Papelitos

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Las clases transcurrieron monótonas y aburridas como siempre, en la clase de Química comencé a lanzarle papelillos a Santiago en la cabeza el pobre iluso no sabia quien lo estaba atacando y volteaba buscando al culpable si dar con el, yo era ágil como espía que no se daba cuenta de que era yo. Pero la suerte no esta de mi lado y me descubrió, sonrió perversamente arranco hojas de su cuaderno y comenzó a hacer una bolita grande trague saliva el estaba preparado, listo apuntándome directo a la cara no tenia escapatoria más que esperar a que esa cosa llegara a mi pero cual fue la sorpresa tanto para el y para mi, que el Profesor Humberto se encontraba frente a mi y la bolita le dio directo en la cabeza sin evitarlo Santiago y yo explotamos en carcajadas.

-Afuera ahora- Nos espeto el profesor molesto - Y no quiero que vuelvan hasta la próxima clase con un ensayo de 500 palabras sobre los hidrocarburos y su funcionamiento e importancia en la sociedad

Al salir fulmine a Santiago con la mirada pues realmente amaba la clase de química

-Idiota

-Hey no fui yo el que comenzó

-Bueno como sea bro, ¿vamos a la biblioteca a empezar el ensayo?

-Es broma cierto, Danielle la próxima clase es hasta la próxima semana 

-Bueno no quiero dejarlo para el ultimo momento

-Ven hermanita saquemos a Samanta de su clase por que debe contarnos lo que paso

Yo levante una ceja y sonreí de lado

-¿Aun te gusta? - Pregunte divertida

-No, nada de eso la supere desde - Su voz se corto y su mirada entristeció recordando - Madrid

Sabia a quien se refería con decir  aquel bello y hermoso lugar también considerado mi hogar.

-Bueno vamos - Cambie rápidamente de tema - Le mandare un SMS creo que esta en gimnasia 

-Perfecto - Dijo mordiendo una manzana 

-¿De donde diablos sacaste esa manzana? 

- Magia - Rodé los ojos y admitió - La guarde en el almuerzo 

Le mande el mensaje a Samanta y sin decir más se fugo de la clase de Gimnasia 

-Hey Chicos ¿A donde iremos? - Pregunto sonriente

-A platicar jovencita, de esa charla no te salvas - Dijo Santiago como Padre sobre protector

-Ya va, vamos a comer una hamburguesa les parece comemos y platicamos

Mis amigos estuvieron de acuerdo y nos fuimos. Llegamos y tomaron nuestra orden y Samanta nos comenzó a contar todo, Santiago y y yo parecíamos a los protagonistas de una historia de terror estábamos totalmente concentrados en ella.

-Bien Damian es un amor y lo quiero pero no lo amo ¿saben como me di cuenta? - Santiago y yo negamos con la cabeza - Estábamos a punto de tener sexo 

-¡Sam! - Grite no podía creerlo

-Espera Danielle, yo estaba segura y todo se los contaría a ustedes por supuesto el era tan tierno tomo mi mano y comenzó a besarme pero al mirarlo a los ojos era como si estuviera con un muñeco de trapo no sentía nada y no me mal interpreten lo quiero pero no puedo seguir a su lado, no podía llegar al otro nivel no estaba preparada se lo dije y enfureció trato de golpearme - Admitió Samanta

-Ese maldito infeliz - Comenzó a decir Santiago pero Sam lo interrumpió

-No llego a tocarme por que se lo impedí, y no esperaría ni un segundo más de esa relación para que el se sintiera con el derecho de maltratarme o incluso golpearme, creo que fue lo mejor - Agacho su cabeza y pude ver como caía una lágrima en su mejilla

-Oh amiga hiciste bien, quizás debas darte un tiempo para estar sola - Dije abrazándola

-Quizás dijo con voz triste

-Hey que ese infeliz no vale la pena, ahora comamos las hamburguesas y acabando vamos al cine les parece yo invito a mi par de odiosas mejores amigas y hermanas, por que no soy una chica para dar consejos pero son su chico que las hará sonreír cuando me necesiten - Dijo Santiago por lo que Sam y yo reímos

Terminamos de comer nuestras deliciosas hamburguesas y nos dirijimos al cine, Santiago fue por los boletos y Samanta y yo por las golosinas y palomitas, en la fila se encontraba Stephan junto a Casandra.¿Enserio? ¿Qué e hecho para merecer esto? 

Una estúpida ilusiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora