Sebastian.
Definitivamente debía reconocer que era un jodido bipolar de mierda, cuando se trataba de ella todos mis sentimientos se complotan para salir a la luz y cada vez se me hacía más difícil ocultar esas malditas emociones que nos traería grandes problemas pero todo eso lo pensaba antes de ese beso que nos dimos anoche, nada volvería hacer igual después de eso y me puse esa loca meta de que haría de todo para tenerla a mi lado.
Soy un Salvatore y no está en nuestra naturaleza renunciar a lo que amamos, no se cómo lo haría pero está vez no la dejaría escapar.Tengo un gran trabajo por delante.
- ¡Sebas! - exclama Charles al verme.
- Charly - digo al saludarlo.
- Ahora que estamos solos debemos hablar - sentencia al tomar asiento a mi lado.
Suspiro resignado se muy bien de lo que quería hablar necesitaba respuestas porque fue él quien ayudó a Emily hace dos noches atrás cuando me emborraché con la intención de olvidarme de ella por unos simples segundos.
- Pregunta - acoto dándole vía libre a qué saque sus dudas.
- ¿Hace cuánto tiempo pasa esto? -
- Si tú pregunta es si estamos juntos la respuesta es no, la conozco hace siete años atrás - hago un silencio y observo a mi amigo. - Es mi ex novia - agrego.
- Tu ex - murmura sorprendido. - ¡Dios Sebastian! - exclama sin poder salir de su asombro.
- Esto no tiene que salir de acá - le recuerdo con una intimidante mirada.
- Confía en mi - sonríe. - Había ser que es cierto la frase dónde hubo fuego cenizas quedan - agrega moviendo las cejas.
- No se si será cierto eso Charly pero no puedo dejarla ir de nuevo, una vez me equivoqué y la perdí por completo no quiero que eso vuelva a suceder - declaro frustrado.
- Tienes mi completo apoyo amigo solo ten cuidado de las cámaras, no quiero que nada malo suceda porque si Lamcourt se entera de esto va querer despedirla a ella antes que perderte a tí - comenta Charles pensativo.
- Lo sé - suspiro resignado.
- Porque no aprovechas que el crucero va a desembarcar en Cannes y la invitas almorzar fuera de acá - sugiere.
- ¡Es una gran idea! - digo eufórico.
- ¿Qué es una gran idea? - pregunta Laura al sentarse a lado nuestro.
- Sebastian debe comprarle un regalo a sus sobrinos porque se aproxima el cumpleaños - miente mi amigo guiñando su ojo sin que ella lo note.
- ¿Cuál de todos tus sobrinos es el cumpleaños? - inquiere mi amiga interesada.
- Los trillizos, los hijos de mi hermano mayor - contesto diciendo la verdad porque la próxima semana era su cumpleaños y tenía pensado viajar a casa para estar con ellos ese día.
- Vaya potencia la de los Salvatore, tres de una - bromea Charles.
- Te la regalo tres de una me volvería loca - argumenta Laura asustada.
- Yo podría hacerte cuatrillizos si me dejarás - declara mi amigo con una sonrisa pícara.
- Dudo que tú amiguito pueda hacer uno - contraataca ella con ironía.
- No me desafies Laura - acota Charly con media sonrisa.
- Yo quiero ser el padrino - digo divertido.
- ¡Sebastian! - chilla mi amiga golpeando mi brazo.
- Sin dudas serás el padrino pero yo quiero ser el de tu hijo también - declara guiñando un ojo.
ESTÁS LEYENDO
Agridulce (12° SAI)
RomanceDoceavo libro de la Saga Amor Incontrolable (SAI) Emily había conseguido el sueño de cualquier chef trabajar junto a su mayor referencia en un crucero a lo largo de doce meses, ella imaginaba todo lo que aprendería en ese tiempo pero nunca pensó que...