Una estúpida ilusión

Montaña rusa

Nos levantamos temprano y nos arreglamos yo simplemente vestía con un vestido blanco con una cintilla coral y zapatos de mismo color.  Ya todos estábamos listos y emprendimos nuestro primer día fue fabuloso conocí a Mike y a Minnie y okey eso sonó bastante infantil pero vamos todos somos niños de corazón.

-Bien chicos vamos a comer y después llevaremos a Penélope a que conozca a las princesas mientras pueden ir a – Estaba diciendo mi madre pero la interrumpí

-¿A los juegos extremos? – Pregunte emocionada por lo que mi madre suspiro y negó con la cabeza

-Me refería a ir a compras Danielle, pero está bien vallan a los juegos terminando el almuerzo

-Es perfecto señora Collins – Dijo Marian sonriendo

-Gracias querida, ahora vamos y disfruten el día mañana iremos a las albercas más grandes de Orlando

-Si ma, a nuestros amigos les gusta nadar – Dijo Santiago por lo cual él y yo reímos y los demás nos fulminaban con la mirada

En eso llego mi padre con Penélope en su espalda vestida de la Cenicienta.  Comimos unas deliciosas hamburguesas

-Bien nos vemos a las 8 en el hotel chicos quiero que estén duchados y vestidos ya que iremos todos juntos a cenar – Dijo mi padre  y todos aceptamos. Mis padres se fueron con la enana y nosotros literalmente nos subimos a todos los juegos posibles era lo máximo

-Joder voy a vomitar Danielle, vomitare – Decía Derek – Moriré, saldrá en las noticias joven extremadamente atractivo muere en Disney por subirse a una montaña rusa, ya me vi, veo la luz, los amo

Dijo Fingiendo desmayarse, nosotros solo reíamos

-Derek, si mueres puedo quedarme con todos tus vans – Dije sonriendo con inocencia

-Wow gracias por preocuparte por mi amiga

-Ya idiotas subamos a la montaña rusa que no tenemos todo el día – Dijo Mike empujándonos hacia la montaña

Al dar las 8 ya nos encontrábamos todos en el restaurante correctamente cambiados y arreglados, todos brindábamos y reíamos todo era simplemente perfecto. Jai y yo estuvimos todo el día pegados ya que solo nos quedaban hoy y mañana para que todo esto terminara, no nuestra amistad si no nuestro pequeño romance.

-Mami – Dijo la pequeña Penélope capturando la atención de todos en la mesa - ¿Por qué no nos quedamos a vivir aquí o en california?

-Créeme enana no sabes cuanto desearía vivir con estos estúpidos –dijo Santiago

-Yo igual peque pero debemos esperar aunque sea a graduarnos de la Secundaria, lamentablemente – Dije por lo bajo

-Hey chicos – Comenzó a decir mi padre – Dentro de un año nos mudaremos pero haber díganme que pasa con sus otros amigos, haber Danielle simplemente llegaras con Samanta y la perrita que juntas han criado Sandi y les dirás me largo nos vemos – Jamás había pensado así pero era obvio que nunca dejaría a Sam ella es mi mejor amiga – Y tu Santiago que le dirás a tu amigo Stephan – Mierda me tense al momento – Nos vemos consíguete otro amigo

-Padre – lo interrumpí – Ellos lo entenderán pero lo que tú no entiendes es que estas personas maravillosas que se encuentran con nosotros sentadas en esta mesa son más importantes de lo que crees y quizás Samanta pueda convencer a sus padres y venir con nosotros y sé que Santiago no tendrá problema en mandar a la mierda a Stephan

-Danielle, cuida tu vocabulario – Dijo mi papa

Mis amigos reían y se limpiaban una falsa lágrima

-Cariño ya veremos ahora no se aflijan y solo disfruten del viaje – Dijo mi madre dulcemente

Seguimos conversando y todos estábamos muertos, literalmente, de cansancio y subimos a dormirnos inmediatamente a nuestras habitaciones y me dormí pensando ¿Realmente sería capaz de mandar a Stephan a la mierda?