Continuaba hospitalizada, con ese dolor que la aprisionara, no solo era físico también espiritual, no había día que no llorara mostrando que su cuerpo estaba lleno de dolor, quería desaparecer, dejar de sufrir, dejar de existir, sus planes fueron obstaculizados manteniéndola en vigilancia, pero sin duda eso no dejaba que ella siguiera planeando, debía soportar un poco más para finalmente descansar en paz.
Uso un solo instante para salir corriendo de aquel hospital, no le importó estar sin zapatos, vestida aun con la bata corrió entre la gente esquivando a los guardias y sin escuchar las voces que le pedían que se detuviera. Su cuerpo pronto le pareció pesado, las plantas de los pies le dolían eso sin mencionar la torrente lluvia que caía, sin darse cuenta llego a unas vías, ahí se detuvo cuando escucho a lo lejos un tren. Mirando hacia su dirección camino deprisa al puente más cercano.
Brinco la fría barda de protección posicionándose a orilla de la perdición, lo único que evitaba que callera desde una altura letal era el equilibrio permitiéndole mantenerse, sus heladas y delgadas manos a penas tenían fuerzas para sujetarse firmemente, ya no tenían fuerza. Cerrando los ojos y suspirando hacia el cielo estaba lista para morir, poco a poco se soltó y lentamente se impulsó hacia delante al escuchar al tren acercarse.
Ya voy
—¡HINATAAA! –Sus manos se sujetaron del barandal a tiempo de caer con una fuerza que creyó no tener. Con el corazón acelerado abrió los ojos mientras el tren avanzaba por debajo de ella haciendo tambalear un poco la zona, no tenía duda había escuchado la voz de Naruto, volvió a brincar la barda hacia la seguridad buscando desesperadamente al dueño de esa voz.
No lo soñé, no lo soñé, ¿Dónde estás? .Corrió por todo el lugar, sin encontrar a nadie, con la mano en su pecho pronto se dio cuenta que eso era una ilusión, él estaba muerto y nada podía hacer, cayó en cuenta de que todo había sido su imaginación. Cansada y devastada cayó sobre sus rodillas con los ojos completamente inundados por lágrimas, pronto eso no fue suficiente, comenzó a llorar desconsoladamente gritando en medio de la lluvia.
La policía llego al lugar luego de varias llamadas que denunciaba haber oído gritos desgarradores en esa zona, no tardaron en dar con ella para luego custodiarla de nuevo al hospital donde su familia la esperaba.
—Puedo pasar a verla .-Pregunto su padre, al recibir el consentimiento entro encontrando a Hinata abrazando sus piernas mientras escondía su cabeza entre sus brazos.
—¡Vete!, ¡Dije que no quiero ver a nadie!
—Hinat....
—¡QUE NO ME OYES! ¡NO QUIERO A NADIE AQUI!
—Hija comprende solo queremos que estés bien
—¡USTEDES NO ENTIENDEN QUE ME QUIERO MORIR! ¡YA NO QUIERO ESTAR AQUI! ¡NO SOY NADA SI EL!
—No creo que a él le hubiera agrada oírte.
—¡ÉL YA NO ESTA AQUÍ! –Hinata miro hacia su dirección con unos ojos rojos llenos de rabia, de furia, su padre sintió un escalofrió que le recorrió toda el alma, jamás había visto esa mirada llena de odio y rencor, por un momento sintió miedo.
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ÍMPETU: SOLO MÍO (NH)
RandomLos personajes de Naruto no me pertenecen, son del gran Masashi Kishimoto. Las imágenes no son mías créditos a sus respectivos creadores. Tiempo alterno.