Estaba que era capas de matarme a mí misma, histérica nisiquiera Boris aguántame mi mal humor que cargaba estos días pero se me era imposible esconder mi enfado más sabiendo que cuando entro a esa cocina mi idiota jefe es peor que Hitler porque solo le falta el bigote arriba de sus labios y definitivamente Sebastian Salvatore era la reencarnación de ese nefasto hombre de la era nazi.
¡Lo odio!
Habíamos empezado trabajando en armonía, todo tranquilidad a mi alrededor pero de la mañana a la noche su personalidad cambio por completo ahora es un podrido y más agrio limón, el cual nadie soporta.
- Debo entrar a trabajar - me dice Boris observando su teléfono.
- Suerte - contesto con un intento de sonrisa.
- Toma un té de tilo antes de ir a trabajar - dice mi amigo dejando un beso en mi mejilla.
Boris le tocaba trabajar durante el almuerzo, su jefe es Charles Brown según mi amigo él es tan tranquilo y siempre tiene música en su cocina tratando de alegrar a su equipo pero parece que no todos se llevaban tan bien porque había muchos egos que confrontaban así que todos los días era una lucha. Nosotros éramos el poco apuesto Sebastian no podía música, el único ruido que había en la cocina era los cuchillos, las ollas y nuestros pasos no voy a negar que era para mí es pacífico pero nuestro único problema es nuestro jefe y su intenso carácter.
Debía dejar de pensar en mi trabajo, necesitaba entrenar un poco para relajar mi mente por eso después de desayunar iba directo al gimnasio pero cuando iba a entrar mi celular empezó a sonar marcando un número desconocido.
- Hola - digo al atender.
- ¿Emily Bennet? - una voz femenina consulta.
- Si, soy yo - contesto con mi ceño fruncido.
- Hola mi nombre es Helena Salvatore quiero sacarte de un pequeño error que yo misma metí a mi primo - argumenta provocando que mire el teléfono claramente confundida.
¿Salvatore?
- No se que tendríamos que hablar - digo a la defensiva.
- Creo que hay un hombre que nos incumbe a ambas - acota riendo.
- Si él te mando para hablar no me interesa - afirmo cortante.
- Esa mañana que apareciste Sebas estaba hablando conmigo, tengo la linda virtud de avergonzar a mis primos. No quiero que malinterpretes nada - asegura la mujer.
- No se porque me dices eso -
- Quiero que las cosas queden claras, mira mis primos son un desastre pero Sebastian es el único que rescato entre todos ellos - comenta.
- Lo repito Helena y disculpa que suene de esta forma pero en verdad no entiendo porque me dices eso - digo suspirando.
- Solo para solucionar malos entendidos - repite. - Debo entrar a una cirugía perdón por molestarte pero debía sacarte del error que estabas. Espero conocerte pronto Emily - agrega y corta la llamada dejándome super confundida.
¿Qué demonios fue eso?
Verdaderamente mi vida cada día se tornaba más y más rara.
Después de guardar mi teléfono entre al gimnasio a entrenar con la intención de olvidarme de todo, me sorprendió bastante no verlo como todos los días pero mi cabeza me repetía mil veces lo mismo debía dejar de pensar en él de una buena vez por todos.- Hola - saludo a Lorey y Juan mi compañeros cuando entramos a la cocina para formarnos.
- Espero que hoy no esté tan limón - dice Lorey con media sonrisa.
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Agridulce (12° SAI)
RomantizmDoceavo libro de la Saga Amor Incontrolable (SAI) Emily había conseguido el sueño de cualquier chef trabajar junto a su mayor referencia en un crucero a lo largo de doce meses, ella imaginaba todo lo que aprendería en ese tiempo pero nunca pensó que...