Si es contigo, mejor

Arco 3: Problemas de confianza - Capítulo 16

I

Cuando eres joven cada problema parece ser caótico cuando en realidad es una tontería. Bueno, yo justo ahora me siento en una situación realmente caótica. Mi mejor amiga y yo estamos enamorados y lo mejor que se nos ocurre es tener sexo toda la noche y seguir con nuestras vidas mientras, progresivamente, le vamos dando vueltas a cómo evitar desatar una ola de corazones rotos a diestra y siniestra. Porque sea lo que sea que decidamos hacer alguien va a salir herido de igual forma.

Es decir, mi novia (a quien realmente quiero) se quedaría pasmada y muy molesta si llega a descubrir que al final mi mejor amiga si resultó ser la chica a la que amo y con la que disfruto más cada momento en el que estoy con ella. Por otro lado, el pobre de Ricardo estaría muy decepcionado si se enterase de que después de tanto insistir y lograr hacerse el novio de la chica más hermosa de la escuela, en mi opinión, está enamorada de su mejor amigo y que además era su buen compañero de clase.

Y por último si me tengo que alejar de Sofía estoy seguro de que no me voy a permitir nunca más en la vida ser feliz, ni siquiera por el hecho de que esté enamorado o no, sino porque no confío en nadie mas que en ella, al menos fuera de mi familia, y ella me ha confiado tantas cosas que me es imposible desde la otra noche poder pensar siquiera en no estar con ella cuando necesite algo. Es rudo, no se, y capaz la respuesta está justo frente a mi pero no la veo. ¿Que hacer? Además no es como si mañana rompemos con nuestras parejas y luego ella y yo seremos felices para siempre, nos vamos a sentir mal.

Después de aquella mañana en que Sofía montó aquel show en mi casa, irremediablemente tuve que explicarle a mi madre TODO lo que había pasado hasta llegar al punto al que llegamos, obviamente omitiendo las partes gráficas, claro está. Le expliqué todo, desde aquel primer día en que quiso que la viera desnuda, pasando por el beso cuando nos reconciliamos, el beso que me dio "dormida", cuando tuvimos sexo el otro día hasta llegar a la noche anterior donde por fin aceptamos todo y sólo nos dejamos llevar.

Mi madre estaba perpleja por tanta información, como si lo que le conté fuera el secreto para combatir el hambre o algo así. No fue hasta que llegó en la noche pudimos hablar correctamente y me dijo lo que opinaba al respecto.

- Hay que ver que ustedes son unos sinvergüenzas - dijo riendo y al mismo tiempo medio enojada - hacer todas esas cosas aquí en la casa y encima negar que pensaran en el otro de esa forma. ¡Qué caraduras!

- La verdad es que en mi diminuto cerebro yo sólo pensaba que eran ese tipo de cosas que haces con tu mejor amiga cuando tienes demasiada confianza.

- Nah. No seas ridículo, hijo, ustedes sabían perfectamente qué estaban haciendo.

- No es como si de verdad queríamos que las cosas llegaran a este punto, ma. Se nos salió de las manos.

- Más vale que si, pero mejor ahora y no después, cuando ambos ya estuvieran con sus novios felices.

Quizá tenía razón, quizá era mejor que pasara todo en este momento y no cuando Karina y yo estuviéramos en la universidad después de mucho tiempo.

- Lo que si te digo - continuó - Es que si ustedes dos van a tener algo paralelo a sus relaciones actuales, para eso no tengan nada. Es mejor acabar las cosas de una vez y sin tanta vaina.

- Coño, ma', es que me da vaina con Karina, incluso con Ricardo.

- Si, Gabo, pero no tiene lógica que los dos estén engañando a sus parejas que seguramente bien enamorados deben estar de ustedes. Eso lo puedes hacer cuando tienes 10 años en una relación, no cuando apenas estás comenzando una.

Me quedé pensando. ¿Qué diferencia hay entre ser infiel después de 10 años a serlo con apenas unos días? Esta mal, sea como sea, que lo hagas o no lo hagas ya es tu problema, pero sigue estando mal.