Capítulo 29

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La mañana siguiente a la conversación Natalia se levantó de la cama rebosante de energía , haber hablado con Alba de aquello que mas dolía le quitó un gran peso de encima .

Dejó a Lucas en clase y se fue al trabajo como cada día no sin antes dejarle un mensaje a Alba.

Nat🔥💜:
Buenos días persona bella 😊

No esperó su respuesta pues sabía a minutos después se verían las caras en la cafetería como cada mañana. Excepto las últimas dos semanas que Alba había preferido no pasar por allí para darle su espacio.

Como Natalia había previsto un rato antes Alba llegó a la cafetería con una sonrisa radiante en su cara.

-Buenos dias Nat- saludó al llegar a su altura.

-Buenos dias Albi- esa mañana Natalia dejo un sentido beso en la comisura de sus labios y eso sorprendió a la rubia.

Tomó su café sin hacer referencia al beso de minutos antes, no tenian muestras de afecto en público y Alba lo respetaba pero aquello le hizó cosquillas en el corazón.

-Tengo que irme Nat- suspiró al terminar su café.

-Venga no seas perezosa vas a llegar tarde a clase Albi- rio la camarera.

-Estás preciosa con esa sonrisa - susurró Alba embobada.

Las mejillas de la morena se tiñeron de un rojo carmín que hizó sonreír a la rubia.

-¿Puedo pedirte una cita?- preguntó Alba antes de marcharse.

Llevaba toda la noche pensando en la idea de pasar tiempo a solas, no tenía ninguna intención con Natalia solo quería estar con ella y disfrutar de su compañía.

-Vaya Alba Reche, ¿Intentas ligar conmigo?

-Para nada Natalia Lacunza- contesto uniéndose a la broma.

-Eso espero por que tengo un hijo muy celoso y no quiere compartirme.

Ambas estallaron en carcajadas captando alguna mirada de los allí presentes , aun que ellas solo podían mirarse y no se percataron de las sonrisas tiernas que les regalaba el público del establecimiento.

-¿Vamos a cenar?- preguntó la morena un poco mas sería.

-Si y luego damos un paseo si te apetece- añadió Alba cogiendo sus cosas para marcharse.

-Nos vemos esta noche entonces - dijó abrazando a Alba por sorpresa.

La rubia se dejó hacer,  le gustaba demasiado la sensación de hogar que sentía cuando estaba cerca de la pelinegra.

-Hasta esta noche Nat- susurró besando su clavícula sobre la ropa.

Eso hizó sonreír a Natalia consciente de la delicadeza con la que Alba se acercaba a ella tras su charla del día anterior. Notaba sus dudas a la hora de mantener contacto entre ellas y aún así se sentía a salvo cuando la rubia purulaba a su alrededor.

-Puedes hacer esto sin miedo Alba, no pasa nada- aclaró acariciando su mejilla.

-Ya lo siento, intentó hacerte sentir comoda conmigo- y era cierto, desde que descubrió el secreto de Natalia pensaba las cosas diez veces antes de hacerla.

-Siempre he estado comoda contigo, no me trates diferente ahora, por favor- pidió.

La rubia asintió y se abrazó a su cuerpo una última vez antes de salir en dirección a la universidad.

Natalia y Lucas almorzaron viendo la película favorita del pequeño y se echaron una pequeña siesta antes de ir a casa de Carmen que esa noche se quedaba con el.

-¿Mamá?- gritó Natalia entrando en la casa donde se crió.

-Estamos en la cocina- respondió la matriarca.

Ambos caminaron hasta llegar a la sala donde los padres de la pelinegra jugaban una partida de cartas como cada tarde.

-Hola- sonrió su padre al ver llegar a su primer y único nieto.

-¡Yayo!- gritó el pequeño.

El señor Lacunza era un hombre de avanzada edad , corpulento pero con una cara de bonachón que le daba un aspecto tierno apesar de sus pronunciadas arrugas y sus espesas canas.

-Que guapisimo estas , has crecido desde que no te veo- añadió Carmen besando repetidamente a su niño.

Natalia observaba la escena embelesada , siempre le había gustado ver a sus padres compartir tiempo con Lucas y sabía que nunca se casaría de presenciar sus encuentros.

-Os he dejado la bolsa junto a la puerta , trae su pijama , la muda de mañana y las cosas de aseo- enumeró la camarera sirviendose un fresco vaso de agua.

-Tranquila hija , tu sabes que con nosotros no le falta nada - dijo su padre.

Natalia asintió dandole la razón y repartió besos antes de salir hacia su casa para empezar a prepararse.

-Lucas portarte bien con los abuelos, cometelo todo y no le des mucho ruido cariño- pidió la morena abrazando a su pequeño.

-Dale besitos a Alba de mi parte mami- pidió.

Natalia se sorprendió de que su hijo dijese aquello, no le había dicho que iba a estar con Alba pero que Lucas dijera eso le dejo muy claro su falta de disimulo.

-Me voy- anunció minutos después cerrando la puerta a su espalda.

Algo mas lejos de allí Alba vió en su reloj de cocina que el tiempo se le echaba encima y aun no sabía que iba a ponerse esa noche.

Que desastre eres Alba Reche.

Revolvió su armario en varias ocasiones hasta dar con un vestido que le pareció la mejor elección para una cena con la morena. Era informal pero imponente , no quería ir demasiado arreglada pero tampoco muy desenfadada.
El vestido color berenjena llegaba a la mitad de su muslo dejando sus piernas al descubierto,  su espalda parcialmente cubierta por la tela y con unas finas tirantas sobre sus hombros.

Se miró en el espejo repetidas veces y con cinco pares diferentes de zapatos.

Perfecto.

Tras darse el visto bueno ella misma salió a buscar a Natalia en su coche.

Hola personas guapas:)

Se viene cenita romántica y la verdad me parece un planazo.

Espero que os este gustando el fic y lo estéis disfruntando mucho.

Dejadme por aquí vuestra opinión.
Yo os dejo aquí mi Twitter por si queréis seguirme.

@rosapruna

Osk💙

DE TUS OJOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora