Maratón 2/2
Baje de mi coche y llegue a la puerta de la casa de Alex está se abrió antes de que yo la tocara dejando a la vista a aquel hermoso chico. Mis manos me sudaban, tenía el cuerpo tenso. Es increíble como este hombre me ponía nerviosa.
-Pasa.- Su tono era casi inaudible. Todo estaba oscuro, sólo había una pequeña lámpara iluminando la sala.
-¿Qué quieres?- Solté toscamente.
-Quiero disculparme, necesito hablar contigo.-Pidió. LO mire bien y noté que tenía varios golpes en su rostro y la ceja partida.
-¿Qué te pasó?- Pregunté espantada. Toqué con delicadeza su rostro y lo mire fijamente.
-Me emborrache y pelee con un tipo. -Dijo apartando la vista.
-¿Por qué cuando te emborracha siempre peleas?- Dije rodando los ojos.
-Por que el tipo con el que pelee estaba hablando mal de ti. Deja de hacer tantas preguntas y dame un abrazo porfavor, no sabes la falta que me haces.-Hice caso a su petición y lo abracé. Su respiración la cual antes estaba acelerada se calmó. Me dolía verlo así, me dolía verlo vulnerable, roto y lo que más me jodia era saber que en parte era por mi.
-Desde que estas con mi primo no sabes la falta que me haces, no sabes la envidia que le tengo. No te imaginas como cada vez que los veo anhelo ser yo el motivo de que tu sonrias. Pero este es mi castigo, yo tengo la culpa por no haberte valorado, por no haberte amada con la misma intensidad que tu a mi. Ahora que no te tengo es cuando más te amo, Lucía mi alma está encadenada a ti. Eres mejor que el mismo universo, eres tan inteligente y maravillosa, respetas a los demás y eres muy madura, a veces pienso que eres una señora en el cuerpo de una adolescente de 15 años.- Me reí ante su último comentario, no me había dado cuenta que estaba llorando hasta que sentí una pequeña gota resbalar a mis labios.- No llores niña, porfavor. Quiero que también me disculpes por cada una de las lágrimas que te he hecho derramar, no sabes cuanto me arrepiento. Entiendo si me odias y jamás me quieres ver, me lo merezco por todo el daño que te cause. Pero sólo te quiero pedir dos cosa; que me perdones y que te quedes conmigo esta noche.
-Me es imposible odiarte, no puedo odiar a alguien que un día fue el motivo de mis mayores sonrisas. Te perdono Alex, y si, me quedaré contigo está noche.-Dije poniendo mi mano sobre su cabello para acariciarlo.
Nos sentamos en el sillón y el puso algo de música. Las canciones sonaban mientras el y yo estábamos en un cómodo silencio, tenía su cabeza en mis piernas y seguía acariciando su cabello de pronto Body on me de Rita Ora empezó a sonar.
Nos miramos fijamente. El se sentó sin dejar de mirar mis ojos. Empezó a acercarse a mi al punto en que nuestros labios a penas se topaban aunque no tardó mucho en matar aquellos centímetros que me alejaban de esos labios que me volvía loca. Me alzó y me puso encima suyo, todo era lento, tranquilo, hermoso. Acariciaba con delicadeza mi espalda.
El se levantó aún alzandome y empezó a caminar directo a su habitación. Allí me dejó recostada en la cama y el se sacó la polera dejando a la vista sus abdominales. Me besaba con tanta dulzura, con tanto amor, me saque los tenis con cuidado y luego el vestido, no llevaba brassier por lo tanto estaba prácticamente desnuda.
Bebé, apaguemos las luces
Baby, let's cut down the lightsSolo quiero dejar que este fuego arda brillante
I just really wanna let this fire burn brightSolo te digo que tengas una mente abierta
I'm just telling you to have an open mindSolo imagínanos
Just imagine us
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Reinando en la mafia
Ficção AdolescenteYo era la típica niña bonita. vivía bien, no me faltaba nada. Mis padres no eran millonarios, pero tenían suficiente dinero para vivir bien. Sin embargo, para mi no era suficiente. Desde que era pequeña amé el dinero, siempre quería más y más. Nada...