Arco 1: Primeras veces

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En el momento en que ese timbre suena, se que algo no va bien. No espero a nadie, mis padres no están en casa y son las 7:38 PM. Tomo la escoba por si acaso y me dirijo a la puerta. Me asomo por el ojo de la puerta y puedo ver a un hombre parado frente a ella. Al distinguirlo, un retorcijón me da de repente en el estomago y doy un suspiro de desagrado. Frente a mi casa esta una de las personas a quien menos quiero ver.

Abro la puerta y lo veo mejor. Frente a mi esta Miguel, el novio de 24 años de mi mejor amiga Sofía. No sé qué demonios está haciendo en mi casa, pero debe ser importante pues no avisó que vendría y tampoco tenemos una excelente amistad. De hecho no nos hablamos.

- Miguel... ¿Qué haces aquí?

- Necesitaba hablarte. Es sobre Sofía.

Al escuchar eso me da de todo. Tengo muchos días sin saber nada de ella y temo que algo malo le haya pasado.

- ¿Que paso? ¿Está bien? ¿Dónde está? - pregunto sumamente exaltado.

- Tranquilízate. Ella está bien. Bueno... - Dice y hace una pequeña pausa - no del todo. Vengo de estar con ella y tuvimos una fuerte discusión.

- ¿Ah, sí?

- Si. Esta molesta conmigo.

- Y eso me importa porque...

- Pues porque es tu culpa. - dice seriamente.

No entiendo por qué sería culpa mía que ella este molesta con Miguel. Yo hace tiempo que no le dirijo la palabra a Sofía. Todo gracias a su romance. No significa que no me preocupe por ella.

- Bueno, Gabriel. ¿Me dejaras entrar para explicarte o prefieres que me vaya?

- Prefiero que te vayas, pero me preocupa más Sofía. Pasa, por favor.

El atraviesa el portal y llega directamente a la sala de estar. Se sienta en el sofá y se inclina apoyando los codos en las rodillas. Yo cierro la puerta y me siento en el sillón que está enfrente.

- Escucha. - dice repentinamente - Sofía se ha sentido muy mal. Se queja todo el tiempo de que se siente sola, lo cual me irrita porque siempre he tratado de ser lo más atento posible con ella.

- ¿Y eso tiene que ver conmigo? - le pregunto.

- Si. En todo. - puedo notar cómo se pone la cara roja al decirlo - Hoy peleamos porque me dijo que por mi culpa te había perdido a ti.

De alguna manera, eso me irrita. Es en parte cierto, pero no toda la culpa la tiene el.

- Pues es verdad. - digo sin mucho afán.

Miguel frunce el ceño y me mira muy seriamente. Podía percibir la furia que sentía. Respira profundo y vuelve a verme, esta vez más calmado.

- Es obvio que tú tienes más historia con ella que yo y que la conoces mucho más. Haz pasado mucho más tiempo con ella y tendrás tus razones aparte para no querer hablarle. Pero te pido por favor que hagas las paces con ella. - Dice.

Doy un suspiro, resignado. El tiene razón. Conozco a Sofía desde los 9 años y hemos sido mejores amigos desde entonces. La conozco mejor que nadie, tal vez, y si algo sé es que ella debe sentir el mismo vacío que siento yo sin ella a mi lado.

Lo que hará tal vez no valdrá la pena y me preguntare por días si era necesario o no, pero es lo que me nace hacer.

- Escucha. Voy a contarte todo desde un principio para que entiendas la gravedad de la situación. No confío en ti, pero mereces saber toda la historia.

Me acomodo en el sillón y empiezo a recordar desde aquel día de Abril en la escuela.

Si es contigo, mejorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora