Los personajes de Naruto no me pertenecen, son del gran Masashi Kishimoto.
Las imágenes no son mías créditos a sus respectivos creadores.
Tiempo alterno.
Se preguntaba mientras aquel grotesco hombre arremetía contra su cuerpo, sentía como la penetraba con rudeza mientras tenía los brazo atados a su espalda, obligándola a estar boca abajo mientras el sujetaba sus glúteos para levantarlos a la altura deseada para él. Ya hace tiempo dejo de llorar, la usaban como querían, él y Sora.
Sora fue desterrado de la familia Shimura, por lo que su cuenta bancaria comenzó a decaer por todos los regalos que le hacía a Hinata, ya que había prometido no tocar las acciones de la asociación de bancos donde el señor Hyuga también participaba, esto por Hinata ya que sabía que si los vendía la perdería puesto que eso era la soga con la que la tenía atada a su disposición. Pronto encontró un nuevo socio de negocios oscuros por supuesto. El señor Shiranami tenía un negocio de tráfico de armas que inmediatamente capto a atención de Sora, al conocer a su nuevo socio también callo a los pies de la hermosa Hyuga decidiendo conquistarla, no conto que Sora ya tenía un acercamiento con ella por lo que decidió no quedarse atrás, al grado de amenazarla con su familia si no aceptaba salir con él, claro a espaldas de Sora.
Se sentía como una prostituta que ofrecía sus servicios a cambio de la estabilidad económica y la seguridad de su familia, si no hacia lo que esos dos le pedían uno los dejaría en la calle y el otro mataría sin piedad a su padre y a hermana. Mientras aquel sujeto sigue embistiéndola, Hinata cierra los ojos buscando un pensamiento que le permita sentirse bien, que le permita fingir que está disfrutando como lo hace su amante.
Al cerrar sus ojos busca desesperadamente esa imagen, la imagen que le permite suspirar de nuevo, Naruto sobre ella mirándola con amor mientras sus respiraciones se sincronizan al mismo tiempo en que se une en uno solo.
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—Te amo Hi.. hmm hina Hinaa...ta!!!!
—¡Yo mássss! ¡Te amo Naru-to...¡¡Ahhhhh!!!!!......
Solo así puede llegar al orgasmo de otra manera jamás lo haría, trataba de complacer a ese horrible hombre de lo contrario se ganaría una tremenda bofetada como se la había propiciado hace un tiempo al decirle que no había disfrutado su encuentro sexual. Para ella era oficial era una puta que solo hacia lo que quisieran con ella, pero eso ya cavaría pues tenía un plan para deshacerse de ambos.
—Ahhh eso estuvo bien preciosa, es hora de desatarte has sido una buena chica.-Al desatar sus manos la voltio solo para besar su cuello.
Hinata le acaricio la cabeza siguiéndole el juego. —Entonces Shiranami ¿harás lo que me prometiste? –Mientras le preguntaba de manera seductora le sujeto la cabeza para que la mirara.
—Ya que lo dije, por ti lo que sea, tu solo mandas y yo obedezco. –Dijo mientras decencia hacia sus pechos con la intención de tomarlos pero Hinata no se lo permito.
—Hey, no tan rápido, ¡¿cuándo?!
—Hoy, ya te lo había dicho, esta misma noche, Sora no te volverá a molestar ¿Contenta?, porque no mejor me alimentas con estas deliciosas toronjas que tienes aquí.
