Llanto reprimido

331 20 0
                                    

Llore y llore sin parar hasta quedarme dormida en la terraza desperté por los rayos del sol, ya no fastidiaría a nadie con mis problemas, era mejor guardármelos y sufrir en silencio que afectar a los demás con mis problemas.

Llegue a mi habitación y Penelope seguía dormida, así que decidi tomar una ducha caliente, dejando que el agua y el jabón limpiaran mi cuerpo de los rastros de la noche anterior, de la noche en la que todo estaba negro en la que todo perdió el color, esa imagen de el con Kassandra simplemente destrozo totalmente mi corazón.

Sali y me cambie me puse un pantalón de mezclilla entubado, unas botas café  y una polera de cuadros beige, agarre mi pelirrojo cabello en una coleta alta, sin hacer ruido tome a Penelope en mis brazos y la lleve a su habitación era mejor que si despertara estuviera en su cuarto, que en el mío y no verme a su lado, si eso pasara ella seria capaz de armar un escándalo.

Llegue en silencio a las caballerizas y tome a un caballo, le puse la silla de montar y me subí a él, cabalgaba rápidamente con el viento en mi cara y las lagrimas que ya no podía controlar.

¿Cómo es que aun tenía lágrimas, si llore toda la noche?

Cabalgaba mi cuerpo abrazaba al caballo, pero mi corazón y mi mente no se encontraban funcionando en este lugar, la parte racional de mi cerebro me dijo que parara que me podía lastimar, y bueno no se puede lastimar más a alguien a quien ya está destruido. Sin embargo pensé en mis padres, en mis hermanos, en mis amigos y decidí parar, le regale una manzana a mi caballo y me baje de él para romper de nuevo en llanto.

Hecha añicos, me encontraba mirando el lago frente a mí, no podía no podía derrumbarme así debo de seguir adelante.

Respire dos veces tratando de tranquilizarme.

Así es la vida, siempre impredecible. Pero aunque una piedra te derrumbe debes levantarte y seguir caminando, avanzando. Viviendo.

Es imposible que el haiga hecho todo lo que hizo, el no sería capaz de hacerme una video llamada y decirme todo lo que me dijo y hacer todo lo que hiso con Kassandra. No, fue una trampa que le puso la mosca muerta el no hiso nada.

Yo aquí llorando por nada, reí y me limpie las lagrimas.

¿Cómo fui tan estúpida como para creer que él quería hacerme sufrir? El es mi amigo, no me lastimaría.

Pero que equivocada estaba me negaba a ver la realidad.

Volví a mi caballo y me fui, llegue y lo guarde en las caballerizas. Hay estaba Mike y me saludo.

-      Hey Dani tienes una cara horrenda

-      Wow gracias toda chica quiere escuchar eso

-      Ya enserio Danielle, que hacías cabalgando a esta hora

-      Hay veces en la que es necesario despejar la mente y solo disfrutar de la naturaleza.

-     Las fuerzas de la naturaleza nos llenan de energía positiva cuando lo necesitamos

-      Pero que sabio eh

-     Si lo se lo sé, oye en una hora debemos comenzar con el día porque Gris se irá a las 8

-  Claro, despertare a Santiago me alisare el cabello me pondré algo de maquillaje – me interrumpió

-     Si, si ya ve que si no nos iremos cuando Gris se halla ido

-      Bien – Reí – Ya vuelvo nos vemos

Me fui y desperté a Santiago de una tacleada.

-     Animal levantate

-     Callate Danielle quiero dormir

-     Nada de dormir nos espera un largo día, debemos salir con mis 8 chicos y despedir a Griselda

-      Bien, ahora saca tu trasero de mi cara

        Reí y me levante me alise el cabello me coloque un suave maquillaje y aunque las lagrimas amenazaban con salir una sonrisa siempre podía ayudar y disminuir el  dolor de las heridas.

Baje por las escaleras y mi padre cocinaba pan tostado, tortillas, huevos revueltos, chilaquiles y mucha mucha comida, mi madre estaba sentada en un sillón tomando una taza de café y leyendo como de costumbre, Penelope jugaba en la alfroma con sus muñecas, Santi estaba afuera con Mike, el sol brillaba en lo alto y bueno poco a poco en mi desaparecían las huellas de una noche de llanto.

-      Buenos días hermosa familia

-      Buenos días bebe- Dijo mi padre besando sonoramente mi mejilla por lo cual rei

-   ¿Cómo amaneciste cariño? – Me pregunto mi madre abrazandome, se que en el fondo ella sabe que algo me pasa pero no siento la confianza para contárselo asi que respondo lo que mecánicamente mi mente siempre hace creer

-      Bien gracias, debo ir con los chicos por que hoy le aremos una despedida a Gris

-     Esta bien – Dijo algo dudosa – Ve y diviértete pero deben estar aquí tu y Santi para antes de las 10 por que haremos una fogata

-     Claro má, despediremos a Gris a las 8 pero estaremos aquí a las 10

-     No tienes remedio

Reí y Sali de la casa, Nos subimos en el jeep de Mike, íbamos cantando y riendo en algunos momentos es mejor olvidar las penas y solo dejarse llevar.

En esos dias, yo realmente pensaba que Stpehan era diferente no me importaba cuanto me dañara simplemente finjia estar bien, reia pero sobre todo mentia. No mentia a los demas me mentia a mi misma.

Una estúpida ilusiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora