Las horas pasaban tan rápidamente que empezaba a entrar en crisis, tendría mi cita con Sebastian y en verdad estaba muy nerviosa por la situación además Boris con sus comentarios no ayudaba para nada, él aseguraba y perjura que está noche perdería mi virginidad. Se que es algo casi imposible que una mujer de veintiséis años sea virgen pero no había encontrado a nadie que valiera la pena para entregarme de esa forma y pensar que Tian por ahí es el correcto me ponía más histérica.
¡Necesitaba los consejos de mi hermana!
- No se si rojo, blanco o negro - dice mi amigo pensativo observando los tres vestidos que están sobre la cama.
- El rojo no me gusta - acoto.
- Es lindo pero no para una primera cita porque solo te faltaría el cartel de neón que diga "¡follame limoncito!" - exclama de forma sarcástica.
- ¡Boris! - chillo molesta.
Todo el día me torturó con el tema del sexo, virginidad y Sebastian, todo ese combo al solo escucharlo me genera una especie de urticaria nerviosa, no se si estaba lista para ese paso.
- Tranquila cariño - murmura al ver mi cara. - Solo bromeo - agrega acariciando mis mejillas..
- No se nota - digo de forma irónica.
- Lo siento amiga - dice al abrazarme.
Me dejó abrazar por mi mejor amigo, se que por ahí no lo hacía con maldad pero de cierta forma me preocupaba sus palabras porque en verdad no sabía si estaría a la altura de las experiencias de Sebastian, no se nada sobre el sexo alguna que otra cosa burla pero eso no servía en este momento.
- Emily, no sientas presión por nada. Es una cita, tu primera cita con Sebastian después de miles de años no todo va terminar en sexo, tu eres la que pones los límites y creo que Limoncito es muy correcto así que será todo un caballero contigo - habla buscando tranquilizarme.
A veces sentía vergüenza de mi misma por ser vírgen a esta edad, debo ser el único caso de la tierra y muchas veces Lex bromeaba con eso que debía ser monja por haberle prohibido a mi cuerpo de disfrutar los placeres de la vida, mis ideas eran muy diferentes a las de ellos siempre imaginé que el momento debería ser único y con la persona que en verdad sea especial para uno, no se puede ir por el mundo regalando la virginidad a cualquier idiota que solo quiere eso y luego te trata como un desechable.
- No quiero usar vestido - acoto suspirando tratando de poner el blanco mi mente.
- ¿Irás en jogging? - inquiere Boris con cara de asustado.
- No es una mala opción - digo pensativa.
- No te dejaré salir de esta habitación de esa forma, definitivamente estás loca - declara indignado.
- No iré con vestido - asegura desafiando a mi mejor amigo.
- Cariño, irás con vestido - afirma convencido.
Después de horas de peleas con Boris, lo dejé ganar logrando que use un vestido negro clásico hasta arriba de las rodillas, un escote recatado pero con la espada descubierta, lamentablemente me obligó a usar unos sandalias de tacón bien altos para completar el look, no podía negar que estaba sexy pero no me sentía muy cómoda con tanto maquillaje en mi rostro.
- ¡Perfecta! - chilla eufórico al terminar su creación.
- No se cómo rayos soportaré toda la noche esto - digo molesta por mis sandalias.
- La belleza duele - acota como si fuera una obviedad provocando que ruede los ojos por su absurdo comentario, la belleza es la naturalidad de la persona no la forma en que nos vestimos o maquillemos.
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Agridulce (12° SAI)
Roman d'amourDoceavo libro de la Saga Amor Incontrolable (SAI) Emily había conseguido el sueño de cualquier chef trabajar junto a su mayor referencia en un crucero a lo largo de doce meses, ella imaginaba todo lo que aprendería en ese tiempo pero nunca pensó que...