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Nota: gran parte de la información mencionada es ficticia.

Hacía frío, tanto que Suga no podía dejar de tener rígidas sus fibras musculares en lo que permanecía erguido en su lugar, tratando de encontrar calor cuando soplaba sus manos con su aliento caliente.

Lo envolvía poca ropa y, no era el único que sufría dicha quemazón en el cuerpo. El hombre un poco más joven que él estaba en las mismas condiciones.

San: Es una porquería.

Suga: Espera un poco más, pronto vendrán por nosotros.

El azabache negaba, tenía miedo de que llegaran a donde estaban.

San: Es imposible para mi ahora confiar en ellos.

Suga: Tal vez lo que nos dijo fueron especulaciones.

San: El informante era Wooyoung- Una lagrima resbalo por la mejilla del chico- Y lo mataron por guardar silencio-

-Suga negaba. Se sentía tonto, pero quería pensar que todo lo que había pasado no era cierto; que no podían haberlos traicionado- La información que tenemos...

San: Suga... no dejes que nadie sepa lo que nos contó Wooyoung.

En verdad hacía frío. El rubio se mantenía aún lado de su mejor amigo que empezaba a respirar de forma entrecortada. Una bala estaba desangrándolo por un costado, haciendo que su posición de indio fuera derribada cayendo en la fría nieve. El rubio se acomodó cerca de él.

San: D-debes irte.

Suga: No lo haré.

San: Si no te vas, ellos te encontraran.

Suga: Y aunque lo hagan...- Suga vio como los ojos de su amigo se alarmaban- No diré nada.

San: Suga... fue grandioso haberte conocido – Una mallugada sonrisa adorno los labios del pelinegro cuando cerró los ojos. Su aliento dejo de escucharse, haciendo que el rubio se impacientará y empezara rápidamente con el RCP-

Suga: Maldita sea... no... mueras.

Luces de linternas y pisadas se escuchaban debido a la nieve.

Los ojos de Suga iban de su amigo a aquellos pasos sin dejar de proporcionar los movimientos en el pecho de tal.

La adrenalina calo su cuerpo haciéndolo entrar en calor.

Suga: ¡Maldición!

Y termino rindiéndose a la decisión de escapar cuando un arma fue apuntada en su cabeza.

2 años después...

Jimin: Los humanos, son propensos a desconfiar en los demás casi en un 70% de lo que cabe en su razonamiento.

Esto empieza tras la primera mentira grande e imposible de perdonar que nos hacen, volviendo indiscutible a ser el mismo con aquella persona.

Con el tiempo nuestra mente se va cerrando a creer en otros, e inclusive, nosotros mismos actuamos de igual forma, también mentimos y traicionamos.

Este es el por qué hay personas difíciles de hipnotizar. Se forma un subconsciente que los mantiene alerta de incluso aquellos que lo quieren curar de un mal, como los psiquiatras, que a veces se les es difícil hacer este proceso debido a que el paciente se rehúsa a confiar plenamente en él.

Estudiante: ¿Y qué se puede hacer en ese caso?

Jimin: Si lo analizamos, hay una opción. Todos tuvimos una etapa en nuestras vidas en la que nuestra confianza se encontraba integra: la niñez.

Estudiante 2: ¿Y cómo podemos devolverlo a la niñez si no se puede hipnotizar?

-Jimin sonrío- Hay una forma.

Autora: RuNoona

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Autora: RuNoona


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