Si algo no le gustaba a Ketall, era tener que ir hacia la ciudad que se había construido en la isla, y tener que custodiar junto a los demás oficiales, los nuevos visitantes.
No le gustaban los humanos, le molestaba su fragilidad, lo estúpido que podían ser.
Y ahora estaba allí, con cientos de humanos que querían fingir ser kanatitas, participando en el Kok'ta Kanat'ma
Odiaba cuando los humanos llegaban a la isla a formar parte de su tradición. Ellos eran extranjeros, nada tenían que hacer allí.
***
—Tomemos algo, luego vamos a descansar un poco, ha sido bastante tranquilo el día.
—Sí, parece que finalmente los machos entendieron que en el centro de la ciudad no están las hembras que ellos buscan —sonrió Ketall, caminando con su compañero a uno de los bares que allí habían.
A veces, los jóvenes machos perdían su rumbo, y terminaban en el centro de la ciudad desorientados, oliendo a cientos de mujeres para la "puesta", y es ahí cuando se descontrolaba todo.
Aún existían algunos hombres que vivían alejados de la "civilización", especialmente los de la tribu del Este. Ellos no llevaba el mismo estilo de vida como los demás kanatitas.
Al igual que Blaise, eran unos pocos hombres que vivían en las montañas, solitarios, bajando algunas veces para formar parte del Kok'ta únicamente.
Y hasta donde se sabía, no habían hembras allí.
—Dos cervezas para mi jefe y para mí —sonrió divertido el joven rubio.
—En seguida se las traigo —sonrió la moza, una muchacha rubia.
Ketall la ignoró, observando su celular, pero su compañero no.
—¿La viste? Es preciosa.
—Es humana, no necesito verla, puedo olerla —le dijo indiferente.
—Sí, pero es muy bonita. Además ¿Qué tiene que sea humana?
—No me gustan las humanas. Pero entiendo que a ti te atraigan, después de todo, no eres de aquí tampoco, estás acostumbrado a verlas.
—A veces creo que ustedes son bastante racistas —rio—. No sé porque tienen esas ideas de los humanos, no todos son malos.
—No son de aquí, y quieren copiar nuestras costumbres, eso me molesta. Y sin contar con el hecho de que son inútiles y frágiles.
—Auch, eso debe doler —rio.
La joven rubia regresó con sus cervezas y unos snacks. Pero sus ojos no estaban en el joven muchacho que le sonreía, sino en el tipo de pelo oscuro y barba que la ignoraba.
¿Por qué él estaba actuando de ese modo?
Se alejó de ellos, siguió atendiendo a los demás clientes, y cuando terminó su turno, esperó a que ellos salieran del bar, para poder hablar con él.
Y vaya que tuvo que esperar hasta las tres de la mañana a qué salieran, ya bastante pasados de tragos.
—Ketall —se animó a llamarlo, luego de que el rubio se fuera en un taxi.
Él se giró y la miró con el ceño fruncido, acercándose a ella.
—¿Otra vez tú, humana? —preguntó arrastrando la lengua.
—¿Por qué actúas como si no me conocieras?
La miró con una ceja arqueada, y luego rio con burla.
—¿Por qué tendría que conocerte? No sé quién eres.
Ella lo miró afligida.
—Soy Lía.
Ketall chasqueó la lengua, aburrido ya de esa conversación, y se giró para irse.
—Siu yaja it'ta Umi'et (tu dijiste que era tu pareja-esposa)
Dejó de caminar al escuchar aquello, quedándose en el mismo lugar, completamente aturdido.
—¿Ya lo olvidaste? Fue hace diez años, yo vine aquí con mi madre, y... Y nos conocimos en el Kok'ta Kanat'ma, yo sólo quería aprender sobre su cultura, que hacían en su fiesta, y te conocí. Mira —le dijo sacando un brazalete que tenía en su bolso, para enseñárselo—. Tú lo hiciste para mí.
Pero Ketall seguía de espaldas, negándose a girarse para verla.
No podía ser cierto, eso era imposible.
...
Antes que me linchen, la historia está completa, es corta, y la corrigiendo ❤️💕 así que quizás suba todos los capítulos hoy.
Recuerden, es una historia corta jajaja❤️💕
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Ketall
Short StoryHistoria corta, libro especial de la serie "Bestias" Inicio 11/02/20