I
- Entonces me preguntó si quería que fuéramos a algún lado cuando regresamos y así hicimos, no te imaginas lo cansada que estoy - dice Sofía mientras se arropa intentando acurrucarse lo más que puede en mi cama.
Había llegado a medio día de Puerto Ordaz y habíamos quedado en que se quedaría esta noche en mi casa, así nos ponemos al día y podríamos contarnos los últimos acontecimientos con detalle. Al parecer durante el viaje Ricardo estuvo más que cariñoso después de robarle ese beso en la cascada. Casi podía sentir envidia, no por haberla besado sino por estar frente a esa cascada tan impresionante de la que mi amiga tanto hablaba en ese momento. Al parecer después de eso él le terminó de declarar y ella simplemente aceptó salir con él.
- Las coincidencias entre tú y yo ya me dan miedo - digo riendo mientras apago la luz de la habitación para acostarme junto a ella.
- La verdad que si. Después de conocer a nuestros ex al mismo tiempo, tener sexo al mismo tiempo, y todo lo demás, de pronto nos volvemos a poner de novios al mismo tiempo. - dice acercándose un poco.
- ¿Será alguna señal?
- ¿Señal de qué?
- No sé, solo es curioso - digo mirándola - ¿Tan conectados estamos?
- Tanto como el otro día no creo - dice soltando una risita burlona.
Pensándolo bien, la verdad sigue siendo una incógnita que durante los últimos minutos ha estado más presente que nunca en mi cabeza. ¿El hecho de que seamos amigos desde hace tanto tiempo nos ha guiado a coincidir en todo lo que hacemos por separado? Suena ridículo, una teoría de un niño con buena imaginación, pero al mismo tiempo suena muy convincente en mi mente.
- ¿Seremos hermanos? - pregunto intentando ver su reacción de reojo.
- Realmente, papi, espero que no o sería demasiado extraño después del otro día.
Sin duda, cuando menos sería incómodo y sin duda muy asqueroso, a mí mente se vienen imágenes de Patricia y yo, Óscar y Karina y Sofía y Juan y unas leves náuseas me recorren el esófago mientras arrugo la cara solo de pensar que esas situaciones siquiera están pasando por mi mente. Creo que es cierto y estoy enloqueciendo, siempre lo he sospechado.
- Me gustaría que las cosas fueran más lento - agrega mientras, de la nada, apoya su brazo sobre mi pecho.
- ¿Por qué? No es como si todo haya pasado demasiado rápido de igual forma. Ustedes dos llevan hablando ya un par de meses, ¿cierto?
- No me refiero a eso, Gabo.
Pude sentir como de pronto se aferraba con más fuerza y hundía su rostro en la manga de mi suéter, parecía temblar por momentos.
Un escalofrío me recorre de pronto mientras estamos en silencio, creo que entiendo lo que quiere decir, después de todo ya es Septiembre y en dos meses estaré inscribiéndome y presentando el examen de admisión mientras que ella quizá se irá a Caracas en solo 4 meses. Se acabarán las reuniones sorpresa, las quedadas casi diarias en casa del otro, dormir juntos aunque mi hermana ya hace mucho regresó a Mérida, las salidas y los momentos especiales que, en mi opinión, son todos los momentos en que estamos juntos. Una molestia me penetra en el pecho y suelto un suspiro desolador mientras me acomodo para abrazarla.
- Me gustaría que no dejemos de estar así nunca, solo tú y yo enfrentando las locuras que se nos presentan, justo como ahora.- dice apoyando ahora su cabeza en mi pecho y rodeándo con sus brazos mi cuerpo.
Vuelvo a suspirar y siento los ojos húmedos pero siento que no debo mostrarme deprimido con ella así, respiro profundo y solo pronuncio las primeras palabras que se me vienen a la cabeza.
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Si es contigo, mejor
RomanceEn su ultimo año de bachillerato, Gabriel y su mejor amiga desde 4to año de primaria Sofía comienzan a descubrir su sexualidad juntos cuando empiezan a pasar por distintas situaciones con la gente que van conociendo mientras se preparan para la uni...