Reinando en la mafia

capítulo 6-¡Maldita hija de puta!

*Tiffany Palacios en multiemdia*

Otra vez tarde, eran las 8:30am y a penas me estaba levantando, estube lista en 10 minutos.

Me puse una falda rosa con un cierre en medio y una blusa corta blanca que decía "Evil" con letras amarillas y naranjas, y unas sandalias doradas, hice una coleta en mi cabello y me puse gloss.

Salí lo más rápido que pude de mi casa y me fui a paso rápido al colegio, no había nadie en casa y no tube más opción que caminar.

Llegué al colegio y por suerte la puerta estaba abierta, sólo faltaban cinco minutos para el receso, fui a mi casillero a dejar algunos de mis cuadernos. En ese momento alguien me tomó por la espalda.

-Pero si es la pequeña Lucía.-Mire a la persona que habló y era Tiffany con una arrogante sonrisa en su rostro.

-Así es, soy yo ¿Qué quieres, Tiffany?- Pregunté mirándola fijamente y tratanto de mantener mi compostura firme, yo era más alta que ella y mi postura podía ser intimidante.

Amaba saber que pude sacarle eso a mi papá, el era un hombre alto e intimidante, cualquiera le tenía miedo y por eso lo respetaban.

-¿Por qué cuando pongo mis ojos sobre un tío tu ya lo tienes a tus pies?- Dijo resoplando.

-No tengo idea, si vas a discutir conmigo que sean por cosas que valgan la pena, no por unos simples hombres. A la vuelta de la esquina te puedes encontrar muchos más.- Me tenía fastidiada, siempre me jodía por idioteces.

-Joder, tú Lucía has tenido a todos los chicos que has querido. Todos piensan que eres una santa, que eres la niña buena, has hecho creer a todos que yo soy la mala, que no valgo la pena. Cuando en realidad valgo más que tu, no me das la oportunidad por que todos los gilipollas que me han gustado tú te los quedas, siempre te llevas lo mejor.-Dijo levantando su tono de voz.

-¿Crees que mi puta vida es perfecta Tiffany?¡ Estás equivocada! Yo también paso por malos momentos, dices que tengo a todos a mis pies, Maldita sea Tiffany yo no los obligo a quererme. Deja de pelear por idioteces, estás peor que una niña.

-Me vas a pagar cada cosa que me has echo. -Dijo en Tono amenazante.

A mi nadie me amenaza.

-Mira Tiffany, sólo ha pasado un més desde que llegaste, pero te juro que me tienes hasta la puta madre. Ya bajale a tu insensatez. En serio eres exasperante, tal vez seas mayor que yo, pero tengo la certeza que no eres para nada madura como para razonar y darte cuenta que peleas por idioteces.- Estaba de muy poco humor como para aguantar sus mierdas.

-Vete al carajo.

-Tiffany, porfavor. Basta ya, en serio.-Ella sabía cómo colmar mi maldita paciencia.

-No basta, Lu. Tu siempre te llevas lo mejor, sin dejarme nada.- Sus ojos destilaban odio, observando fijamente los míos como si fuera una competencia.

-Lo siento Tiffany, no voy a seguir tus juegos. Deja de intentar provocarme; no lo lograrás.

En realidad le estaba teniendo mucha paciencia, tenía muchas cualidades sin embargo la tolerancia no era algo que se caracteriza en mi.

Solía estallar fácilmente, y la mayoría de veces no terminaba bien. Pero verdaderamente me estaba conteniendo para no descargar toda mi ira en ella.

-Eres una perra, eso es lo que eres ¡maldita hija de puta!- Esa fue la gota que colmó el vaso.

-Vamos afuera.- Ordené, le daría lo que busca, pero no dentro del colegio.