Un profundo gruñido brotó del pecho del alfa cuando el rastro que había estado siguiendo la manada se perdió en los límites del río, habían estado cerca y aun así no fueron lo suficientemente rápidos para atraparlo. Debía ser un lobo joven o estaba demasiado bien entrenado como para moverse con tal facilidad en un territorio desconocido.
El alfa estiró sus brazos señalando cada extremo del río, ordenando a los lobos que lo escoltaban en su forma animal que recorrieran la rivera por si lograban ubicar alguna otra pista y otro aroma extraño.
— Tienen que encontrarlo —ordenó con un gruñido ronco y una molestia que iba más allá de una batalla que nunca se concluyó.
— Es suficiente, WonWoo, se fueron. Los lobos deben descansar —aconsejó el mayor con voz tranquila, tratando siempre ser la voz de la razón cuando el instinto del alfa se salía de control—
— No van a volver hasta que me traigan a ese bastardo —demandó con una voz gutural que alertó a SeungCheol de lo que estaba pasando—
— No, WonWoo, no van a volver si los envías agotados a enfrentarse a un enemigo desconocido, hazlos regresar y que relevan la guardia —Ahora el mayor se había acercado lo suficiente a su alfa para pronunciar lo último en un susurro, no necesitaba que el azabache lo tomara como una amenaza a su autoridad cuando el liderazgo de la manada poco o nada le interesaba le interesaba. Sin embargo sabía que los lobos más jóvenes podían interpretarlo de esa manera, y después de las heridas que aun permanecían en su cuerpo debilitado, no debían siquiera considerar poner en duda la supremacía del líder—
— Estamos demasiado cerca, Cheol. Solo debemos esforzarnos un poco más —le explicó más tranquilo, pero con la inquietud aún latente en su voz—
— Lo hicimos bien, no se acercaron al pueblo y ahora tenemos otros aromas qué seguir, podemos continuar por la mañana.
— Eres un fastidio —cedió el alfa de mala gana y Cheol suspiró de alivio, agradecía que el cachorro aún confiará lo suficiente en él como para escucharlo incluso cuando su lobo estaba a punto de perder la cabeza por un celo fortuito, no todos los alfas mantenían los pies en la tierra sin dejarse arrastrar solo por la autoridad que les habían conferido—
— Por eso me mantienes cerca —respondió con simpleza haciéndole un gesto a MoonByul, para que integrara a los dos escuadrones que los acompañaron esa noche y se fueran a descansar. Ella se quedaría a cargo de las guardias junto a otra alfa— Te acompañaré a tu casa pasa revisar los vendajes, casi cambias y las heridas se abrieron un poco. Hueles mucho a sangre.
— ¿Ahora sabes curar heridas? —el sarcasmo en la voz del alfa se hizo notar en la oscuridad del bosque—
— Voy a tener cachorros, necesito saber cómo cuidarlos, Jihoon me mataría si les pasa algo —declaró con cierto orgullo—
— Yo sería el siguiente solo para asegurarme de que en verdad terminó el trabajo —le amenazó—
Ninguno de los dos pronunció una palabra más mientras se desplazaban entre las sombras, sus cuerpos a penas eran iluminados por lo tenues rayos de luna que se colaban entre las copas de las coníferas, era demasiado incómodo ir en su forma humana, se tardaban demasiado e incluso tenían que cuidar un poco más donde pisaban. En su forma animal hubiese llegado en minutos a su casa, recorriendo el bosque solo con ayuda del instinto de su lobo y el olfato que lo llevaría a su destino.
Su lobo gruñó al demandar la sensación de la tierra bajon sus garras, había pasado semanas en su forma humana, limitando a su lobo por la amenaza de esa herida que se resistía a sanar. Tanto MinGyu como su abuela habían sido demasiado claros en cuanto a sus transformaciones y de momento no estaba dispuesto a averiguar si sería verdad.
ESTÁS LEYENDO
Flores en invierno [ Meanie ]
FanfictionDespués de que la responsabilidad de la manada cayera sobre sus hombros, WonWoo prometió que no se permitiría ningún punto débil que pusiera en riesgo a su pueblo. Sabe lo que un alfa es capaz de hacer por su omega, y él no está dispuesto a darle l...