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WonWoo da un beso rápido a los labios del omega antes de separarse de él, sonríe cuando MinGyu intenta seguirlo y la tentación es dulce y tortuosa pero el moreno ha estado varios días inconsciente y necesita comer o su abuela regresará a patearle el trasero a ambos.

MinGyu sigue con la vista al alfa cuando éste se lavanta para dirigirse a la cómoda, es la primera vez que tiene oportunidad de verle la espalda y siente algo pesado asentandose en su estómago cuando ve la cantidad de cicatrices que cruzan su piel.

Hay un zarpazo que va desde su hombro hasta la parte media de la espalda que solo pudo recibir en su forma humana y varias mordidas en el lado opuesto, puede imaginar el tamaño de los colmillos que perforaron su carne, la herida que sólo se estuvo complicando por días advirtiendo a todos que era presa fácil y su incapacidad para transformarse pudieron ser letales.

— ¡hey! —WonWoo está parado frente a él para cuando reacciona, unos pantalones de suave tela de algodón cubriendo su parte baja y en su mano una camisón del mismo material que MinGyu reconoció como suyo— ¿Te sientes bien?

La mirada de WonWoo es pura preocupación con su ceño fruncido y sus ojos afilados observándolo fijamente, trata de buscar qué hay de malo, intentando leer a su lobo a través de él.

— No ha cicatrizado del todo por dentro ¿Aún te duele? —MinGyu se acerca al mayor sentándose al borde de la cama, su mano deslizándose suavemente por el abdomen del alfa, siguiendo las líneas rojizas de las cicatrices que corren a través de sus músculos. El fuerte olor a sangre se ha ido, y ya se ven más saludables pero aún le faltan un par de días para sanar completamente.—

— Solo fue un rasguño —WonWoo sonríe tratando de tranquilizarlo y toma su mano para distraer su atención, MinGyu tira solo un poco de sus dedos ante la confusión antes de sonrojarse hasta las orejas cuando el Alfa besa sus nudillos— deja de pensar en eso, ahora sólo debes preocuparte de tu propia recuperación.

— Estoy bien, Won, pero tus heridas...

— Mis heridas están sanando con solo estar a tu lado —Le interrumpe con seguridad el mayor, porque es verdad, después del caos de aquella pelea en la que vio a MinGyu desvanecerse reconoció una parte de su lobo agresiva y violenta, atacando a cualquiera que se atreviera a acercarse demasiado a su omega.

No debería sorprenderle, era normal en los lobos volverse ariscos y territoriales cuando su pareja se encontraba en peligro, forzando sus propios cuerpos a sanar incluso más allá de sus límites para compensar las debilidades de su destinado.

WonWoo levanta el rostro del Moreno con un pequeño toque en el mentón tratando de tranquilazarlo y MinGyu suspira con cansancio, tratando de convencerse de que en realidad está bien y no va a recaer en cualquier momento.

El alfa pasa el camisón por la cabeza de MinGyu y este le ayuda deslizando los brazos sintiéndose como un cachorro ante el trato del mayor.

— Puedo hacer esto por mí mismo —MinGyu refunfuña cuando el alfa le acerca las botas y se impulsa fuera de la cama con una mueca incómoda en su rostro, WonWoo no se separa de él un momento y solo le da el espacio necesario para que el moreno se adapte por sí mismo.

MinGyu se siente ligeramente mareado pero debe ser porque estuvo mucho tiempo acostado y se atreve a dar un paso lejos de la cama perdiendo por completo el equilibrio, WonWoo lo sostiene, rodeando su cintura con un brazo firme pero suave al mismo tiempo, dejando que el omega apoye todo su peso en él.

Su alfa está inquieto, pero MinGyu lo tranquiliza con una sonrisa diminuta mientras trata de recuperarse con los ojos cerrados.

— ¿Por qué no te quedas aquí? Dame un momento y te traigo todo —WonWoo se escucha preocupado y el omega de MinGyu cae rendido ante su voz porque ama todo lo que signifique recibir su atención—

Flores en invierno [ Meanie ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora