capitulo 31 "directo"

89 7 2
                                    

Largos fueron los días, su padre parecía no querer parar, con los soldados exausos y los caballos sedientos, el nuevo rey hablaba con el viento, pues nadie se atrevía a pedir o siquiera ponerse a su lado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Largos fueron los días, su padre parecía no querer parar, con los soldados exausos y los caballos sedientos, el nuevo rey hablaba con el viento, pues nadie se atrevía a pedir o siquiera ponerse a su lado.

- Soren, Marcus Nesesitan un descanso.- trato de que el animal avanzará más rápido, pero este no daba para más.

- lo se, mi compañero ya no puede mas.- le dio la rienda al de piel bronceada y bajo para poder alcanzar a su padre.- padre... nuestros guerreros no pueden más, Nesesitan un descanso.- el mayor parecía ido en sus pensamientos, asta que noto su presencia.

- diles que descansaremos aquí, instalen sus cosas los quiero listos para el anochecer.- el rubio dio un fuerte chiflido y empezó a dar las indicaciones, el rey se adelantó asta una pequeña colina, acercándose a la orilla.

- es hora mi señor...- una voz se escuchó sólo para el.- este paso tienes que darlo tu solo.- sintió una presión sobre su hombro, al voltear era su hija menor, su rayo de oscuridad, su salvación.

- padre, aún estoy preocupada por este viaje, tengo un mal presentimiento.- miro a los ojos verdes claro, como los de su madre, Cloudia era idéntica a su abuela.

- tranquiliza te, todo saldrá bien.- tomó el rostro de la pequeña entre sus manos y beso su frente.- vigila a los guerreros, voy a Mi "misión especial"- a paso lento se alejó, dejando a la azabache atrás.

- vuelve pronto padre...- cuando estaba dispuesta a seguirlo un abrazo la detuvo.

- Cloudia...- vio los rubios cabellos de su hermano asomarse por su hombro, donde estaba recargado.- no tienes que seguirlo, por favor soy tu hermano, yo aún te necesito.- el agarre se hizo más fuerte cuando los brazos de la fémina intentaron quitarlo.

- ¡no lo entenderías Soren!- grito, sintió como el abrazo se debilitaba, cuando las manos del rubio se alejaron de su cintura lo encaró.- padre se siente sólo y lo único que hemos echo fue hacerlo a un lado.- el rubio asintió lentamente, pero caud do la azabache quiso tocarlo se alejó.

- tienes razón, yo no podría entenderlo.- bajo su mirada, estaba dolido, todo lo que soportó fue en vano.- pero aún así estoy aquí, pidiéndo te que vengas conmigo.- la mirada sorprendida que le dio la azabache lo hizo continuar.- no tenemos que estar involu raros en esta guerra absurda, vámonos Cloudia. - estiró su mano, ofreciedosela, esperando que la esperanza que tenía no fuera desechada.- ven conmigo, regresemos a casa.- la azabache retrocedió, estaba asustada, estaba... confundida.

- yo... Yo no puedo.- le dio la espalda al rubio, su vos era firme, eso decepcionó al guerrero, pero no se rendiria tan fácil.

- si cambias de opinión, voy a marcharme esta noche, y decidas lo que decidas no cambiará el echo de que eres mi hermana y me preocupe por ti...- no intento acercarse esta ves, la dejaría sola, sabiendo que su padre ahora estaba lejos no influirá en su decisión.

- prepara a los guerreros, padre tiene algo que decirles esta noche.- cuando ya no sintió la presencia de su hermano se echo a llorar, nada sería lo mismo que antes.

- ¿que te dijo? debemos aprovechar ahora que el no está.- apenas alcanzó a distinguir la mirada rota del rubio guardo silencio, lo estrujó contra su pecho, agradeciendo el no llevar puesta su armadura para no lastimar al pequeño.

- ella no quiere ir conmigo.- se sentó en un tronco cercano con el rubio sobre sus piernas.- le... le dije que me iría esta noche, espero y no estés molesto con eso, enserio no quiero dejarla.- el castaño sólo miro con odio a todo en que se le quedará viendo al pequeño llorón entre sus brazos.

- no estoy molesto cariño.- beso la cabellera rubia, tratando de darle ánimos acarició su espalda de arriba a abajo, teniendo cuidado de no tocar nada mas.- se lo importante que es para ti...¿quieres ir a pasear? Hay unos lagos muy bonitos aquí en Xaidia, podríamos...- empezó a juguetear con los mechones rubios y hacer círculos en la espalda del mismo.- no lo se, tomar un baño.- lo último lo dijo en un suspiro al sentir como el rubio pasaba su nariz por su cuello, aspirando su fragancia natural, en un intento inocente por acomodarse en su hombro.

- no parece tan mala idea.- iba a levantase de no ser por un abrazo fuerte sobre su cintura.- ¿Que pasa?- pensando que tal ves el de piso bronceada quería un abrazo también pasó sus brazos por el cuello del príncipe.

- aveces odio que seas tan despistado.- murmuró escondido en el cuello ajeno, se aseguró de que no hubiera nadie a la vista y sin pena alguna mordió el hombro del pequeño en sus piernas.

- ¡oye eso duele!- le dio un sape al que mordía a gusto su cuello, quien sólo apretó más su mandíbula por el golpe.- ya wey...- el castaño lo miro confundido.

- ¿Que es eso?- el rubio tapo su hombro ahora rojo y lo miro con claro enojo.

- eso eres tu, mira como me dejaste.- una clara hilera de dientes se veía marcada en su hombro y cuatro circulos, los que suponía eran los colmillos de su compañero.

- pero si te ves magnífico, así nadie podrá tocarte porque tendrás mi marca.- se levantó aún con el rubio en brazos, aprovechando la falta de armadura que lo protegía de todo, escuchando vagamente los reclamos del rubio por ser llevado cual niño.- tranquilo amor mío, yo te ayudare a cambiarte si gustas.- más reclamos salieron de los labios rosas del ser entre sus brazos, haciéndolo reír por lo infantil que era, vio como el menor se cruzaba de brazos con las mejillas rojas, asta que lo escucho reír sin burla y lo miro curioso.

- Kasef.- el castaño lo miro de reojo y sonrió por tener toda la atención del rubio en el.

- dime mi floresita de campo.- soltó cariñosamente aquel apodo, de los muchos que le tenía al rubio.

- ¿enserio quieres casarte conmigo?- ante tal pregunta paro en seco y encaró al rubio.

- ¿no es muy obvio mi pastelillo?.- lo bajo, si el ser indirecto no funcionaba, tal ves sólo tenía que ir más al grano.- tu, Soren guerrero de la corona de Katolis, tu me tienes loco desde que tienes 5 años, rondas por mi cabeza día y noche, me es imposible borrar la sonrisa inocente que me das todos los días cuando resives una flor en las mañanas de mi parte, quiero que me dejes pasar el resto de mi vida a tu lado.- beso las manos del rubio, este antojado asta las orejas sólo lo abrazo con ganas, estaba feliz, a pesar de lo que pasó con su hermana.

- si quiero.- sintio los brazos del mayor por su cintura, este junto la frente del rubio con la suya, soltó un suspiro enamorado.- p...pero, nisiquiera somos pareja o algo asi como lo fue mamá.- el castaño frente a él asintió besando si frente.

- bien, lo aremos a tu modo.- se info frente al rubio y lo miro directo a los ojos.- tu mi hermoso rubio ¿quieres ser mi pareja?-

- tu mi hermoso rubio ¿quieres ser mi pareja?-

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El cuento favorito de SorenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora