capítulo 37 "necesidad"

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Por doceava ves en el día soltó un gruñido, entre Cloudia, Gren y Corvus se llevaron al rubio desde ayer en la tarde, incluso Lujanne y Amaya lo detuvieron mientras su nana le decía mil y un escusas de porque el rubio era tan requerido

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Por doceava ves en el día soltó un gruñido, entre Cloudia, Gren y Corvus se llevaron al rubio desde ayer en la tarde, incluso Lujanne y Amaya lo detuvieron mientras su nana le decía mil y un escusas de porque el rubio era tan requerido.

- calma te Cariño.- estaba acostumbrado a permanecer en un solo lugar por mucho tiempo (eso era una ventaja para la ocasión), Olivia insistió en que la boda fuera en Neolandia, ahora mismo estaban haciendo un atuendo digno de un rey para su día especial.

- no puedo nana, mi solecito estuvo fuera todo el dia.- chillo al sentir como un alfiler le picaba el brazo y miro asesinamente a la mujer que se encontraba manipulando los alfileres.

- tomemos una pausa, Mila trae unos bocadillos por favor.- acercó una silla a su yerno, cuando el rubio dijo que si a su propuesta improvisada, no lo dejo a luz ni sombra, se negó a soltarlo incluso para dormir.

- extraño a mi solecito.- no entendía porque la urgencia de llevárselo, según lo que planearon la boda ser a un 3 semana mas.

- aquí está señora.- dejo la bandeja llena de sándwiches cerca de ellos, el príncipe los comió sin ánimos.

- cuando terminemos tu vestuario podrás verlo.- puso los ojos en blanco al escuchar el gruñido del príncipe.- basta Kasef, eres un príncipe comportaba como tal.- enojado mordió su comida y se cruzó de brazos, asta que la puerta fue empujada bruscamente.

- ¡mamá!- una ves el rubio estaba dentro se recargo contra la puerta, busco con la mirada a su progenitora, estaba asustado.

- Soren respira cariño ¿que pasa?- cuando estuvo enfrente del rubio acarició las mejillas del mismo con cariño.

- mamá ellos quieren meterme en un vestido.- dijo en vos baja con las mejillas al rojo vivo, sin darse cuenta de la precedía de su pareja.

- pues claro cariño, es la tradición.- le dio el vaso de agua que le ofrecía Mila para que el rubio tomará de el.- no puedes ir con tu armadura.- miro confundido a su madre.

-¿no puedo?- la mujer fruncio el entrecejo y estiró su mejilla haciéndolo chillar de dolor.

- ¡claro que no! Es tu día especial debes ir presentable.- soltó su mejilla, estaba molesta por los horribles gustos de la pareja.

- tengo una armadura especial, papá me hacía usarla en casos especiales.- la mujer negó, dio leves golpecitos en la mejilla de su hijo mayor y apunto hacia afuera donde estaban sus tres secuestradores esperando por el.- no, no los dejes llevarme, es vergonzoso.- se recargo con más fuerza, evitando su paso.

- vamos So-So, sólo ser a un momento.- grito la azabache atrás de la puerta, este siguió negando sin parar, la dama de la tienda donde planeaban hacer el tonto vestido lo miraba raro y le avergonzaba.

- no quiero, tu dijiste que no sería extraño y esa mujer sólo se burla en mi cara.- la puerta empezó a ser empujada por los 3 chicos detrás de ella, que buscaban sacar al rubio antes de el príncipe se diera cuenta de la vestimenta que usar la ese día.

- basta rubia, dijiste que lo intentaría ¿no?- Corvus dio suaves golpecitos en la ventana.- cambiaremos de tienda si quieres pero Nesesitamos eso.- dijo con voz suave, tratar con el rubio era igual o peor que tratar con un ratón asustado.

- ¿vas a comprar tartas de jalea para mi?- cuando los ojos azules del rubio se asomaron por la ventana sabían que ya pico el anzuelo.

- claro que si.- el pelirojo saco una de tan ansiadas tartas.- ven y podrás comerlas todas.- desidido abrió la puerta con una sonrisa, pero la misma puerta se cerró de golpe dejándolos afuera nuevamente.

- maldición.- gruñeron todos, ya lo tenían, sin opción se sentaron a los costados de la puerta.

- solecito.- aún con telas negras colgando por sin ningún lado, abrazo a su amante y se recargo en la puerta.- ¿estas bien?- se acomodo en el cuello de su pareja, ahora más relajado de poderlo tener entre sus brazos.

- Hola Kas.- abrazo al mayor por la espalda jugando con su cabello, Aveses odiaba lo alto que era el castaño.

- Soren.- las manos de su madre taparon sus ojos, extrañando a ambos, aprovechando la confusión de ambos hombres, arrastró al rubio para separarlo del príncipe.- debes cumplir tu misión soldado.- cuando el castaño reaccionó se abrazo a la cadera del rubio para mirar a su suegra con cara suplicante.

- nana, no me dejaste dormir con el en las últimas dos semanas.- abrazo más fuerte al rubio, sin intención de soltarlo.- se lo llevan todas las tardes y no me dejas ni siquiera comer con el.- la rubia lo miro seriamente, en parte era verdad, entre los chicos y las 3 mujeres maduras los distanciaron por los preparativos de la boda.

- bien, ve quítate el avance del traje y les daré la tarde libre.- aprovecho que el príncipe se fue emociónado para mirar al rubio seriamente.- tienes que ir a completar tu misión.- su hijo lol miro suplicante, no quería usar un vestido.

- mamá, puedo usar un traje normal.- hizo un puchero, la tardaria en convencerla pero lo haría, o dejaba de llamarse Soren.

- le daré una oportunidad a tu idea, si tu traje es tan horrible como lo imagino llevarás el vestido que yo elija.- amenazó, abrió la puerta para avisarle a los chicos tras ella, se pudo oir un fuerte "¿¡es enserio?!" Muy molesto antes de que se fueran murmurando entre ellos.

- solecito.- tomó la mano con delicadeza, guiándo lo para su "rincón especial", no les tomaría más que 30 minutos subir la pequeña colina para ver el atardecer.

- me sigue gustando como la primera ves que me trajiste aquí.- tomaron lugar bajo el enorme roble que coronada la colina, de cierta manera le recordaba a su padre, trataba de sobresalir pero sólo pocos miraban su esfuerzo.

- si bueno, en este lugar podia ver a Biase surcar los cielos después de que te fuiste.- hábilmente se colocó tras el rubio y enterró la nariz en el blanco cuello, amaba la fragancia natural de su pareja.

- ¿Kasef?- su vos tembló un poco al sentir la lengua de su pareja pasar por su nuca, ni habían llegado al "siguiente nivel" aparte de que sólo eran besos y coqueteos inocentes.

- Soren.- con cariño beso la nuca del rubio, mentiría si dijera que los nervios del rubio no lo exitaban de sobremanera.- dime cariño.- empezó a hacer chupetones donde su nana no pudiera verlos, paseando sus manos por la cadera del rubio.- ¿me amas solecito?-  casi ronroneo del gusto al sentir como se eriza entre sus manos, las orejas y mejillas rojas no se resistió a morder ambas.

- s...si.- ya no podía procesar nada, sus manos instintivamente fueron a su boca, la última vez que lo agarró con la Guardia baja un sonido vergonzoso salió de su boca.

- ¿si que solecito?- las manos subían y bajaban por el pecho del guerrero, quien soltaba suspiros de gusto.

- te amo Kasef.- se fundieron en un beso apasionado y su demostración de amor llegó asta en final, la madre del rubio los regañaria asta cansarse, pero cabe decir que el príncipe no se arepentoa de nada.

- se fundieron en un beso apasionado y su demostración de amor llegó asta en final, la madre del rubio los regañaria asta cansarse, pero cabe decir que el príncipe no se arepentoa de nada

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