My Hearth Hurts

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Una crisis en mi comenzó a crecer y ahora, a las doce de la noche estoy en una casa desconocida, según yo fui a dormir después de terminar mis estudios pero no era así, mi cuerpo se controlo solo y ahora me encontraba manchado de sangre. Mis lágrimas caían al suelo y mis manos estaban pintadas de un rojo demasiado intenso, los cuerpos estaban tirados y destruidos, mis armas estaban tiradas al suelo y unas luces rojas y azules se acercaban.

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Me levante de la cama y toque mi frente el sudor debajo de mis cabellos eran abundante, una maldita pesadilla corrompió mis sueños, mire la hora y el teléfono marcaba las cuatro de la mañana, mi corazón dolía. Hace semanas atrás sentía cierto dolor en mi pecho sentía como si por un momento parara de latir, me faltaba el aire y comenzaba a sudar mucho. No le tome importancia de todas maneras solo dos veces me a ocurrido.

Fui por un vaso de agua a la cocina, ya no podría dormir más el sueño se me había ido y ahora tenía que buscar la manera de entretenerme. Dejé el vaso en la cocina y mire la puerta, según yo había escuchado cierto timbre pero no sabía si era así. Abrí la puerta y Yaong-Mi entró de inmediato.

—La policía me busca. —dijo y yo me quedé plasmado. —Creen que tengo algo que ver con Mia.

—Solo ve y diles que estuviste con un amigo o algo, es demasiado riesgoso que estés ahora junto a mi.

—Necesito que seas mi cuartada. —no sabia que decir que hacer, solo pensaba en que pasaría si iba o no.

No la quería ver en la cárcel pero tampoco quería que ella fuera y me delatara, no podía permitirlo.

Me vestí y bajamos, caminamos normal por la calle esperando a que la patrulla la encontrará ya que sería demasiado tonto y raro que fuéramos nosotros hasta ellos por lo tanto solo fingimos estar juntos, me odiaba por estar haciendo tal locura, la probabilidad de que ahora puedan arrestarme era mucho más grande que cualquier monto de dinero posible pero mi cuerpo ya se encontraba junto a ella, junto al suyo acompañándola en este momento.

—Si algo malo llega a pasar, te prometo por mis dos manos que te matare. —la mire fijamente y solo volví a sonreír.

Un auto se estaciono en frente de nosotros y dos policías bajaron por ambos costados del auto, uno de ellos le dijo a Yaong-Mi que subiera y yo sin preguntar subí al auto junto a ella, si el plan marchaba bien hoy no correría sangre.
El auto llegó hasta la estación de policía en donde unos agentes tomaron a Yaong-Mi, al bajar muchas cámaras y noticieros estaban esperando su llegada, era como si ella de un día para otro había sido la más famosa solo por tener el ADN en la escena del crimen. Muchos preguntaban si ella había sido, muchos pensaban que ella era la asesina en serie y casi llego a reír en frente de tal publico, alguien como ella, alguien como cualquiera de esos descerebrados no podría hacer tales artes, tienen que ser demasiado inteligentes para crear una escena de crimen perfecta.

—Señorita Yaong-Mi un cabello suyo estaba en la escena del crimen. —la foto con aquel fino cabello estaba en el suelo, me relaje cuando me di cuenta que no era mío lo cual significaba que no había ninguna conexión conmigo, claro no que hayan dicho. —Puede explicar por qué esta eso ahí y que hacia ahi. —él hombre se cruzo de manos y dedos, esperando la cuartada y explicación perfecta por parte de Yaong-Mi. 

—Éramos amigas, me encontraba en su casa la semana pasada y es por eso la explicación de mi cabello. —en sus ojos se mostraba tristeza alguna, sus ojos café claro estaban siendo cristalizados, pronto alguna gota de agua caería por aquella preciosura. —Jamás pensé a que algo así podría pasarle a mi amiga.

La abrace para que nuestra actuación fuera mucho mejor, su cuartada estaba bien no había tal evidencia que sustentara aquello por lo tanto ella podía estar en lo cierto y los policías no tendrían más opción que creerle. ¿Por qué razón yo me encontraba ahi? Dije que era su novio y que tenía que estar en todo momento junto a ella y eso hacia y muy bien.

—En verdad su perdida le duele y ¿usted pregunta si ella tuvo algo que ver en esto? —lo miro sin dejar de acariciar a Yaong-Mi que lloraba desconsoladamente —Me parece una verdadera falta de respeto. ¿Nos podemos largar ya de aquí?

—No salgan del país. —él hombre se levanto y nosotros igual caminando hacia afuera para tomar rumbo a casa.

Al salir las lagrimas se esfumaron como el viento y una oleada de risas y sonrisas vino a nosotros, nuestra actuación había sido perfecta y confundió al hombre.
Caminamos hasta casa sin olvidarnos de aquello, todo el camino estuvimos riendo. Llegue a casa y busque las llaves y un sonido proveniente desde dentro de la casa hizo que mis sentidos volvieran a mi, mire serio a las llaves y abrí con delicadeza a la puerta, saque el arma de mi pantalón y apunte a  la persona dentro pero no era solo una persona, más personas me apuntaron con sus armas y al ver mejor lo vi a él. 





Fear || KTH Donde viven las historias. Descúbrelo ahora