Capítulo 16

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Abrí los ojos

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Abrí los ojos.

No en un sentido literal, sino en uno más bien abstracto.
Caí en cuenta de lo que realmente estaba sucediendo.

Me separé bruscamente de Cole y salí de encima suyo como si su cuerpo fuera un virus mortal.

Fue una reacción instantánea, sin pensarlo.

Era obra de mi mente aún cuerda, la que me apartó de cualquier tipo de pensamiento poco correcto u obsceno acerca de mi hermano.

¿Qué ocurría conmigo?

Me puse nerviosa al pensar en la diminuta oportunidad de que quizás él...ni siquiera podía acabar la frase.

Eso estaba mal.

Sólo eran ideas erróneas.

Yo no sentía eso en realidad. Simplemente estaba confundida.
Confundida a causa del primer trato demasiado cercano con Cole.
Confundida porque no me estaba gritando o diciendo cosas horribles.

Confundida porque la mezcla de sensaciones que tuve con él, jamás las había sentido con ningún chico.

No con Keeran.

No con Grant.

Sino con él, mi puto hermano.

Negué con la cabeza, frustrada.

La preocupación invadía mi ser.

Lancé los guantes de boxeo a quién sabe donde y bajé del ring con la camiseta en mano.
Me la coloqué rápidamente y salí del establecimiento sin mirar atrás.

Me estaba agobiando. Necesitaba aire, necesitaba aclarar mi mente. Necesitaba estar lejos del maldito pecoso.

Pero este ya había cerrado el gimnasio y se había colocado a mi lado, con un cigarrillo en la boca y otro en mano.

Me lo tendió.

Se lo arrebaté e inmediatamente lo encendí y lo deposité entre mis labios. Le di una gran pitada para lograr sacarme los nervios.

—¿Qué te sucede?—Preguntó enarcando una ceja.

—Nada.

—Entonces...¿estamos bien?—Juré notar una pizca de nerviosismo en su voz.

—Hasta que me demuestres lo contrario.

𝐁𝐑𝐎𝐓𝐇𝐄𝐑 ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora