Si es contigo, mejor

Capítulo 3

I

- Entonces ustedes comenzaron a salir casi que al mismo tiempo que nosotros.- dice Miguel tomando un vaso de agua.

- Si.- respondo.

- ¿Cuando fue que Sofía la conoció?

- Fue unas de semanas después. Para la fecha Laura y yo ya teníamos una buena relación y pensé que sería buena idea presentársela. Así que la invité al bowling con Laura.

- No sabía que a Sofía le gustara el bowling...

Me parece increíble. Sofía ama el bowling. Es una de las mejores que conozco y este me dice que no lo sabía. No entiendo cómo puede pretender que ella esté feliz si no conoce algo tan simple como eso. ¿Nunca hablan de sus gustos?

- Si, le gusta un poco.- digo.

- Eso es interesante. ¿Qué otra cosa le gusta?

- ¿Jamás se lo preguntaste?

- Nunca hemos hecho esas cosas. Siempre decimos las cosas cuando nos provoca y ella nunca me mencionó nada del bowling.

Ahora comienzo a comprender un poco más. No es sólo el hecho de que ella lo culpe a él por nuestras diferencias. No la debe estar pasando demasiado bien con este sujeto.

- Bueno, pues deberían.

- ¿Tu lo haces con Laura?

- Todo el tiempo. Uno nunca conoce por completo a su pareja.

- Bueno...- hace una pausa - ¿Sigues siendo virgen?

- No te responderé eso.

- Con esa respuesta te delatas.

- No es cierto. Sólo no quiero decir si hice algo con mi novia o no.

- Siempre significa que hicieron algo.

¿Sofía es virgen aún?

- ¿Es en serio?

- Si.

- Pues no te voy a responder, amigo.

- Entonces no lo es.

- No quiere decir nada. Solo no quiero decirte si hice algo con mi novia ¿Cierto?

Odio cuando usan mis palabras, pero es verdad. Respeto mucho a mi novia cómo para decirle a este tipo si ella sigue siendo virgen hoy en día, aunque admito que debí omitir esa parte. Igual, ya lo sabía. Sofía me contó su primera vez con este tipo y realmente quería demostrarle mi punto. Antes nos contábamos todo...

- ¿A Sofía le cayó bien Laura ese día? - pregunta cambiando el tema.

- La verdad no sé. Ese día fue incómodo.

- ¿En qué sentido?

- Seguro recuerdas ese día. Nosotros salimos el 25 de abril.

Miguel se pone a pensar y tarda un poco en acordarse. Cuando lo hace, su cara refleja perfectamente sus ganas de salir corriendo por la vergüenza.

- ¿Te contó de eso?

- Mejor amigo, viejo. Disculpa.

- Supongo que te dio una risa tremenda cuando te lo dijo.

- No, la verdad no tanto. Se trataba de Sofía y estaba muy mal por eso.

- Si, pues...- dice tapándose la boca - No fue uno de mis mejores momentos...

- Pues, gracias a tu "no mejor momento", el objetivo de ese día se fue a la ****

II

- Entonces me fui y lo dejé comiendo - dice Laura por teléfono - La verdad no tenía ganas de seguir hablando con él ni mucho menos de pasar tiempo juntos.