Capítulo 24

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La velada en casa de Natalia continuaba en una sobre mesa solo para los cuatro adultos ya que Lucas había caído rendido en los brazos de Alba un rato antes y ya lo habían llevado a la cama para que estuviese mas comodo.

Los chicos se sirvieron unas copas y se sentaron en los sillones del salón de la morena para continuar conociendose un poco mas.

-¿Y qué estudias Alba?- preguntó Julia.

-Psicólogia.

-Vaya, Marta y yo estamos con diseño gráfico.

-¿Y tu Joan?- ahora la que preguntó fue Marta.

-Empresariales.

-Vaya con los amigos eh- rio Julia.

-¿Y tu Natalia?- Joan no tenía ni idea de la historia de la morena por que Alba no quiso contarle nada , no le correspondía a ella, por eso todas se quedaron mirando a Natalia sin saber muy bien que hacer con la situación.

-Yo trabajo de camarera ,con el niño no puedo costearme la carrera y pagar los gastos de la casa- respondió con una sonrisa forzada.

Joan captó la incomodidad en el ambiente y se sintió terriblemente mal por joder el buen rollo que habían creado entre todos.

-Lo siento mucho , no debería haber preguntado nada- se disculpó.

Natalia negó ahora si con una sonrisa sincera y le quitó importancia.

-Esta bien , no importa Joan.

Alba la miraba con detenimiento buscando algún tipo de gesto que le indicase lo que pasaba por la mente de la morena en aquel instante pero no fue capaz de ver mas allá.

-Bueno , Marta y yo nos vamos que mañana tenemos clase- dijo Julia un rato después.

-Si , Joan y yo también nos vamos ya- añadió Alba.

La cabeza de la camarera iba a mil por hora intentando ordenar sus pensamientos y calmar sus emociones antes de acercarse a Alba y susurrar en su oído:

-¿Quieres quedarte a dormir conmigo?

La rubia la miró con detenimiento y con mil sensaciones ocupando su interior, finalmente asintió mordiendo su labio para ocultar una sonrisa lasciva.

-Joan toma las llaves- le dijo Alba a su amigo que las cogió sin hacer preguntas.

Las chicas se quedaron solas unos minutos después y se miraron en silencio en medio de aquel salón.

-Vamos- susurro Natalia tirando de su mano hasta el dormitorio.

Era la primera vez que Alba entraba en aquel espacio y le sorprendió lo organizada que estaba la habitación.
Paredes grises , muebles negros y mucho espacio.

-Toma- susurró la pelinegra dejando sobre sus manos un pijama- Puedes cambiarte en el baño si lo prefieres.

Pero Alba no iba a esconderse , no después del gran avance que estaban haciendo esa noche asi que , dejado a un lado su timidez comenzo a descender la cremallera lateral de su mono y lo dejó caer al suelo ante la antenta mirada de Natalia.
Alba no usaba sujetador , nunca, y la morena casi se cae de culo al ver ese cuerpo esculpido por los mismísimos dioses ante ella.

Alba la miró con una sonrisa daleada y se colocó el pijama sin dejar de mirarle.
La morena no tardó en desacerse de su ropa también bajo la mirada de Alba. Tiró su chaqueta y sus pantalones muy lejos de ellas y se deshizo de su sostén con soltura para dejar sus pechos al aire, el suspiró que se escapó de los labios de Alba no pasó desapercibido para la morena pero aun asi no dijo nada.

Una vez que ambas estuvieron vestidas de nuevo se metieron en la cama muy despacio hasta acabar una frente a la otra con sus ojos echando fuego incandescente.

-Eres preciosa Natalia - susurró Alba.

-Tu no te quedas atrás Alba,  no podía dejar de mirarte- suspiró.

-No quiero que lo hagas Nat , me encanta como me miras.

Natalia obedeció por primera vez a sus instintos y deslizó su mano bajo la camiseta de Alba para acariciar sus curvas muy despacio.
La rubia contuvo el aire todo el tiempo que la morena tocaba su cuerpo y recobró el aliento cuando detuvo su mano bajo su pecho.

-Estoy ardiendo- susurró Alba con las mejillas encendidas.

-Yo también- respondió Natalia.

-Pero aun no vas a tocarme - adivinó Alba sus intenciones.

-Lo siento mucho Alba,  te juro que no es por ti- dijo la pelinegra alejando su mano de Alba,  pero está no la dejo.

-No pares de acariciarme, no quiero nada mas pero déjame sentirte Nat, por favor- suplicó acariciando su mejilla.

Natalia asintió con una sonrisa que ocupaba todo su rostro y beso los labios de la rubia que no tardó en corresponder su gesto.

Entre besos, caricias y palabras de afecto cayeron en un profundo sueño.

Yo se que esto se alarga mucho pero no quiero que se pierda toda la magia a la vez... lo siento babys

Osk💙

DE TUS OJOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora