Rechazando mi Destino - KatsuDeku

Capítulo 13: ¿Resolviendo?

¿Cuánto tiempo lleva mirando a la bolita rosa que descansa sobre sus brazos? Su nariz es idéntica a la de su familia, al igual que su cabello oscuro, no hay muchos rastros de Bakugou en el rostro de su bebé.

Es tan amable llorar, porque es lo único que quiere hacer, después de 38 semanas, por fin tenía a la personita que tanto añoró ver. Sus ojos intercambian entre su regazo y Bakugou, el chico estaba más que absorto por la imagen que procesa su cerebro, por fin era un padre oficialmente, y sabe que jamás podría darle la espalda a un hijo.

Antes, del embarazo obviamente, Katsuki creía que los padres eran unos imbéciles por ver a sus hijos como los seres más hermosos del planeta, y es que algunos eran terriblemente feos, sin gracia, llenos de defectos, tenían un ojo más grande que otro, los labios muy grandes o pequeños, sin embargo, la cosa hinchada, es el ser más precioso que había visto en la faz de la tierra.

No puede comparar la belleza de Deku con la del pequeño ser, debido a que Izuku le provoca deseo, y mientras que la nueva vida solo despierta amor de mil maneras.

—... — Abrió la boca para hablar, y el peliverde lo miraba atento para saber su opinión, su bebé llevaba minutos en su pecho y ambos no habían dicho nada realmente, y ahora mismo no pueden salir palabras coherentes, los agradecimientos no son suficientes, ninguna palabra puede materializar sus sentimientos.

Pero no había sido sencillo llegar hasta este momento, no, las cosas eran más difíciles de lo que ambos habrían querido.

☙◆❧

Meses antes

Después de una apasionada ronda de besos, caricias muy profundas y roces para nada inocentes, se encontraban de nuevo viendo hacia el techo, tratando de calmarse por lo que parecían temerosos de concluir lo inevitable.

Sobre todo, Bakugou.

Lo buscó un millón de veces en Google, había investigado si había consecuencias por tener relaciones en el embarazo, cuando iba en la primaria, recuerda que una chica le dijo que el pene del alfa podía picarle el ojo a un bebé, ciertamente es una estupidez, aun así, no iba a ser un irresponsable, otra vez.

—Kacchan... — Prefirió sentarse, su vientre no le dejaba estarlo cómodamente, pero esto no puede seguir así, no en una situación donde Bakugou le trata como un virgen, cuando él fue quien le quitó eso.

Recogió su cabello hacia atrás mientras suspira, es un tema en las últimas semanas, lo han estado tratando de hacer y es el rubio quien siempre se detiene después de preparar la entrada del omega. — Izuku. — Ya iba a comenzar su discurso de por qué sería mejor evitar la penetración, es lo ideal en todos casos, pues podría lastimar a su pareja o hacer que se sofocara con los movimientos, había un buen pretexto que al inicio Deku creyó convencido, ahora solo suena a basura.

Rodó los ojos antes de interrumpir la misma cantaleta. — Quiero que lo hagas, Kacchan, hace meses lo hicimos por 3 días, ¿Te recuerdo que lo hacíamos una tras otra? — El embarazo era lo menos sorpresivo de aquella ocasión. —Ahora quieres que nos portemos como si nada, yo también quiero vivir mi vida sexual libremente, los dedos no son suficientes. —No tenían el grosor ni la temperatura que posee un falo, y eso es lo que quiere: Un maldito falo dentro de él.

—¡Izuku, joder! — Esas palabras, no eran vulgares como las que suele usar él, pero decían mucho más que una oración llena de groserías. —No quiero lastimarte. 

—Tu pene no mide 30 centímetros, no es como si me pudieras lastimar por profundidad o grosor, estaré bien. — Detesta cuando al peliverde se le sale el espíritu emprendedor y confiado, pues dice las cosas sin un pelo en la lengua.