¡Estaba emocionada!
No podía creer que cumpliría uno de mi más grandes sueños, para cualquier chef no hay nada más grato que trabajar con uno de los maestros chef más famosos del mundo y que el equipo de trabajo de Jean Paul Lamcourt me haya tenido en cuenta para su staff era un gran premio, no podía negarme a tremenda oportunidad que tenía entre mis manos.
Sería un gran desafío dejar mi total vida en New York para vivir en un gran crucero doce meses, pero sentía que era momento de darle un gran cambio a toda mi estructura vida que llevaba, mis padres no estaban muy contentos pero respetaban mi decisión.
Al ser la más pequeña de una gran familia me cuidaban de más, tengo veintiséis años y ellos se niegan a verme como la adulta que soy por eso también había decido dejar atrás la gran manzana para embarcarme este gran crucero que sentía que cambiaría mi vida.- Cuídate - dice mi padre al abrazarme nuevamente, estábamos a nada de embarcar.
- Lo haré - afirmo.
- Se que estarás mar adentro y por ahí no haya señal pero por favor mantennos comunicado de como estás - comenta mamá algo melancólica.
- Estaré bien, solo son doce meses - acoto dejando en claro que el año siempre se pasa volando cuando menos lo esperen estaré nuevamente aquí.
- Además yo la cuídare - interviene Boris.
- Sabes no me da confianza que vayas tú - declara papá mirando mal a mi mejor amigo.
Boris es mi mejor amigo, de esos que cualquier mujer desea tener, un completo caso perdido que te mete en los problemas más insólitos que se podría imaginar.
- Señor Alexander no dejaré que ningún muchacho se acerque o se pase de listo con su princesita - habla con seguridad.
- Boris - se ríe mamá divertida.
- Cuídare la virtud de su hija - sentencia provocando que lo mire con la peor cara.
- ¡Boris! - chillo avergonzada.
- Solo cuídala - pide papá con firmeza.
- Lo haré señor Bennett - afirma mi mejor amigo estrechando la mano con mi padre.
Nos volvemos a despedir, llenos de abrazos, besos y lágrimas de por medio con mis padres para luego acompañada de mi mejor amigo subirnos a ese gran crucero para tomar nuestros puestos de trabajos.
Todo era enorme y al ver la cocina se me abrieron los ojos enormemente, vaya que será un gran desafío cocinar para un gran número de personas.
- Ahí viene - dice Boris codeando mi brazo para que mire hacia al frente.
El señor Jean Paul Lamcourt aparece por el gran pasillo dirigiéndose a dónde estábamos todo el staff que supongo estará a cargo de todas las comidas diarias del crucero, venía acompañada de cuatro personas detrás suyo.
- Buenos días, bienvenidos a mi staff - empieza hablar con ese acento francés que haría caerle las bragas a cualquiera.
- Creo que se me paró - murmura mi amigo embobado y lo codeo para que cierre la boca. - El corazón - agrega mirandome divertido.
- Los felicito a todos los seleccionados para este gran proyecto que nos han encargado, soy muy exigente y me gusta que respeten las costumbre y sobre todo que cumplan con las normas de convivencia. - sigue hablando nuestro jefe. - Respeto entre pares, nadie es mejor que el otro todos son iguales, nada de relaciones amorosas porque es un advertencia de despido, todo se complica cuando comparten la misma cama. - agrega con seriedad.
Entendía todos sus puntos, nuestro enfoque debe ser aprender y no a buscar un novio o acompañante para nuestra cama.
- Tengo cuatro coordinadores para cada horario, la señora Mirna Canfú se encargará del desayuno, Charles Brown está a cargo del almuerzo, Laura Falcón será la responsable de la merienda y por último Sebastian Salvatore hará explotar la cena - culmina presentando a cada uno de ellos.
¿Esto es una broma?
- Ese no es ... - susurra mi amigo.
- Cállate - gruño con rabia.
Imposible que ese malhumorado sea una de las manos derechas del mejor chef del mundo.
Jean Paul termina de hablar dando más órdenes y explicando cómo serán las horas de organización en cada comida y dejándonos con cada coordinador que tenían una hoja en su mano con nuestros nombres.
- Iremos llamando uno cada uno y se van a poner detrás nuestros, el lugar que te tocó no se puede modificar - habla Mirna. - Alberdi - empieza a llamar ella.
- Antón - dice Charles.
- Astil - rápidamente habla Laura.
- Bennett - llama Sebastian y levanta su vista para que nuestras miradas se encuentren, su cara de sorpresa decía todo.
¡Mierda!
¡Justo mi ex novio tenía que ser mi jefe ahora!
Hace más de siete años que no sabía nada de él y ahora el destino nos volvía a juntar justo acá.
- Bueno equipo como dijo Jean Paul, mi nombre es Sebastian Salvatore y nos tocó el horario de la cena, es donde van a estar todos en el gran salón por eso nos debemos lucir con nuestros platos - dice observando a todos. - Tenemos diferentes temáticas y están estipuladas en cada grilla que les daré, si tienen dudas no duden en consultarme somos un equipo - culmina con una gran sonrisa.
Todos asentimos y tomamos nuestras grillas dónde todo está estipulado desde la temática y la hora dónde debemos estar aquí para empezar con nuestro labor en la cocina.
- ¿Cómo vas a trabajar con tu ex? - pregunta Boris.
- Nuestra historia ya está superada, fue hace años - contesto mirándolo que se ríe con sus compañeros.
- No es tan agrio como decías - comenta divertido mi mejor amigo.
- No lo conoces - digo chasquendo la lengua.
- ¿Cómo si tú fuera muy dulce? - inquiere en forma de broma.
- Idiota - siseo mirando mal a Boris.
- Emily - pronuncia mi nombre llegando a dónde estábamos.
- ¿Necesita algo? - lo trato de usted teniendo en cuanta que nadie debe saber lo que pasó entre nosotros.
- Es un placer verte de nuevo - sonríe.
Estos años se había puesto más lindo porque no había rasgos de ese chico inmaduro que conocí cuando tenía dieciocho años ahora enfrente mío tenía un hombre bien plantado, muy diferente a lo que recordaba.
- Sebastian - lo llaman y no me da tiempo a decir nada.
- Definitivamente no es agrio - asegura Boris encandilado.
- ¡Cállate! - lo regaño.
Definitivamente será un largo año.
Estreno: 17 de febrero.
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Agridulce (12° SAI)
RomanceDoceavo libro de la Saga Amor Incontrolable (SAI) Emily había conseguido el sueño de cualquier chef trabajar junto a su mayor referencia en un crucero a lo largo de doce meses, ella imaginaba todo lo que aprendería en ese tiempo pero nunca pensó que...