Muñecos en la Noche

Amigos

Miles y Richard tenían una relación desde hace 12 años, prácticamente ellos y Jeremy habían sido los mejores amigos desde hace niños.

Claro está Richard y Jeremy eran más unidos, al punto de haber puesto un negocio juntos.

Ambos siempre tuvieron ese extraño interés por las cosas paranormales, pasaban largas horas creando nuevos artefactos, comprando libros, entrando a casas abandonadas y hasta grababan todo eso.

Miles tenía una vieja cámara que era de su padre, y siempre se unía a los dos.

Cabe decir que el día que Richard le pidió matrimonio a Miles fue durante una exploración a un manicomio abandonado, puede que no haya sido lo más romántico del mundo, pero Miles estaba fascinado con eso, era totalmente el estilo de ambos.

Quizás fue por eso que Miles no dudo en tomar su cámara y manejar hasta Mount Massive para ver el lugar del que le había hablado Blaire.

Todas esas muertes y la promesa de actividad paranormal fuerte le entusiasmo demasiado, quería tanto experimentar todo eso, y más aún poder grabarlo.

Tomo su cámara, armo su maleta y tomo el auto de Blaire.

Los tres vivían juntos, así que era normal para Miles usar el auto de Richard o el de Jeremy.

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Miles era una persona imprudente, impulsiva y terca. Quizás fue eso lo que termino enamorándolos, pero también no impedía que él se preocupara por su esposo.

Y más aun tratándose de Mount Massive.

Había pasado los últimos cinco años estudiando esta casa, ahorrando cada pequeño centavo para poder comprarla, y lo más importante es que se estaba arriesgando el pellejo en este último proyecto.

El y Blaire escribían libros sobre investigaciones paranormales, Murkoff así los llamaron. En un inicio dependían de los ingresos de Miles, a veces no tenían nada que comer, y se conformaban con lo que una vecina les preparaba.

Fueron tiempos difíciles, hasta que sus libros comenzaron a venderse, no éramos muy populares en las litas de libros, pero al menos pudimos comenzar a explorar nuevos lugares.

La gente nos llamaba para que fuéramos a ciertas casas, a edificios y hasta cementerios.

Éramos pequeñas celebridades en este mundo tan escondido, y eso aumentaba mi ego.

Quizás por eso no me sorprendió que una dulce mujer nos pidiera ayuda con Mount Massive.

Ella nos mostró todos esos recortes de periódico, los registros de los compradores de la casa, e incluso algunas fotos que ella misma había tomado.

Esto era oro puro, lo que habíamos esperado toda nuestra vida.

La señora Gluskin nos ofreció quedarnos el tiempo que necesitáramos en la casa, nos dijo que lo único que quería era descubrir la verdad.

Nos habló de algunos de los casos que ella conocía, la verdad nos sorprendió que esta mujer supiera tanto, pero no podíamos negarnos a investigar Mount Massive.

Y estoy seguro que con ayuda de Miles y de Blaire podríamos descubrir cuál es la verdad detrás de eso llamado Walrider.

-así que esto es Mount Massive, -fue lo primero que dijo Miles cuando bajo del auto, yo me acerque para ayudarle con su cámara, y él me beso. - ¿Dónde está Blaire? -

-instalando los micrófonos en el ático-

En ese momento Blaire abrió la ventana del ático y se asomó para saludarme.

-hola guapo-

-mueve tu trasero y ayúdame –grito Blaire con una enorme sonrisa.

-deberíamos entrar, ya quiero ver la casa-

-vamos entonces-

Miles jalo mi mano y abrió aquella puerta de madera.

De haber sabido lo que sucedía, jamás hubiera dejado que Miles tocara el pomo de esa puerta, y mucho menos que se acercara a esa casa.

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-entonces Richard y yo-

-eran esposos-

-Jessica... ¿Qué me paso? -

En ese momento las ventanas comenzaron a retumbar, era como un terremoto gigantesco.

-es Chris está buscándote-

- ¿Qué hago? -

-sígueme-

Jessica tomo mi mano y juntos saltamos por la ventana, me asusté por un momento cuando me di cuenta que la casa se veía mucho más antigua.

Ella me hizo una seña de silencio y me arrojo contra los arbustos.

-Jessica, ¿Qué haces aquí? -

Desde los arbustos podía ver a un hombre, era calvo y tenía una mirada perdida.

-solo estoy jugando-

-bien, ten cuidado...Chris está muy enfadado hoy y no quiero que te lastime-

-Billy podría ir a tu...-

-siempre eres bienvenida, y lleva a Miles contigo-

Yo me asuste un momento, y al parecer Jessica también.

Ella tomo mi mano y corrimos detrás de ese hombre.

De alguna forma, sentía que ya lo conocía.

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Al fin, después de casi 30 años nos volvíamos a ver.

Miles Upshur estaba de nuevo al alcance de mis manos, y de pronto no podía encontrarlo.

Nadie podía verlo, había estado recorriendo toda la casa y no encontré nada.

Era frustrante que después de todo lo que había sucedido le siguieran separando de lo único que en verdad amo en su vida.