Capítulo 2

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La vida de Natalia Lacunza jamás fue sencilla. Nieta de inmigrantes Franceses y nacida en España ,podía ser su carta de presentación.

Natalia amaba sus raíces aquéllo lo sabía todo el mundo, solo había que oírla hablar de sus abuelos y sus padres. Pero aquello no era suficiente pues su familia siempre fue humilde.

Si digo que su vida nunca fue sencilla es por que todo se le vino encima el día que el test de embarazo dio positivo y tuvo que dejar sus estudios y sueños por decisión propia para convertirse en madre de Lucas. Un pequeño de cuatro años que le llenaba la vida de luz y la casa de juguetes.

La morena a sus 21 años de edad era una mujer fuerte y de ideas claras. Quizá saber que alguien depende exclusivamente de tu trabajo para salir a delante te hace ver la vida de otra manera.

Para los jovenes de 21 años la vida era fiesta,  diversión y locura. Para Natalia Lacunza la vida era juguetes, dibujos animados y tardes en el parque.

No estaba sola , Carmen su madre estaba ahí como el primer dia para cuidar a su primer y único nieto siempre que fuera necesario y es que nuestra protragonista jamás le contó al padre de su hijo su existencia.

Aquel chico desapareció del mapa días después de su noche de pasión y no volvió a saber de el aún que siendo sinceros jamás tuvo intención de buscarlo.

Fue valiente para decidir ser madre soltera con 17 años y renunciar a todo por el , y hoy cuatro años después de aquella decisión no se arrepentia pues los carcajadas pegajosas de Lucas de camino al colegio le calentaban el alma.

Solo se tenían el uno al otro pero eran una familia llena de amor y nadie podía decir lo contrario.

Aquél dia Natalia no pudo quitarse los ojos almendrados de la cabeza y es que cada vez que intentaba concentrarse en su trabajo aparecían en su mente provocándole una serie de accidentes de trabajo.  Rompió  tazas , olvidó cafés y tiró tostadas durante toda la mañana y aquello tenía a su jefa y amiga Sabela desconcertada.

Natalia Lacunza no cometía esos errores trabajando , jamás la había visto olvidar pedidos ni mucho menos, y aquello en lugar de enfadarla le provocaba una diversión que duró hasta que el turno de la morena acabó.

-Vete a recoger a Lucas , yo cierro- dijo Sabela.

Natalia la miró unos intantes y su jefa insistio con la mirada lo cual la convenció y puso rumbo al colegio para recoger al hombre de su vida.

-Hola mi amor- sonrió Natalia arrodillandose para quedar a su altura.

-Mamá- gritó el pequeño.

Lucas corrió hasta enrredar sus pequeños brazos en el cuello de su madre y está lo abrazó intensamente.

-¿Qué tal el día?-preguntó una vez pusieron rumbo a casa.

-Aburrido- añadió el pequeño.

-¿Y eso porqué?- preguntó Natalia.

-Los niños nunca me pasan el balón cuando juegan al fútbol Mami- respondió con un puchero.

La voz infantil y sus ojos grandes y expresivos encogieron el alma de la morena la cual se agachó para subir al pequeño a hombros.

-Hablaré con la seño , lo prometo gordito- el pequeño no volvió a decir nada y aquello dejo a Natalia preocupada,  pues era bien consciente de lo reflexivo que podía llegar a ser su hijo con tan solo cuatro años.

Hola , espero que os este gustando mucho , tanto como a mi escribirla.

Dejadme por aqui primeras impresiones.

Y sobre todo dejaros sorprender.

Besos

-BLUE💙

DE TUS OJOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora