Ha pasado un año desde la muerte de mi mejor amigo, Tai. Y aún no he podido superar dicha perdida.
Creí que después de afrontarlo todo estaría bien, pero no tenía la menor idea de que las cosas iban a empeorar, de que un nuevo enemigo apareciera con...
Tuve mucha suerte de haber llegado a tiempo, Tai pudo haber muerto sino hubiera intervenido a tiempo y Piedmon habría ganado. A pesar de haberle salvado la vida en el último minuto, aún corría el riesgo de morir, las heridas que fueron provocadas en la pelea fueron muy graves.
Piedmon: ¡Maldito mocoso! -grito enfurecido- ¡Jokermon, dijiste que los habías eliminado!
Jokermon: Y así fue, no entiendo como fue que sobrevivieron.
Matt: Eso no importa, lo que importa es que me voy a llevar a mis amigos o sino...
Piedmon: ¿o sino qué? -se burló- Tú solo no vas a poder proteger a tu amigo.
Matt: ¿Quién dijo que estaba solo?
De pronto, todos mis amigos llegaron para apoyarme, todos habíamos sobrevivido y habíamos llegado para rescatar a Tai.
Izzy, Mimi y Joe llegaron encima de Kabuterimon para atacar a Myotismon, mientras que Sora junto con Garudamon atacaron a Jokermon por la espalda.
Piedmon no se esperaba tal ataque sorpresa, se había quedado pasmado. En ese momento, yo aproveche la oportunidad para atacarlo junto con MetalGarurumon.
Entre tanto, Puppetmon también fue atacado por la espalda bruscamente por Angemon. T.K apareció detrás de Kari, Gatomon y Agumon, y los libero rápidamente.
T.K: ¿Te encuentras bien, Kari? -dijo mientras la abrazaba.
Kari: Yo estoy bien, pero mi hermano.
Después de haber confundido al enemigo por unos segundos, aproveche para que todos pudiéramos escapar. MetalGarurumon arrojó dos bombas de humo al piso para así generar más confusión y poder escapar rápidamente.
Matt: Rápido, tenemos que buscar un lugar donde podamos estar seguros -avise a los demás mientras nos alejabamos de la zona.
Unos minutos más tarde.
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Llegamos a un viejo mercado al otro lado de la ciudad, lejos del infierno de Piedmon, teníamos el tiempo suficiente para poder ayudar a Tai y ponernos a salvo.
Sora: ¡Tai! -grito muy preocupada mientras yo recostaba a Tai en el piso- Esta muy herido.
Matt: ¡Tai, despierta! -dije mientras lo movía ligeramente- ¡Te necesitamos, despierta!
Temíamos mucho de que no hubiéramos llegado a tiempo para salvarle la vida, pero estaba claro que habíamos llegado en el último segundo, puesto que podíamos ver como Tai aún respiraba a pesar de las múltiples heridas.
Kari: Mi hermano esta muy herido -dijo muy preocupada mientras T.K la abrazaba para calmarla.
