Velvet Mouth

Quizá algún día

La cafetera hizo un ruido que logró sacarlo de su letargo, sacudiendo la cabeza para comenzar a llenar las dos tazas, girándose para sentarse frente a Tanjirou y ofrecerle una. El chico apenas apartó su mirada del celular, agradeciendo y dándole un trago. Muichirou prefería la bebida un poco más tibia, así que se tomó el tiempo para untar la mantequilla en el pan, repasando la textura del cuchillo que dejaba estampada en la consistencia. 

- He visto que Yuichirou salió por la madrugada con Iguro- 

- Sí, dijo que volvía por la noche. Es raro, últimamente siento que han estado saliendo mucho, pensé que no se agradaban-

-En el negocio lo menos importante es si te agrada alguien o no, todos somos compañeros-

-Mírate- Muichirou dejó un momento su desayuno para mirar a Tanjirou, con su rostro matutino y asueñado todavía, con la pijama de terciopelo negro mal abotonada- Ya hablas como todo un mafioso-

-Aprendí de los mejores- sonrió, dándole un trago a su café antes de  dejar la taza de lado - ¿Quieres que tengamos sexo ahora que estamos solos?-

-Sí, creo que sí- le dio un par de mordidas a su pan y un trago al café antes de salir a la habitación, sujetándose el cabello en el camino, deteniéndose a lavarse los dientes y echarse agua al rostro, sintiendo a Tanjirou acercarse detrás de él, mirándose en el espejo- Me gustaría que un día te dejaras la barba, se te ha de ver muy sexy-

- No estoy muy seguro de eso- se rió mientras besaba su hombro, rodeando su cuerpo para lavarse las manos - No recuerdo que papá haya tenido nunca la barba larga, pero algo me dice que no debe verse muy bien-

-Yo creo que todo se te ve sexy- sonrió, girándose para rodear su cuello y besarlo. El celular de Tanjirou sonó en su pantalón y se apartó para leer el mensaje, saliendo del baño hacia la habitación- ¿Con quién te estás mensajeando tan temprano? -

-No es nada importante- dijo distraído, más atento a lo que leía en la pantalla, sin notar que Muichirou se le había plantado en la puerta de la habitación, mirándolo con los brazos cruzados y el ceño fruncido.

-Ayer llegaste jurando que te estabas muriendo de cansancio pero te escuché en el celular hasta después de las tres de la madrugada. Y ahora no bien te levantaste estás pegado al celular. A mí me parece que sí es algo importante-

-Sólo es Senjuro, el hermano de Kyojuro-

-¿Como por qué carajos ese mocoso tiene tu número?-

-Es mayor que tú, no le puedes llamar así- El rostro repentinamente calmado de Muichirou le hizo saber que había cometido un error que no iba a poder remediar por más que lo intentara. Tragó saliva, esquivándole la mirada- tenemos un par de gustos en común y hace mucho que no hablaba con alguien de mi edad con tanta naturalidad, él está acostumbrado a este ambiente y no se sorprende de nada pero igual me habla como si fuéramos amigos y me gusta, no seas tan injusto, Mui- 

Pero como toda respuesta, Muichirou extendió su mano, esperando a que Tanjirou le diera su celular. Él apretó los labios, guardándolo en su pantalón. 

-Si no me lo das, voy a ir a su puta casa ahora mismo -

-Por todos los cielos, Muichirou ¿En serio? ¿No tengo derecho a tener amigos?-

-Tienes amigos, cariño-

- Senjuro también quiere ser mi amigo-

- ¿Y tú qué quieres que sea para ti, amor?- ladeó la cabeza, sin ninguna emoción todavía con la mano estirada.