capítulo 9 "bosques embrujados"

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Los ojos azules de Soren esperaban impacientes por una respuesta, al no obtener ninguna bajo la cabeza, apoyándose en el hombro del castaño

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Los ojos azules de Soren esperaban impacientes por una respuesta, al no obtener ninguna bajo la cabeza, apoyándose en el hombro del castaño.

- dime...dime si soy tan desagradable y no me quieres tener a tu lado...- no quería llorar, ya no quería mostrarse débil ante nadie

Sin dejar al castaño procesar nada, corrió empujando a su madre sin darse cuenta, corrió escaleras abajo, casi cae pero no paro, siguió corriendo asta llegar a donde se encontraba su Portillo marrón.
Sin mirar atrás salió de Neolandia al oscuro bosque que lo llevaría de vuelta a Katolis, la luna estaba en lo alto alumbrado el camino del rubio, sus ojos iban inundados en lágrimas, sólo dejaba que su caballo galopara a donde se le antojaba, asta que este paro de repente asustando al rubio.

- ¿que pasa? ¿porque te detienes? -  con la manga de su camisa limpio sus lágrimas, viendo frente a el un grupo de caza recompensas.

- mira que tenemos aqui...- uno de los 5 tipos se acercó, el Portillo dio pasos hacia atrás por el jalón temeroso que Soren dio a su reinda. - es un lindo niño, vagando por estos...peligrosos bosques, llenos de maleantes y animales salvajes.-

- sólo estoy de paso. - intento sacarles la vuelta, pero dos de los cazarecomoensas estaban detrás suyo dejando sin escape. - no tengo nada de valor con migo, no tengo nada más que mi caballo y lo que traigo puesto. - sus nervios aumentaron al ver a los dos señores restantes acorraladolo.

- no estamos interesado en tus pertenencias niño.- de su cinturón tomó un pequeño saco café y lo agitó.- ganamos mucho hoy y creo que es necesario celebrar si un lindo chico como tu nos acompañará...- sin cuidado ninguno arrebató las riendas del caballo. - ¿que dices? ¿nos acompañas lindura? -

El caballo no quiso avanzar al ser guiado por ese horrible señor gordo, Soren se asustó al sentir como era tumbado del potrillo y ataban sus manos en su espalda.

- ¡n...no! ¡Déjenme! ¡no tengo nada lo juro! - pataleo intentando quitar el hombre enzima suyo.

- mira lo, parece una fiera.- soltaron una fuerte carcajada, al ver al rubio patalear el aire al ser levantado sin cuidado.

El viento movió las copas de los árboles, hojas cayeron por la fuerza del viento un rugido se escuchó entre en frondoso bosque, eso alertó a los cazarecomoensas, últimamente sombras de enormes dragones se veían en las nubes.

- ¡callense...!- todos dejaron de reírse para poner más atención a su alrededor.

Como si de una respiración se tratara el viento empujo a los cazarecomoensas, dándole una escapatoria a Soren, no lo pensó cuando tomó de vuelta su caballo y corrió junto a el a un lugar "más seguro", cuando escucho las voces y los galopes de los caballos, apresurado subió a su Portillo marrón y lo hizo correr por los bosques.

- ¡atrapen lo! - el jefe de los cazarecomoensas grito, aumentando la velocidad.

Una flecha en la pata del Portillo los hizo caer, el animal no podía moverse bien, su pata herida ya no lo dejaría correr libremente.

- vamos chico. - intento levantar al caballo jalando de las riendas, tratando de ayudarlo a ponerse de pie. - no puedes terminar aquí, aún no es seguro... - sus ojos azules empezaron a soltar lágrimas nuevamente. - vamos amigo levanta te, aún tenemos un largo camino que recoger para llegar a casa...- una rama se escuchó a sus espaldas, pero no le tomó importancia, su mejor amigo estaba muriendo. - por favor, aún podemos lograrlo.-

- pobre chiquillo iluso. - un tirón en su camisa lo levantó de l suelo. - ese animal ya está muerto.- calló al recibir una patada en el estómago.

- ¡claro que no! El es el caballo más valiente de todos. - como pudo se soltó del agarre en su camisa.- mi maestro me lo dio, y el va a poder vivir...- al momento de voltearse para ver a su compañero, una patada en su espalda lo hizo caer sobre el herido animal.

- ¡eres un mocoso iluso! Y tú como tu tonto caballo... - el hombre se soltó su cinturón y lo tiro.- van a saber como es la vida realmente.- aún arriba del potro Soren se dio la vuelta.

El hombre pateo el estómago del rubio y lo piso asta hacerlo escupir sangre por la boca, lo último que logró ver Soren, fue al hombre gordo caer de espaldas y unos ojos avellana mirarlo con lastima.

Se podía ver a un joven moreno tirar una gruesa rama de arbol, para poder levantar al rubio, miro con lastima al animal frente a el, atender su herida no sería de utilidad a estas alturas, pudo apreciar con sus ojos, como el caballo intentaba levantarse al ver que el moreno se alejaba con su dueño, tenía suficiente corazón para no querer separarlos, después de todo, el rubio no se fue esperando al caballo se levantara.

- será peligroso si nos quedamos.- con algo de esfuerzo trato de lenvartal al caballo.- tendrás que hacer un esfuerzo para levantarte por ti mismo.- rompió la flecha por la mitad, y de un jalón la saco de su pierna.- vamos inténtalo de nuevo.-

Al segundo intento el animal se puso de pie y a paso lento, siguió al moreno a una vieja y gastada cabaña.

- no es mucho, pero aquí tengo comida, agua y algo de medicina para curar a este chico.- dejo al rubio en el sillón, mirándolo bien, parecía ser 3 años menor que él, se veían algunas raíces oscuras en su cabello, notando así que su rubio no era natural.

Busco algunas yerbas medicinales para el lastimado estómago del rubio, cuando pudo hacer una buena mezcla que pudiera beber y untar en su estómago, levantó la camisa del extraño niño en el sillón, empezó a untar la extraña mezcla verde cuando un quejido lo hizo mirar los ojos azules que lo miraban con miedo al ser descubierto despierto.

- n...no me hagas daño, no tengo nada que pueda serte útil y...- de repente calló tomando en cuenta que no estaba su Portillo.-¿d...donde está mi caballo? ... ¿donde...donde estamos nosotros? - miro alrededor mirando las descuidadas paredes de la pequeña casita.

- estamos en en mi vieja casa, estaba viajando a Katolis, pero me encontré contigo y ...tu situación y ahora aquí estamos.- con cuidado siguió untando la mezcla verde en su estómago. - tu caballo esta afuera y por como se ve... no creo que aguante hasta mañana, el sólo se levantó para acompañarte asta aqui.- ayudó a Soren a levantarse, salieron y vieron al Portillo acostado mirando la puerta.

- estas bien.- corrió ignorando el dolor en su estomago y abrazo al animal en el suelo.- te vas a poner bien, mi maestro te va a curar y volveremos a cabalgar juntos ¿deacuerdo? - como si el animal entendiera negó con la cabeza y se recargo en Soren. - no puedes darte por vencido, si es necesario volveremos a Neolandia y buscaré un doctor...- el moreno se limitó a verlos desde el marco de la puerta.

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