Marta encendió una gran cantidad de velas, y saco un extraño péndulo de cristal.
Nos pidió tomar las manos de Frank y que por nada del mundo la soltaran.
Comenzó entonces a tararear una canción, no conozco el idioma y por ende no entendía nada.
Sus ojos extrañamente comenzaban a ponerse más y más claros, al punto que no se veían las pupilas, solo dos cuencas blancas brillando en la oscuridad.
Ella tomo entonces una oz gigantesca de color negro, y comenzó a moverla mientras caminaba a nuestro alrededor.
Mis manos temblaban y Frank solo me sujetaba firmemente, como si quisiera darme apoyo o protegerme.
Miles me miraba fijamente, para luego mirar las velas y a marta.
Ambos estábamos nerviosos, pues sabíamos lo que podría pasarnos.
La imagen de Blake pasaba una y otra vez frente a mis ojos, mientras mi mente me gritaba por haber soltado su mano.
Mi estómago ardía por el golpe que aquella cosa me dio.
*
*
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Podía verla.
Pequeña y de porcelana.
Se reía de mis intentos por contactar a Blake Langermann.
Parece tan acostumbrada a hacer esto.
Y lo peor es que parece inmune a mis rezos.
Aun así, yo seguí formando el circulo de protección.
Waylon y Miles son sus víctimas elegidas, y por ello la carnada perfecta para recuperar a Blake.
Pero no por ello quiero ponerlos en peligro.
Mi maestro enfurecería si dejara que algo les pasara.
Traer a estos dos aquí es demasiado peligroso, y me gustaría haber traído a más gente.
Pero mi maestro está de viaje, y no había nadie más a quien llamar.
-marta, debes cantar más fuerte, puedo escuchar cómo se acercan-me informo Frank.
Mi cuerpo se estremeció por el frio aire, y pude escuchar como la puerta se abría.
Sujete con más fuerza mi oz, y cante con más fuerza, repitiendo las palabras que me habían protegido con anterioridad.
*
*
*
El olor a rosas y las risas me ponen nervioso.
Marta canta y "corta" el aire a nuestro alrededor.
No entiendo del todo que pasa, pero puedo jurar que acabo de ver a Little pig pasar corriendo por el corredor.
Amo ese peluche, pero ahora también le temo.
Es increíble pensar que ese peluche tan adorable y tierno, con el que dormí y me bañé por varios días, es producto de un demonio.
Incluso pensar que esa persona que me causo increíbles orgasmos con solo su imagen, era dicho demonio.
Me cuesta tanto creerlo.
Y ahora mismo desearía no estar en lo que yo llamaba hogar, desearía estar bebiendo una cerveza con mis amigos, y desearía no estar sintiendo esas fuertes manos sujetando mis caderas.
-Frank...-
-cierra los ojos y no sueltes mi mano Miles-
- ¿Qué sucede? -pregunto Waylon.
-no sueltes a Frank, vale...yo estoy bien-
No quería asustar a Waylon.
Sé que puede ser muy valiente, pero si sabe lo que me está pasando podría soltar a Frank.
Y no quiero ni imaginar lo que pasaría si lo soltamos.
¨*
*
*
*
Miles quizás no lo notaba, pero su chamarra se movía de forma tenebrosa.
Y si eso no es suficiente para asustarme, la palabra Darling no deja de sonar en mi cabeza.
Además, puedo ver a cientos de muñecas de porcelana bailando en el pasillo.
Algunas saltan, otras bailan, y unas pocas mueven sus manos llamándome.
Quiero ir con ellas.
Se ven tan lindas y felices.
Y esa voz es tan tentadora.
Siento que ya la he escuchado antes.
Quizás en otra vida.
La escucho llamarme por mi nombre, me dice que debo ir con él.
Me ama, puedo sentirlo.
Pero luego la mano de Frank me aprieta con fuerza, y eso me recuerda lo que en verdad está pasando.
Eso no le gusta al hombre de ojos azules, y tampoco a las muñecas.
Ellas cambian sus pequeños rostros, de hermosas y brillantes sonrisas a furia y tristeza.
Algunas ahora se ven rotas y viejas.
Y es entonces que me fijo en lo diferente que se ven sus vestuarios.
Mi madre solía usar vestidos idénticos a las más recientes, y las muñecas más rotas vestían vestidos pomposos y grandes.
Como si fueran una colección.
Cada una perteneciente a diferentes épocas.
*
*
*
Poco a poco nos están rodeando.
No pueden entrar a la sala, por ahora estamos a salvo, al menos Marta y yo.
Pero Waylon ya se ha visto tentado por Gluskin.
Lo sé porque está maldiciéndome e insultándome.
Está furioso, y sé que si logra llegar a nosotros nos matara.
Aunque hay algo que llama mi atención.
Por unos segundos Waylon vestía un largo y blanco vestido de novia.
Eso no me gusta nada.
Miles por su parte sigue igual que siempre.
Las manos deben haber desaparecido ya, pues el cello esta puesto.
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Muñecos en la Noche
ФанфикMiles acababa de mudarse, tenia un trabajo perfecto y dos mejores amigos. Es por ello que no entendía porque le estaba pasando toda esta pesadilla. Y todo comenzó cuando encontró ese maldito muñeco.