Alma Robada. {Capitán Tsubasa} #1

10) 👻 Campo del Recuerdo. 2/3 👻

— ¿Que? ¿Cual es este animatrónico? Nunca lo había visto. — alzó una ceja, confundida. Se acercó y con todas las fuerzas que sus pequeños brazos le permitían sacó a duras penas el robot. Al sacarlo completamente lo contempló y quedó fascinada con lo que vio. — Es muy bonita. Parece una muñeca.

— ¿Nani? ¿Esta niña esta ciega o carece de lentes? — miró a la niña como si ésta fuera un bicho raro que apenas era encontrado por la ciencia.

— No es por nada, pero apoyo a Urabe en esto. — apoyó Ishizaki.

— ¿Quien callarse? — le dio en la cabeza a los dos y estos se quejaron.

— ¡Auch! Podrás estar más femenina ahora pero sigues siendo una completa agresiva. — la peli-rosa volvió a darles otro golpe.

Quedaron en silencio al ver que la niña volvía a levantar al animatrónico que era más pequeño y más delgado que los demás y lo puso en medio de los otros. Se alejó un poco para verlos a todos completamente y sonrió.

Abrazó a cada uno de ellos como si de grandes amigos se trataran, la niña parecía muy feliz con sus “Nuevos Amigos” pero todos podían ver que su favorito era la de forma de muñeca.

— Eres mi mejor amiga, Puppet. — la volvió a abrazar. Algunos veían la escena con ternura y otros con aburrimiento, Stella empezó a flotar más alejado del suelo mientras le hacía mimos al pequeño tigre que estaba en sus brazos y este al ver que nadie lo miraba empezó a ronronear y a disfrutar de las caricias.

Nadie se dio cuenta que alguien había entrado al lugar silenciosamente.

— Eres una cosa hermosa, ¿Lo sabes verdad? — le preguntó como si se tratara de un bebé al cachorro de Lobo mientras lo alzaba con ambas manos, Ken inconscientemente movió la cola y sacó la lengua, feliz. Tenía que admitirlo pero amaba a esa chica con toda su vida, no solo por su belleza sino por su forma de jugar, su lealtad, determinación, destreza, valentía, rudeza pero sobretodo; amaba que ella fuera tierna solo con el... Quería confesarse, pero era muy cobarde para decirle lo que sentía, no era muy bueno hablando de sentimientos.

Hacía tiempo que quería pedirle que fuera su novia pero las circunstancias no se daban o alguien los interrumpía... O se acobardaba y empezaba a tartamudear. Eso lo avergonzaba al máximo que siempre tapaba su rostro con su gorra o con su cabello, pero ella solo se reía, no de burla, sino de ternura; le daba un beso en la mejilla o en la frente y se iba.

Amaba esos detalles que solo le daba a el.

Para lo demás era ruda, pero para el era tierna.

Aún no se acostumbraba a que tuviera los ojos grises, pero aún así se veía completamente hermosa.

La amaba de verdad.

De pronto la sonrisa de la galáctica fue reemplazada por una mueca de completo terror, Ken la miró confundido y preocupado, levantó la cabeza y alguien caminaba hacia su dirección y sin querer la atravesó logrando que ella lo soltara y se abrazara a si misma, el quedó suspendido en el aire y se dirigió hacia ella que se encontraba en posición fetal.  Su rostro estaba oscurecido por su cabello y se tomaba la cabeza con fuerza logrando así que su gorra negra cayera al suelo.

— ¡¡Alicia!! ¿¡Que pasa, que tienes!? — gritó asustado regresando a su forma normal al igual que Hyuga, Kisugi y Sorimachi, todos cayeron de golpe al suelo como si hubieran quitado la gravedad pero aún así se levantaron y corrieron a donde la chica que ahora se encontraba sollozando y temblando de miedo.

— ¿¡Que ocurre!? — gritó preocupada Yukari.

— ¡No lo sé! — respondió histérico el Karate Keeper que abrazaba a la chica para intentar apaciguar su repentino temor. — ¡Estábamos hablando y de pronto alguien entró al lugar y la atravesó, se horrorizó y se puso así!

— ¡¿Quie...?! — la pregunta quedó en el aire ya que escucharon algo que les erizo la piel.

— ¡¡AAAAAAAHHHHHHH!! — todos voltearon asustados y pudieron ver la peor cosa que hayan visto en sus cortas vidas...

Un hombre estaba encima de la niña, apuñalándola una y otra vez con una sonrisa cínica.

Su traje morado estaba cubierto completamente de sangre, el suelo y el animatrónico de la que la niña lo apodo “Puppet”. Todo alrededor de ellos estaban completamente lleno de sangre, la niña tenía una mirada apagada; sus ojos marrón claro que antes estaban llenos de alegría y gozo ahora era reemplazado por unos ojos vacíos, sin vida...

Ese hombre le había quitado la vida de una forma cruel y despiadada.

Todos miraban la escena espeluznante, el hombre se levantó complacido de lo que había hecho y se fue sin más.

Todo quedó en completo silencio.

Algunas de las chicas lloraban y los chicos la abrazaban, muchos estaban en shock.

Miraban el cuerpo inerte y lleno de sangre de la niña, hasta que vieron que un aura roja salía de ella; miraron asombrados y atemorizados como el aura tomaba forma de la niña y ésta abrió los ojos mostrando que estaba completamente negro, lágrimas salieron de las cuencas vacías y dirigió su vacía mirada hacia los chicos que sintieron un gran escalofrío recorrerlos y temblaron de miedo.

— Aún no es mi fin. — y el alma se fue directo al cuerpo del inerte animatrónico de muñeca. De pronto se empezó a mover las manos, luego las piernas y finalmente se levantó quedando de espalda a los chicos que aún seguían aterrorizados hasta que se volteó de repente soltando un atemorizante grito que hizo que todos gritaran asustados. — ¡Lo acabaré!

Y luego desapareció por una de las ventilaciones del lugar.

— ¿¡QUE MI*RDA PASÓ AQUÍ!? — gritaron todos.

— Eso es lo que pasó en este lugar. — se fue levantando lentamente la galáctica sin mostrar el rostro, tomó su gorra y se lo colocó al revés, luego levantó la mirada que alarmó a todos... Su ojo derecho seguía gris, pero su ojo izquierdo se puso completamente negro, como si tuviera la cuenca vacía. — Esta es la primera muerte de muchas.

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