Café

1.1K 91 27
                                    

Resaltaban de una manera casi dolorosa. El séquito completo robaba el aliento y hacía que la realidad pareciera nada más que un papel tapiz cubriendo un pasadizo secreto en el cual se había colado insospechadamente. Debía apurarse y lo sabía, pero se sentía tan extraño con el menú ribeteado de esa manera más bien juvenil, algo cursi, tan fuera de ocasión. Todos lucían serios, maravillosamente elegantes, refinados e inalcanzables. 

¿Qué hacían en una cafetería así?

No le pagaban por juzgar, sin duda.

-Buenas tardes, en un momento vuelvo a tomar su orden si todavía no están listos- intentó sonreír o al menos no temblar al brindarle a cada uno de los tres ocupantes de la mesa el menú, queriendo sin embargo mirar más fijamente al que lucía más joven. Esa belleza era un filo peligroso que sin embargo le llamaba para pasar su lengua, para afilar sus dedos. Recibió el menú, notando con ternura lo pequeñas que eran sus manos, redonditas. La manga de su traje se deslizó dejándole ver un tatuaje de glicinas en la muñeca. Apartó la vista ante la revelación.  El chico lo notó y con una risita malévola lo detuvo.

-¿Tienen esos tés con burbujas sabor chocolate? Mi hermano vino hace unos días y dice que es delicioso. También el pay de melocotón- se había recargado en sus manos, mirándolo con una dulzura que le sacudía. Tanjirou sabía lo que significaba ese tatuaje dentro de las mafias locales pero se veía tan joven y puro que su cerebro estaba por derretirse ante semejante contradicción. 

-¿Té con burbujas? Por todos los cielos, que sea la última vez que alguien le deja a Tokitou escoger el sitio para comer, no somos un grupo de colegiales después de clase- resopló un hombre con gesto serio, más bien atemorizante y unos profundos ojos heterocromáticos. 

-A mí me gustaría probar este mousse de rosas con menta- una mujer con un raro cabello rosa con puntas verdes levantó la voz con duda, con un tono amable. El hombre se apuró a mirar de nuevo el menú- Aunque también quisiera probar este pastel de zarzamora...-

-Puedo pedirlo yo y lo compartimos- El muchacho más joven se rió del cambio de actitud del otro, ganándose una mirada afilada sin que hiciera más que enseñarle la lengua. Tanjirou disimuló su propia risa mientras garabateaba la orden.

-¿También adornan las bebidas?- Tanjirou asintió, intentando no mirar de más esos ojos menta, lo bonito que lucía su rostro con esas mejillas tan redondas. 

-Podemos poner tu nombre , alguna ilustración.Por un extra también le puedo agregar otro saborizante, tenemos...-

-¿Y por poner tu número telefónico?- Tanjirou casi deja caer el bolígrafo, sintiendo las mejillas tan rojas que podían competir con el borgoña de sus cabellos. Abrió la boca, sólo dejando salir un tonto jadeo que lo hizo avergonzarse más.

-"Quiero probar el pay de melocotón"- remedó el hombre, mirando todavía el menú, imposible notar tras la venda que le cubría el rostro si acaso se estaba riendo- ya decía yo que algún motivo tenías para querer venir a esta cafetería en especial, Tokitou- el adolescente le  dio una sonrisa ladeada como toda respuesta. 

-Sino quieres que tus compañeros vean me lo puedes escribir aquí-se  recorrió más la camisa , dejándole ver que el tatuaje de glicinas le cubría todo el antebrazo. Le estiró la parte de la piel sin tinta. Tanjirou parpadeó varias veces, esperando que en algún momento el despertador sonara o Inosuke le jalara el cabello por quedarse dormido entre clases. Pero delante suyo sólo estaba la tersura de ese brazo, esperando. Las manos le temblaban, giró disimuladamente para comprobar que ninguno de sus compañeros o peor aún su jefe le descubriera en ese desliz. No era la clase de persona coqueta, muchas chicas solían hacerle esa clase de pedimentos también, algunos chicos lo llegaban a esperar a su hora de salida.Quería excusarse por ese tatuaje de glicinas, no quería a un miembro tan alto de la mafia dando problemas si se negaba. Pero más bien era algo en esos preciosos ojos menta. Terminó de escribir su número con rapidez, con la mirada fija al suelo.

-Enseguida vuelvo con sus órdenes- su voz se fue difuminando a medida que se acercaba a la barra, sintiendo una mirada pegada a su espalda todo el tiempo.

-------
Siempre que termino un fic digo que ya me voy a retirar pero estoy atrapada en el fandom x)

Velvet MouthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora