Sebastian.
Mis ojos no podían dejar de observar a Emily, está noche estaba siendo mucho mejor de lo que había imaginado, mi tía no se equivocaba cuando me planteó esa idea, solo faltó mover sus contactos y los míos para que está noche sea la mejor pero estaba siendo más que perfecto, la mujer que no paraba de hablar enfrente mío contando cada una de las cosas que pasó con su familia ahora es mi novia, mi única novia siempre fue ella.
¿Acaso se podia estar más enamorado?
- ¿Qué tal la visita a tu familia? - me pregunta.
- Excelente, disfruté de mis padres, le hice su torta favorita a mi tío y mis sobrinos, mis hermanos y mi cuñada me dieron la mejor sorpresa del mundo - le cuento con una gran sonrisa.
Fueron pocos días los que estuve en Chicago pero los disfruté al máximo, eran las pilas que me faltaban para seguir con este trabajo, contaba los días por terminar definitivamente mi contrato con Lamcourt y sería hombre libre para moldear mi futuro.
- ¿Cuál fue esa sorpresa? - inquiere con curiosidad.
- El lugar donde será mi restaurante - le confieso. - Siempre dije que haría un restaurante en mi lugar en el mundo y eso es Chicago, mi familia como dijo tu padre son los mejores arquitectos y bueno cuando vuelva definitivamente el próximo año estará listo - agrego muy contento.
- ¿Enserio Chicago es tu lugar en el mundo? ¿Cómo sabes eso? -
- Fácil, después de trabajar por todo el mundo, conocer culturas te das cuenta que tu lugar es ese dónde estás cómodo, dónde puedes ser tu mismo, en Chicago soy Sebastian Salvatore nada más y eso me encanta - contesto observando su rostro. - ¿Y tú ya sabes cuál es tu lugar en el mundo? - pregunto.
Ella se queda unos segundos en silencio, pensativa hasta lleva su dedo a su labio muy reflexiva.
- Creo que mi lugar en el mundo es donde estés tú - declara avergonzada.Sus comentario me deja sin aire, nunca imaginé que ella me diría algo así pero en mis labios se formó una gran sonrisa ahora entendía un poco más los consejos de mis hermanos y el de mi papá.
- Sería muy loco si te pido que cuando termine está aventura vengas conmigo a Chicago - acoto acariciando su mano.
- Sería muy loco pero ahora que lo pienso cuando termine mi contrato estaré desempleada y tu necesitas chef para tu restaurante, no vendría mal que me contrates - comenta riendo.
- No serás una simple empleada seremos los dueños - sentencio con mucha seguridad.
Ella suelta una risa divertida, no se imaginaba que mis palabras eran muy realista ambos seríamos los dueños de ese lugar y Emily estaría a mi lado con un lindo anillo en su dedo, capas le debía empezar a decir a mis primos que organicen la despedida de solteros porque no se porque tenía la sensación que me iba a casar muy pronto, definitivamente cuando termine el crucero le pediré que sea mi esposa.
¿Muy pronto para esas cosas, no?
Nuestra charla se ve interrumpida cuando uno de los asistentes de Mirna nos trae el postre, Emily chilla feliz al tener un volcán de chocolate enfrente suyo, recordaba muy bien que es uno de sus favoritos.
- ¡Me encanta! - exclama al cortarlo y luego llevárselo a la boca contenta.
No podía dejar de sonreír mientras la observaba, le doy mi plato para consentirla porque no había nada más lindo que ver la felicidad en su rostro, creo que hasta la persona más despistada del mundo se daría cuenta que estoy muy enamorado de esta mujer, siempre lo estuve, ella es mi primer amor pero años atrás no era el momento para que estemos juntos ahora sí lo es y agradecía al destino por ponerla en mi camino de nuevo para remediar los males del pasado.
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Agridulce (12° SAI)
RomanceDoceavo libro de la Saga Amor Incontrolable (SAI) Emily había conseguido el sueño de cualquier chef trabajar junto a su mayor referencia en un crucero a lo largo de doce meses, ella imaginaba todo lo que aprendería en ese tiempo pero nunca pensó que...