risita al ver la cara confundida de su primcipe.- soy un guardia de la corona, proteger al rey y a su familia es mi misión.- la luna brillaba en el cielo, dando la poca iluminación para cierto rango de su vigilancia.

- si eso lo se.- se puso frente al rubio tratando de llamar su atención, pues este sólo miraba a enfrente, buscando un posible ataque.- ¿porque elegir esto? Teniendo tantas oportunidades como un gran pastelero.- con sus manos revolvió sus mechas cafés con confucion.- ¿Porque cuidar de nosotros?- los ojos verde bosque mostraban dolor, lástima, curiosidad.

- un cuento.- el castaño lo miro incrédulo, el rubio sólo levantó las manos y asintió lentamente.- aunque lo dudes, lo que me hizo ser un guardia de la corona, fue un cuento.- con la mirada busco algunas ramas secas, e hizo una fogata pequeña.

- ¿Que clase de cuento te hace querer ser un guardia de la corona?- pregunto con su tono sarcástico, sentándose un una piedra cerca de la fogata.

- uno tan antiguo como el tiempo.- sabiendo que el cuento era largo, se puso cómodo y miro al castaño.- aunque, para alguien que viajó por toda Xaidia, debe ser algo aburrido.- miro al castaño con cansancio, no pudo dormir bien por estar cuidando de la llegada de su padre, pero al parecer, Kasef estaba haciendo buen trabajo con ello.

- no no, cuéntame.- se acomodo sobre la piedra, la noche no están tan helada como otros días. - debe ser algo interesante para llamarte la atención.- el rubio levantó una ceja indignado.

- ¿estas insinuado que soy aburrido?- el castaño abrió los ojos asustado y negó repetidas veces.

- ¡no!- grito, viendo como el rubio cerraba uno de sus ojos por el fuerte sonido.- sólo que, es extraño que te agrade un cuento...bueno yo no lo sabía.- admitió avergonzado, era tan extraño hablar con el rubio a solas.

El cuento favorito de SorenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora