Maratón 2/4
Estábamos en las carreras de autos en Colombia, había muchos coches de distintas marcas y modelos, coches muy caros. Vi caras conocidas y cuando digo conocidas hablo de las idiotas de mi colegio, son todas unas niñas que se creen lo último por ser sus padres narcotraficantes, si, es una escuela de prestigio en la que estoy, pero también es la escuela de las hijas y mujeres de muchos narcotraficantes.
Todas me miraban con odio, como si les hubiera hecho algo malo, a parte de robarme las miradas de sus novios desde que llegué a Colombia. Supongo que me tienen envidia por ser mejor que ellas. Todas creen que vivo como una puta reina al ser la "Señora" de Elijah Montesinos. Ilusas, si supieran que Elijah es un hijo de puta.
El plan de ahora era que en media carrera yo haga explotar el coche de Elijah, hice poner una bomba hace unos días, y la puedo controlar desde mi celular. Todo estaba calculado para acabar con el. En este momento están matando sus hombres que cuidan la casa donde está toda su mercancía; para así quemarla. Todo el dinero que gane estos seis meses fue para eso, para pagar gente que esté a mi lado. Teresa y Matías están listos para irse conmigo.
Que empiece la función.
- Creo que ya es hora de que vayas al coche, en 5 minutos empieza la carrera.- Le comenté a Elijah, ya quería que sea hora de matarlo.
- Si, ya iré. Ven conmigo, quiero que me acompañes en la carrera.- No, no podía mandar mi plan a la mierda.
- Yo no puedo, me mareo cuando voy con gran velocidad en un coche.- Mentí, necesitaba salvarme y evitar ir con el.
- No te pregunte Fernanda. Vienes conmigo en el coche, te guste o no.- Mierda, sólo asenti y subí al cochhe con el, no podía hacer más. Tendría que cambiar mis planes o esperar un poco más para matarlo.
-¿Están listos conductores?- Pregunto un hombre a través de los parlantes. Enseguida los motores sonaron dando a entender que si, una chica con un vestido negro ajustado y unas botas del mismo color que le llegaban a la rodilla se pociosono en medio de los dos coches con una pañolets roja en su mano. Mire al lado encontrándome con el coche del oponente, pero este coche se me hacía bastante familiar. La ventanilla del otro auto se fue bajando lentamente dejando a la vista a Andrés quien iba junto a su novia.
-Hola, diablita.- Dijo en un susurro. Yo sólo sonreí, aunque el saber que correriamos contra el sólo me dejó más nerviosa.- Feliz cumpleaños.
-Tres, dos.... ¡Uno!- grito el hombre por el alta voz, la chica que estaba en medio subió la mano con la pañoleta y ambos coches comenzaron a correr.
Tendría que matar a Elijah luego de la carrera, no tenía otra alternativa.
-Será divertido derrotar al idiota ese. Es el que estaba en tu casa cuando decidiste venir conmigo, ¿No?- Preguntó acelerando más.
- Si, es el. Vamos amor, ganale a ese idiota.- Dije, aunque todo era una mentira, quería que el perdiera.
No entendía que hacía aquí Andrés, sólo espero que nada la pase.
El coche en el que iba, estaba un poco detrás de el de Andrés, aunque a Elijah no le costó mucho empatarlo y en cuando lo logró empezó a empujar el auto de Andrés hacía un lado de la carretera, haciendo que yo me asusté mucho, pues al lado en el que iba Andrés había un barranco, aunque no era tan alto. Aunque el riesgo de que se mate si era probable. A nuestro lado también había un barranco así que debíamos tener cuidado.
-Acabaré con ese imbécil.- Dijo Elijah golpeando nuevamente el coche de Andrés. Esto no podía estar pasando.
Andrés intentaba acelerar, pero no podía, ya que Elijah no dejaba de golpear su coche.
- No tiene chiste si lo matas Elijah.- Dije tratando de que deje de golpear el auto de Andrés.
- Si que lo tiene, ya verás en esta curva.- Mire en frente y había una curva, un solo golpe por parte de Elijah y Andrés se iba a la mierda.
- No lo tiene, tu sólo corre amor.- Dije soñando tranquila.
-¡No, ya cállate estúpida!- En un segundo, Elijah empujó el coche de Andrés haciendo que caiga por el barranco, mi amigo, mi hermano puede morir y eso no se lo voy a perdonar a este imbécil.
-¡No!- Grité mientras vi el coche caer contra el suelo. Había posibilidades de que no muera, no era mucha la altura, pero si el auto explotaba no habría forma de salvarlo.- Eres un hijo de puta Elijah.- Al decir eso el se descuido y yo tomé el volante girandolo hacia el otro lado del barranco. Nuestro auto también cayó y trate de cubrirme lo mejor que pude. Sentí el impacto del auto al chocar con el suelo, los cristales incrustandose en mi piel, y golpes en diferentes partes de mi cuerpo. La vista se me nublo unos minutos, pero nuevamente trate de recuperarme, me esforce en no perder la conciencia y agradezco a Dios que lo logré.
El coche cayó boca abajo, tenía aún el cinturón de seguridad puesto y me lo quite, sujete mi cuerpo con mis brazos para no golpearme nuevamente y con un poco de fuerza salí del auto, recordé que Elijah tenía un arma en la guantera y la saqué, me puse de pie lo cual me era casi imposible por el dolor, sin contar que llevaba puesto unos malditos tacones.
Una vez de pie rodee el auto llegando al lado del copiloto donde estaba Elijah recobrando la noción y saliendo del coche arrastrándose como el gusano que es. Le quite el seguro al armé y le apunté.
-¿Qué haces maldita loca?- Pregunto a duras penas.
-Acabaré contigo bastardo, ¿Tú crees que vine contigo dejando a mi padre sólo por que Si? Estas equivocado, sólo lo hice para terminar contigo y con tu imperio.- El me miraba confundido, pero cambio su cara a una enorme sonrisa.
-¿Tú me matarás?- Dijo riendo.
-¿No escuchaste cuando dije que acabaría contigo?- Pregunté.
-Eres una débil, pequeña niñata, tú no matarías ni una mosca, eres inteligente, pero no tienes lo suficiente para ser una narcotraficante. En este negocio no se tiene cariño, ni piedad por nadie. Tienes que ser fuerte, y tú no lo eres, pequeña zorra. Tú no me matarias.- El estaba equivocado, llevaba en mis venas ser narcotraficante. Vi que Elijah se puso de pie e intento acercarse a mi.
-Alejate, Elijah Montesinos. Te juro que te voy a matar.- Dije con firmeza.
- No eres capaz, ya te dije que eres débil, una niña llorona que no sirve para nada.- Respondió burlándose.
-Ya veremos eso. Soy la maldita reina, Elijah. El diablo, Lucifer. Nadie jamas va a poder conmigo.- Le quite el seguro a mi arma y le dispare justo en la rodilla. Elijah grito debido al dolor.
-¡Maldita perra, te voy a matar!- El se encontraba en el suelo con la rodilla sangrando, yo mantenía en el arma firme apuntandole. Vi que sacó un arma que estaba en su espalda, me disparó y sentí ese ardor en mi costado derecho. Reaccione y le devolví el disparo, dándole en la cabeza, matando a Elijah Montesinos.
- Yo te mate a ti, idiota. Nos vemos en el infierno.- Dicho esto la vista se me nublo, me empecé a debilitar y mi cuerpo cayó, yo sólo sonreí antes de caer en la inconsciencia. Estaba feliz por haber terminado con el, ya no importaba morir, sólo esperaba que Andrés esté vivo, sólo así valdría la pena.
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N/A
¿Me odiaran si mato a Lucía?
Ella termino con Elijah, tal como dijo.
¿Qué pasará con Andrés?
¿Qué hacía el en Colombia?
¿Lucia vive?
Sigue leyendo y sabrás.
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Reinando en la mafia
Ficção AdolescenteYo era la típica niña bonita. vivía bien, no me faltaba nada. Mis padres no eran millonarios, pero tenían suficiente dinero para vivir bien. Sin embargo, para mi no era suficiente. Desde que era pequeña amé el dinero, siempre quería más y más. Nada...