Definitivamente los cambios de horarios no era lo mío, no podía mantenerme de pie si solo me apoyaba contra la pared iba a dormirme en ese preciso momento además que mi estómago estaba revuelto y no olvidemos que tenía muchas ganas de llorar, mis hormonas estaban más locas de lo normal pero todo se debía que que estaba próximo a llegar mi periodo y siempre sufría estos cambios de humor.
Suspiré cansada observado mis maletas, otra vez debíamos embarcar en el crucero y en verdad no tenía ganas, quería volver a casa para abrazar a mi mamá y que papá me haga chocolate caliente, me hacían falta.- ¿Está todo Em? - la voz de Sebastian me hace salir de mis pensamientos. - ¿Por qué lloras, cariño? - pregunta al acercarse para estrecharme en sus brazos.
- Extraño a mis padres - murmuro llorando en su pecho.
- Cuando terminemos está quincena podemos ir a visitarlos - me consuela dejando un beso en mi cabello.
Asiento a sus palabras y me abrazo más a su cuerpo, mi cara se esconde en la curvatura de su cuello pero al sentir su perfume mi estómago se revuelve más y salgo de ahí directo al baño a vaciar por completo todo lo que contenía en mi estómago.
¡Mierda!
Me sentía peor ahora.
- Emily - escucho a mi limoncito pero no tengo fuerzas ni para hablar.
Otra vez una arcada se hace presente y vómito nuevamente, soy un asco.
- Vete - le pido cuando lo veo entrar.
- Cariño estás muy pálida - murmura preocupado.
- No debí comer tanto sushi - digo con muchas ganas de llorar.
- Te advertí que era mucho - me regaña ayudándome a qué me levanté del piso.
Con un poco de su ayuda me lavo los dientes tratando de sacarme el gusto ese asqueroso de mi boca y me tiro agua en la cara, estaba muy mareada.
- Llamaré a un doctor - declara preocupado cuando me toma entre sus brazos para llevarme la cama y recostarme.
- No hace falta Tian solo es una indigestión, anoche comí mucho - aseguro suspirando mientras cierro los ojos tratando de que se me pase el mareo que tenía.
Sebastian se acuesta a mi lado y trata de atraerme a su pecho pero se lo impido porque si llegaba a sentir nuevamente el aroma de su perfume iba a correr al baño a expulsar lo que ya no tenía en mi estómago.
- ¿Qué sucede? - consulta.
- El aroma de tu perfume me hace mal - reconozco al abrir de nuevo los ojos para encontrarme con su mirada de preocupación.
- Llamaré a un doctor - sentencia con su ceño fruncido.
- No lo hagas Sebastian - repito suspirando. - El jet lag, sumado a las pocas horas de sueño que tuve y la intensa noche que tuvimos no son una buena combinación. Estoy cansada déjame dormir unos segundos antes que tenga que ir a embarcar - le pido estirando mi mano para que el la tomé.
- No quiero dejarte sola - acota suspirando.
- Llama a Boris, él cuidará de mi - aconsejo bostezando.
- Emily - murmura.
- Llámalo, tu ya debes ir a embarcarte. No te preocupes estaré bien - aseguro sonriendo.
No muy convencido Tian se despide de mí mientras Boris entra a la habitación con sus maletas, escucho que me dice algunas cosas pero mi sueño es más fuerte que mis ganas de hablar.
- Emily - siento que alguien me dice. - ¡Emily! - repiten mi nombre. - ¡Emily! - un fuerte movimiento me hace abrir los ojos.
- Boris, que intenso - contesto molesta.
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Agridulce (12° SAI)
RomanceDoceavo libro de la Saga Amor Incontrolable (SAI) Emily había conseguido el sueño de cualquier chef trabajar junto a su mayor referencia en un crucero a lo largo de doce meses, ella imaginaba todo lo que aprendería en ese tiempo pero nunca pensó que...