-¡Lucía despierta!- Gritaba mi padre mientras tocaba la puerta.
-Ya voy.- Tenía un maldito sueño. Abrí la puerta y encontré a mi padre con cara de desesperación.
-Necesito que cojas tus cosa, los más importante que tengas y hazlo rápido.
-¿Qué está pasando?- Me estaba alterando.
-Calmate, en el coche te explico. Date prisa hija.- Beso mi frente y se fue.
De inmediato hice mis maletas sólo haría dos. Metí las cosas más importantes y toda la ropa posible, joyas, zapatos y demás. Ya tenía casi todo listo Me senté en la cama y encontré la foto que nos tomamos con Alex en el baile, el ya se había ido al igual que mi hermano. Han pasado dos semanas desde el baile. Guarde la foto en un Bolsón y baje para hablar con Jaden.
Estos últimos días había estado metiendome y ayudando mucho en el negocio.
-Dime ahora mismo que pasa.- Exigí.
-Llegaron unos mafiosos, vienen tras de nosotros. Necesitamos viajar.
-Espera un momento. ¿Por qué huir? Dales de frente Jaden. Quedarás como un débil que no se sabe defender y sólo le queda huir.- Dije mirándolo con seriedad.
-Tienes razón, pero es arriesgado y no te quiero perder.
- La vida es un riesgo, ¿Cuántos hombres Tienes?- Necesitábamos un plan.
-Hay 24, ¿Qué tienes en mente?
- ¿Tus enemigos vendrán aquí?- Necesitaba pensar rápido.
-Si, son como 17 hombres armados más los jefes que son 3 los cuales acaban de salir en avión, en una hora llegan al igual que los que vienen por tierra.- Dijo entrando a su oficina mientras yo iba tras el.
-Mira, tienes 24 hombres, a parte están Andres, su padre, tú y yo. Somos más y estamos bien entrenados.- Le guiñe el ojo y el me miraba incrédulo.
-Alto ahí señorita, no te metas en la boca del lobo
-Tranquilo Jay, vamos al sótano donde están las armas y llama a tus hombres. Tengo una idea.
-Eres increíble.- Dijo Sonriendo.
-Estoy harta de que todos me lo digan.- moví el cabello a un cual diva fuera.
(...)
Estaban todos los hombres reunido, más Andres y su padre.
-Miren idiota, quiero que me escuchen bien. Hay unos tipos tras de la cabeza de mi padre, por lo tanto necesito su ayuda de todos ustedes, por algo se les paga.
- La escuchamos.- Dijeron algunos.
-Necesito que se armen de la mejor manera, quiero a todos con chalecos antibalas y cascos. No quiero perder ningún hombre. Ahora escuchen, necesito seis francotiradores en el techo. ¿Quién se puede encargar de eso?.- Mire a todos y en un abrir y cerrar de ojos seis hombres levantaron la mano.- Perfecto, armense y vayan al techo de la casa. Ahora quiero seis hombres afuera, quiero que se escondan y en cuanto vean a algunos llegar los matan. Necesito cuatro hombres atrás. Otros tres hombres que cuiden el trasero de mi padre y el Sr. Vega. Mas tres para mi y Andrés. Los cuatro restantes quiero que vayan a la finca donde está la mercancía y Más le vale protegerlas con su vida.
-Ya escucharon a la jefa, muevan sus culos.- Dijo Andrés.
- Por cierto, Mario. Ven acá.- Ya todos se habían ido y era hora de arrendar las cuentas.- Ata a Mario.- Le ordene a Andrés.
-¿Qué?- Dijeron mi padre, Andrés y su padre de el.
-Haz lo que dije. ¡Ahora!- Rápidamente Andrés agarró a Mario y lo ató en una silla.
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Reinando en la mafia
Novela JuvenilYo era la típica niña bonita. vivía bien, no me faltaba nada. Mis padres no eran millonarios, pero tenían suficiente dinero para vivir bien. Sin embargo, para mi no era suficiente. Desde que era pequeña amé el dinero, siempre quería más y más. Nada...