Cuando menos te lo esperas, el miedo ya esta presente. El miedo es una sensación, un protector que tu mente crea cuando sientes la percepción del peligro, real o imaginario, el miedo es algo que solo causan personas como yo y solo yo he sentido el verdadero miedo, el miedo en persona. Me levante de mi cama al ver la hora, ya es hora.
Tome la mochila especial que se encontraba sobre la silla, esta contenía cosas que solo yo puedo ver.
Mire mi teléfono y mire el mensaje que decía su dirección y hora. Camine por las calles en busca de la casa mientras veía el suelo, había seguido a aquel hombre hace mucho y en verdad me tenía harto y eso era gracias a las constantes visitas de chicas sin ropa y todas las mamadas que se daba a causa de esos bailes sensuales —que tampoco eran tan buenos— de aquellas chicas. No tenía en claro si mantenía chicas, si era un fabrica de ropa interior mojada y golpes pero lo único que sabía era que Jin me había mandado a cometer un crimen, este hombre había robado más de la mitad del dinero de Jin en drogas y más chicas, este tipo lo odiaba y aún no lo conocía.
Al ver que la ultima chica salir supe que era mi hora, sonreí y entre a la casa por la ventana, sentándome en el pequeño sofá en donde el cerdo se sentaba mientras veía a las chicas.
—¿Quién diablos eres tú? Llamare a la policía.
—Llamarla no te convendría. —sonreí, mientras miraba a sus ojos directamente.
Él hombre se acerco a mi intentado golpearme, deje su puño en su asqueroso estomago y doble su brazo, deje que se retorciera de dolor en el suelo, mientras volvía a sentarme en su sofá.
—Hazme sentir placer. —sonreí y casi rio al ver su expresión confundida. —Mastúrbate mientras te veo, tal vez así no diga nada.
Deje mis codos en el sofá y deje mis manos para poder mantener mi cabeza en donde estaba, mientras mi sonrisa aun estaba dibujada en mi rostro. Iba a ser divertido, al ver que no movía ningún musculo decidí sacar de mi mochila el arma de repuesto por si algunas cosas fallaban.
Él al ver tal arma comenzó a hacer lo pedido mientras seguía en la misma posición.Su miedo combinado con el sudor y sus ojos brillosos hacia que sintiera una corriente caliente de electricidad pasar por todo mi cuerpo y concentrarse en mi entrepierna, moví mis caderas en círculos lentos, imaginando a una chica hermosa sobre mi.
Al ver como él señor ya rompió en llanto decidí que era hora en donde debía pararme y lo hice, me acerque a él agachándome,
—Tus lágrimas no te salen cerdo. —saque de mi mochila otro objeto, un hermoso cuchillo que había sido dibujado por mi ex, mi ex que ahora estaba muerta por engañarme y sentir miedo, hacía mi. —Ahora, la diversión comienza de verdad.
Sonreí, desquiciado ya que su sufrimiento casi me hacía reír ese sentimiento me encantaba sentirlo, ese sentimiento de satisfacción y lujuria hacia que cada cosa me hiciera feliz, como droga que no era necesaria conseguirla, como cosas que te encantan que no tienes, manera extrañar de explicarlo pero satisfactorio provocarlo.
—Mira, esto será así. Te mataré por robar dinero y dejaré tu cuerpo tirado en la calle, decidiré si tu cabeza sigue junto a ti.
Él hombre grito y yo ahogue ese grito apuñalándolo en el estómago, sonreí tanto al ver su expresión de sufrimiento, proseguí por pasar mi cuchillo por la comisura de sus labios y dejar que mi mano creará una hermosa y larga sonrisa haciendo que tuviera una de oreja a oreja.
—Buenas noches. —dije y moví mi mano al ver que sus ojos se cerraban poco a poco.
Enterré de nuevo mi cuchillo en su garganta y seguí con él hasta dejar una línea de sangre que separa la cabeza del cuello, tome otra herramienta y corte su cabeza, obteniendo un "trofeo" que dejaría a los oficiales.
Como ya había muerto saque de mi mochila cloro y unos guantes, pase mi mano con el guante por su rostro cuando deje caer el cloro así limpiando cualquier cosa. Su sonrisa era hermosa, mostraba todos mis sentimientos juntos, en esa hermosa sonrisa de oreja a oreja.
Tome un encendedor y queme sus huellas dactilares por si es que había tenido contacto conmigo, limpie todo lo que había tocado, el sofá lo queme y luego apague, sentía que ya había hecho todo. Ya había borrado todo, había borrado todo de mi.
Caminar en la noche sabiendo lo que había ocurrido hacía que la lujuria y calentura estuvieran presentes. Debía controlarme.
Una patrulla hizo retumbar mis oídos, el crimen ya había sido notificado debía alejarme de la zona, podía ser testigo y podrían inspeccionar mi mochila, camine sin capucha y con la mirada en frente, me puse mis lentes y camine tranquilo.
Una vibración comenzó y era mi teléfono con una llamada "Jin".
—Hermano, te debo una.
—Créeme era necesario.
—Si quieres puedes venir y divertirte un rato.
—Debo estudiar, ahora sigue siendo feliz, adiós.
Sonreí, mi obra de arte era hermosa, estaba tan feliz de todo. Como en sus ojos se veía el terror, como todo su ser fue destruido de la peor manera, eso me hacía más que feliz.
Ser feliz era fácil, vivir con ello también era fácil, pero luchar con otras voces que me obligan a cometer ciertas cosas son difíciles. Si esas ganas y esa cara fueran borradas de mi mente, podría tal vez podría matar con otra sensación, tal vez no sentiría esa sensación amarga y tal vez no estaría tan loco y sediento por sangre, gracias a ella, ahora cada vez que alguien siente temor, se lo quito y deja de sentirlo, para siempre.
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Fear || KTH
Fiksi PenggemarY tú ¿a que le tienes miedo? ¿No le temes a mis oscuros ojos que penetran tu alma? ¿No le temes al cuchillo que es uno con tu cuerpo? ¿No le temes al veneno de esta? ¿No temes de mi? Una sonrisa siniestra es la quedo grabada en mi mente e intento re...