I
Esa noche definitivamente marcó un antes y un después. Cualquiera podría pensar "oh, vaya, ambos estamos solteros ahora y podemos estar juntos y felices" y, en cierto modo, hay algo de cierto en ese pensamiento, pero no es tan simple.
Para empezar estamos en noviembre, eso significa que tuve que inscribirme para el examen de admisión en la universidad, lo cual es más complicado de lo que pensé. Necesitaba realizar algunos trámites que si bien no eran nada del otro mundo me sacaban mucho tiempo, por lo que tiempo para citas realmente no tenía.
La universidad maneja un sistema online donde se realizan todos los trámites para el ingreso y, como no es raro en este país, presenta varios fallos y largos intervalos de confirmación y bla, bla, bla. Cosas que no entiendo. Karina fue la que me guió en la complicada tarea, no se cuanto más agradecido podría estar.
Para nuestra sorpresa cuando nos enviaron los exámenes de ejemplo resultó ser un formato distinto al que Karina presentó, con ejercicios matemáticos y de comprensión abstracta y de nuevo bla, bla, bla, por lo que tuvimos que enfocarnos en esta nueva información. El otro problema vino después cuando Sofía supo que tendría que empezar a estudiar con Karina de nuevo.
- ¿Por qué tienes que ir con ella? - preguntaba cada vez que le hablaba de la posibilidad de reunirnos.
- Porque vamos a presentar el mismo examen y quedamos en estudiar juntos - explicaba cada vez que preguntaba.
- ¿No pueden estudiar cada uno por su lado? - preguntaba cada vez que le contestaba.
- No creo que sea un problema, pero dos mentes piensan mejor que una y de alguna forma nos complementamos.
- Ah, así que se complementan.
- Si, pues, para eso son los estudios en grupo.
- Dos personas no pueden denominarse "grupo" ¿Sabías?
- Sólo vamos a estudiar - decía cada vez que empezaba a irritarme por su desconfianza.
- Si, seguro que hay varias partes de tu cuerpo que quiere estudiar - decía siempre que le decía aquello.
- ¿Por qué te pones así? - preguntaba todo el tiempo - Terminé con ella hace tiempo ya. No se supone que
- Si tú vas a verte con tu ex cada vez que te provoque ¿Por qué yo no puedo?
- A ver, no se si realmente puedo llamar ex novia a una chica con la que salí por menos de tres semanas, además terminamos antes de que me odiara, ¿Recuerdas? Terminamos en nuestra primera cita.
- Claro, mientras tanto tuvieron sexo las veces anteriores.
- Y sólo antes de que tú y yo aceptamos lo que sentimos. Al menos yo terminé con ella antes de que todo se saliera de control.
- No empieces...
- No empiezo. Tú eres la que desconfía.
Y así se nos pasaba el rato, discutiendo sobre por qué tengo una buena relación con la chica con la que salía. Entiendo que no es demasiado agradable que tu novio se vea a solas con la chica que le movía el piso antes que tú, pero sólo es suerte que terminara bien lo que teníamos y no quiero perder la buena amistad que nació entre los dos, además no tiene sentido si igual nos vamos a ver a diario en la universidad.
Quisiera decir que sólo eran los celos de Sofía los que me sacaban de quicio de vez en cuando, pero desgraciadamente hay más, como cuando se unió a mamá para cambiar mi manera de vestir porque "tengo que verme bien en la universidad". No creo que los demás se fijen en lo que llevas puesto, o sea, es una universidad y no la sede de Tommy Hilfiger. También están las veces que se queda en casa o yo en la suya, todo bien con nuestros padres, obviamente, pero siento que no es lo mismo.
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Si es contigo, mejor
RomanceEn su ultimo año de bachillerato, Gabriel y su mejor amiga desde 4to año de primaria Sofía comienzan a descubrir su sexualidad juntos cuando empiezan a pasar por distintas situaciones con la gente que van conociendo mientras se preparan para la uni...